Capítulo 13

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Kotoko despertó de su sueño forzado percibiendo la ausencia de aquel pitido que le avisaba a su inconsciencia que aún  estaba aún viva, luego los recuerdos vinieron en masa y supo el motivo y también que se sentía un poco mejor, se frotó los ojos como un gato mientras su estado semidormido seguía yendo lentamente. Tenia bastante calor pero sabía que no se trataba de fiebre sino del inusual peso de muchas cobijas encima de ella,

Las apartó sin ver realmente lo que hacía percibiendo sobre su piel el frescor que producía ese movimiento.

Miró hacia el techo de la cama adoselada que durante todo aquel tiempo compartió con su indiferente esposo, sintió como si fuera alguna intrusa en la cama de alguien mas, aunque en ese espacio tampoco se había logrado acercar mas de lo debido a Irie-kun, y también se suponía que no debía seguir en esa línea de pensamiento, teniendo en cuenta que había decidido valorarse mas.

Escuchó un sutil ruido seguido inmediatamente un picor en la parte posterior del cuello motivo que hizo que ladeara su cabeza y se diera cuenta de quien estaba a un lado de la cama , en una silla cómoda leyendo el periódico.

Sin poder evitarlo su estómago dio un vuelco como aquellos que sentia en la secundaria dándose cuenta asi que su propósito, aunque firme, seria muy dificil de llevar a cabo.

Sin saber si él se había percatado o no de su despertar, lo cual era estúpido de pensar teniendo en cuenta el movimiento que hizo momentos antes para refrescar su piel.

Intentó moverse lo más poco posible para cubrir su hombro derecho desde el cual sentía que se deslizaba el tirante de un camisón que no recordaba haberse puesto. No quería que dejara a la vista más de lo estrictamente presentable aunque él como su esposo había visto mucho más que su hombro desnudo y seguramente estaba actuando como una tonta pero la idea del divorcio tenía ese efecto en ella.

Pronto serían sólo dos extraños conocidos y más le valía ir haciéndose a esa idea, aunque siguiera doliendo.

Cerró los ojos un momento respirando lentamente mientras intentaba sobrellevar la incómoda sensación que le producía la separación pero sabía que era lo mejor.

Un lado de la cama se hundió con lentitud lo que la trajo de vuelta a la realidad de manera abrupta enfocando a la figura de Irie-kun que la miraba con intensidad desde su nueva posición.

Su mirada recorrió los rasgos de Irie-kun hasta llegar a los ojos de este intentando no pensar en que estos eran demasiado profundos y la contemplaban de una manera que nunca antes percibió, como si quisiera tragársela entera.

Naoki detuvo su avance lo suficiente para que ella no tuviera otra opción más que mirarlo, actuaba como si no quisiera que él la viera y eso fue un duro golpe a su ego. Él  mismo, con su actitud, se había encargado de que ahora ella fuera así, pero estaba dispuesto a cambiarlo, por el bien de los dos.

–¿Cómo te sientes?–

Por un segundo a Kotoko le sorprendió su pregunta ya que en el fondo estaba esperando otro tipo de palabras provenientes del modo en que la veía pero ya debía haber aprendido que no era bueno esperar algo más de lo que tenía en frente y especialmente con él. 

Por un momento contempló la posibilidad de ignorar su pregunta y simplemente irse al baño, pero en honor a todo el amor que alguna vez le profesó prefirió responder con la fría indiferencia que quería mostrarle.

–Estoy muy bien, gracias por preguntar...– quitó sus ojos de los de él porque mantener la fría indiferencia le costaba más cuando sus ojos estaban en la ecuación.

No a Las Emociones (Una historia de Itazura Na Kiss)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora