CAPÍTULO I "Invasión a Midgard"

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Estoy estudiando en la biblioteca. Soy de las pocas personas en el lugar, ya que, en viernes, casi nadie acude a la escuela, ¡Y menos un día antes de las vacaciones! La mayoría de los estudiantes han terminado sus clases, incluyendo mi grupo, pero a mí me fascina seguir leyendo los próximos temas a ver o repasar los ya vistos. En eso estoy cuando los veo llegar.

A la biblioteca entra una docena de criaturas inusuales. Parecen elfos. De aspecto humano (excepto por las orejas puntiagudas), visten de negro; son de piel blanca, y llevan consigo armas extrañas con las cuales nos apuntan. Todos en la biblioteca dejan de hacer sus actividades y levantan las manos, incluyéndome. Entra un elfo que se destaca de entre los demás. Al parecer es el líder. Es más alto que el resto; sus orejas son aguzadas con una curva hacia dentro en las puntas. Su cabello es blanco y está peinado en varias trenzas. Porta una especie de armadura color rojo oscuro con detalles en negro.

Al cruzar frente a mí veo más detalles: sus ojos son oscuros y noto que su iris es de color morado. Un escalofrío recorre mi cuerpo.

Son una especie de comando de búsqueda; tocan las paredes y los estantes. ¿Pero qué buscan en la Tierra? Desde donde estoy no veo ningún portal por donde hayan entrado, o algo por el estilo, como en las películas de Ciencia Ficción o Fantasía.

Tres soldados elfos le indican a su líder una esquina al fondo, en la zona de lectura de la biblioteca. Recuerdo que en esa parte del edificio a nadie le gusta sentarse. Dicen que hace mucho frío y la luz no es tan buena para leer.

El líder elfo se acerca a la zona donde están los tres soldados. El resto de los elfos no dejan de apuntarnos.

De repente se escucha un estruendo. Por la ventana de la biblioteca miro una luz multicolor; alguien allá afuera grita fuertemente: "¡MALEKITH!". Los soldados elfos que nos vigilan salen presurosos de la biblioteca.

El líder elfo coloca unos artefactos raros en el muro de la zona indicada por sus tres soldados, ¡y los cuatro atraviesan la pared! Me asombro al ver eso y, con curiosidad, camino hacia la zona.

Una voz masculina a mis espaldas llama la atención de todos los alumnos ahí presentes. Habla raro, como extranjero. Nos pide que nos vayamos del lugar. Volteo: todos corren a la salida. En medio de la sala de consulta de la biblioteca observo al hombre: tiene el cabello negro, viste en muchos tonos de verde con detalles en dorado, porta una daga en una de sus manos y de la otra emanan luces de color verde. Él me mira y me dice: "¿No pensáis iros, mortal?"

-¿Mortal?- le pregunto.

Me va a responder pero, afuera, entre sonidos de combate, alguien grita.

-¡LOKI! ¡No tengo todo el día!

El pelinegro hace cara de fastidio. Con un pase de su mano libre, el interior de la biblioteca se envuelve con flamas verdes y luces negras. La zona por donde el líder elfo ha cruzado la pared se ilumina de dorado.

-Será mejor que os vayáis con los otros humanos- me dice Loki, mientras camina a la zona de la pared mágica. En ese momento, a la biblioteca entra un monstruo y fúrico elfo oscuro. Al verlo, Loki regresa por mí, me toma por uno de mis brazos y me lleva hacia dentro de la pared.

Heredera de AsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora