Vuelve a Gusu

XV

Wen Ning escuchaba en silencio la agradable conversación que los jóvenes discípulos Lan sostenían mientras dirigían sus pasos hacía Lotus Pier.

Lan SiZhui y Lan JingYi se encontraban muy emocionados ante la idea de ver nuevamente a Wei WuXian no sólo porque lo extrañaban, sino porque viajaban con una muy importante misión encomendada nada menos que por Lan Qiren: debían convencer al patriarca para que volviera a Gusu con ellos.

Después del inesperado fracaso de Lan XiChen, Lan Qiren optó por enviar a las que consideraba su mejor arma para luchar contra la terquedad de Wei WuXian: Lan JingYi y Lan Sizhui, pues confiaba plenamente que el evidente amor y aprecio que sentía por ellos finalmente lo harían desistir de su absurda idea de irse de Cloud Recesses.

El Maestro Lan estaba convencido de que Wei WuXian no podría negarse a las peticiones de los jóvenes Maestros basándose en las innumerables ocasiones en las que mostró su cariño por ellos al pasar por alto las reglas de la Secta con tal de ayudarlos en sus estudios, deberes y castigos que les impuso, creyendo que si Wei WuXian había tenido el valor y coraje suficientes como para desafiar la autoridad de Gusu arriesgándose a ser mal visto, de la misma forma buscaría la forma de enmendar la falta que su ausencia dejaba en ellos al estar lejos de casa.

Y justamente por eso les había ordenado exagerar la realidad de la manera más conveniente, no le importaba qué medios o palabras necesitaran para llevar de vuelta a Wei WuXian porque lo único que deseaba era terminar de una vez por todas con toda esa desagradable situación.

Wen Ning estaba al tanto de los planes de los Maestros Lan y por eso tenía deseos de decirles a los entusiastas muchachos que sólo perderían su tiempo, así como lo había perdido ZeWu Jun al tratar de hablar con Wei WuXian, porque sabía que, si el mismo Lan WangJi fracasó en su intento de llevar a su familia de regreso a Cloud Recesses, nada ni nadie lo haría cambiar de opinión.

Sin embargo, después de sentarse junto a Lan Qiren y los Jades de Gusu y de escuchar la genuina preocupación que compartían por el bienestar de Wei WuXian y su hijo (y de ver la tristeza que a HanGuang Jun le provocaba estar lejos de su familia), no se sentía capaz de decirles que todo esfuerzo que hicieran sería en vano.

Por eso iba de vuelta a Lotus Pier participando en la conversación de los adolescentes que nerviosos y entusiasmados contaban el tiempo que les llevaría poder reunirse una vez más con Wei Ying.

El más entusiasta era Lan SiZhui, lo que era perfectamente entendible al considerar que estaba por convertirse en hermano mayor. El Joven Maestro no paraba de hablar sobre la felicidad que tal acontecimiento significaba en su vida y sobre lo mucho que le apenaba no comportarse de acuerdo a la situación, pues creía fervientemente que su deber era cuidar y procurar a Wei WuXian en ese embarazo y no dejar que otros se hicieron cargo de lo que le correspondía.

Lan JingYi también se encontraba feliz porque podría tocar de nueva cuenta al pequeño niño que seguramente heredaría todas las virtudes de Lan WangJi y la belleza de Wei WuXian, no podía esperar para regresar a Gusu con ellos para enseñarle que se preparaba para cuidar al pequeño en cuanto naciera, así como todas las precauciones que tomaba para asegurarse que los jardines y pabellones de Cloud Recesses eran aptos para que un infante viviera en ellos.

Los jóvenes discípulos Lan se encontraban tan seguros de su éxito que no se detuvieron a pesar, ni siquiera por un segundo, en lo que harían en caso de fallar.

Tampoco pensaban en Jin Ling y en Jiang Cheng.

Aquel descuido era, desde el punto de vista de Wen Ning, un fallo muy grande porque él sabía mejor que nadie que tío y sobrino tampoco dudarían en hacer todo lo necesario para garantizar que Wei WuXian se quedará con ellos.

“¿En qué estará pensando el maestro Wei Ying?” Se preguntaba Wen Ning mientras se acercaban al lago donde abordarían el barco que los llevaría a Yunmeng. ¿Sería consiente del buen número de personas que lo querían con ellos o sólo improvisaba sobre la marcha como lo hacía constantemente?

Wen Ning en verdad deseaba que Wei WuXian tuviera un plan que dejara a todos satisfechos, pues lo último que deseaba era ver a su maestro sin saber qué hacer.

—Wen Ning, ¿Necesitas ayuda?

La pregunta de Lan SiZhui tomó por sorpresa al general que cargaba sin problema alguno el montón de obsequios enviados por Lan XiChen, por lo que llevó su mirada carente de emociones al chico.

—Oh, no, no tienen de qué preocuparse.

—Parece injusto que lleves todo —objetó Lan JingYi tratando de tomar uno de los bultos que Wen Ning cargaba—. Nosotros podemos ayudar; después de todo, deberás cargar con ello cuando volvamos con Wei WuXian.

“Bueno, si ZeWu Jun y HanGuang Jun han enviado tantas cosas es porque saben que Wei Ying difícilmente volverá”, se dijo Wen Ning.

—De verdad no tengo inconvenientes —repuso Wen Ning—, les agradezco su preocupación.

—Pero es injusto que tú lleves todo y nosotros nada —se quejó Lan JingYi—, al menos danos la oportunidad de ayudarte en algo.

—Señor Wen Ning, por favor —pidió con una amable sonrisa Lan SiZhui.

—En-en ese caso… al llegar a Lotus Pier pueden tomar algo de equipaje —repuso Wen Ning; los tres ya estaban sentados cómodamente en la parte trasera del barco.

—¿Deberíamos parar a comprar algo de fruta para Wei WuXian? —quiso saber Lan JingYi cruzando los brazos.

—Hay nísperos y sandías, quizás podamos llevarle melones —contestó Lan SiZhui—. La última vez que lo vimos Wei WuXian comentó que últimamente disfruta las frutas dulces.

—¡Sí, esa es una buena idea!

—También gