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—¿Se puede saber por qué estás en Lotus Pier?

Jiang Cheng miró fijamente a Wei WuXian cuando le hizo la pregunta, pues ya que no entendía la razón por la cual éste llegó a su hogar sin un aviso, al menos quería una explicación.

—Extrañaba verte —repuso Wei WuXian con una sonrisa que tuvo la virtud de enfadar al líder de la Secta Yunmeng Jiang.

—Vuelve por dónde viniste.

—¡Jiang Cheng! ¡Vamos, vamos! ¡No seas tan serio! —dijo Wei WuXian riendo—. Era una broma, sólo eso.

—No tengo tiempo para tus bromas —se defendió Jiang Cheng dando la vuelta, listo para volver a supervisar a los discípulos que dejó en el campo de entrenamiento.

—¡Bien, no más bromas! —prometió Wei WuXian—. ¿Me concederás unos minutos de tu tiempo? Seré breve.

Con gesto altivo Jiang Cheng llevó las manos a su pecho esperando escuchar las palabras que el tipo de negro cabello y maliciosa sonrisa tenia que decirle.

—Habla.

—¡Bien, gracias por tu tiempo, líder de la Secta! —contestó Wei WuXian animado—. En realidad quiero pedirte un favor, no muy grande, claro...

—¿Qué tipo de favor? —interrumpió Jiang Cheng alzando una ceja.

—Que me dejes quedarme en Lotus Pier un tiempo.

—¿Un tiempo? ¿Cuánto es un tiempo? —quiso saber Jiang Cheng anticipando que no escucharía nada agradable.

—Unos meses… más o menos nueve —dijo Wei WuXian con simpleza—. También necesitaré un trabajo, pero no uno muy pesado, puede que dentro de poco mis capacidades físicas se vean seriamente reducidas…

—¿Algo más?

—¡De hecho sí! —siguió Wei WuXian ignorando el sarcasmo en la voz de Jiang Cheng—. Me gustaría ser la niñera de Jin Ling, pero te advierto que no lo acompañaré en unos cuatro o cinco meses cuando se vaya de cacería nocturna, sólo podré vigilarlo en Lotus Pier.

Jiang Cheng estaba tan sorprendido que no sabía si reír o enfadarse por las absurdas peticiones que Wei WuXian le hacía, por lo que manteniendo su postura digna le dijo:

—¿Se puede saber el motivo oculto tras tus absurdos deseos? Debe ser algo grande si alguien como tú está dispuesto a trabajar en lugar de juguetear por todos lados.

—Es algo grande y muy serio —aseguró Wei WuXian.

—¿Ah, de verdad?

—Sí, de verdad.

—Hazme un favor y vuelve a la Secta Lan en lugar de quitarme tiempo —dijo Jiang Cheng volviendo a dirigir sus pasos a los campos de entrenamiento.

—No puedo volver a Cloud Recesses.

Aquella declaración llamó la atención de Jiang Cheng porque no entendía la razón tras esas palabras, en especial sabiendo que Cloud Recesses se volvió el hogar de Wei WuXian desde que se unió a Lan Wang Ji.

—¿Qué hiciste…? —preguntó Jiang Cheng imaginando que finalmente, después de años de esmero, Wei WuXian había logrado que se le fuera prohibida la entrada a Cloud Recesses.

—Nada malo en realidad...

—Entonces, ¿Por qué no puedes ir a Cloud Recesses? ¿Cuántas reglas rompiste para que incluso la influencia de Lan XiChen y Lan WangJi fueran insuficientes para abogar por ti?

Wei WuXian miró con seriedad a los ojos de Jiang Cheng, tanta que éste entendió rápidamente que no era nada bueno y que con seguridad la Secta Gusu Lan y la Secta Yunmeng Jiang tendrían problemas si aceptaba que Wei WuXian se quedará en Lotus Pier por un tiempo.

—Wei WuXian…

—Tendré un niño —respondió éste tras un largo silencio.

—… ¿Qué?

—O tal vez sea una niña, no lo sé —respondió Wei WuXian bajando la vista con cierta tristeza.

—El padre...

—Claro que es Lan Zhan —ahora Wei WuXian interrumpía a Jiang Cheng—. ¿Quién más podría ser?

—En-Entonces… ¿Por qué no puedes quedarte en Cloud Recesses?—preguntó Jiang Cheng sintiendo tantas emociones que no podía describirlas.

—Hay… hay muchas razones de por medio, pero principalmente no puedo quedarme más tiempo en Cloud Recesses en mi situación —contestó Wei WuXian—. Sólo será un tiempo, no más de un año, y tampoco pienso holgazanear mientras el niño o niña llega, de ahí que te pida ser la niñera de Jin Ling… podré ahorrar dinero suficiente para irnos una vez que sea necesario, no te causaré más molestias que esas.

Jiang Cheng suspiró una vez más; ¿En verdad Wei WuXian tendría un niño de Lan WangJi pero no podía tenerlo dentro de la Secta Gusu Lan? ¿Qué motivos tendrían para que él se fuera así sin más y buscará refugio en Lotus Pier? ¿La situación era tan mala de verdad o sólo se debía a algún capricho de Wei WuXian?

Juan Cheng guío su vista hacia el abdomen de Wei WuXian tratando de ver en el mismo signos de en embarazo, pero todo lo que vio fue un vientre que no daba señas de albergar una vida en su interior.

—Si esta es otra de tus bromas… —advirtió Jiang Cheng.

—Jiang Cheng, ya te lo he dicho antes, no estoy bromeando —repuso Wei WuXian—. Todo lo que ha salido de mi boca no es más que la verdad, nada más nada menos.

El líder de la Secta Yunmeng Jiang miro aún más insistentemente a Wei WuXian antes de hablar.

—Wei WuXian, dime, sin juegos ni trampas, por qué no puedes ir a  Cloud Recesses.

Wei WuXian miró con la misma intensidad a Jiang Cheng.

—Jiang Cheng, ¿Sabes que Lan Zhan es muy bueno conmigo, verdad? Tan bueno que no merezco todas las cosas que ha hecho por mí, ni los sacrificios que ha hecho en mi nombre —dijo Wei WuXian—. Las cosas no son malas con Lan Zhan, pero no puedo decir lo mismo con los demás… ¿Sabes que ya la reputación de Lan Zhan se vio manchada por mi causa? Pues piensa e imagina qué dirán de él ahora que tendrá un niño con el infame Patriarca Yiling, nada bueno en realidad… y, bueno, no puedo dejar que Lan Zhan haga más sacrificios por mí.

—¿Sabe Lan WangJi del niño?

—No, no lo sabe.

—¿Sabe que estás aquí?

—No, pero siendo Lan Zhan seguramente ya lo imagina —repuso Wei WuXian con simpleza.

—¿Entonces para vienes a Lotus Pier con ideas tan descabelladas? —pidió saber Jiang Cheng.

—Para protegerlo por una vez.

Jiang Cheng soltó otro suspiro sabiendo que Wei WuXian no iba a desistir en sus deseos, después de todo su forma de ser era esa: hacer cosas sin sentido para los demás para protegerlos o ayudarlos sin pensar en su bienestar.

—Te mostraré donde quedarte —dijo Juan Cheng avanzando por los pasillos que conducían a las habitaciones.

—¡Jiang Cheng, eres una buena persona!

—Suéltame —gruñó Jiang Cheng apartándose del abrazo de Wei WuXian.

—¡Bien, bien, sin abrazos! —rio Wei WuXian poniendo las manos detrás de su cabeza.

Mientras caminaban y escuchaba a Wei WuXian hablando sin parar sobre el montón de cosas que podría hacer en Lotus Pier y de lo mucho que disfrutaría su estancia en el muelle, Jiang Cheng trataba de ignorar la pregunta que persistía en su mente: ¿Por qué no fui yo?





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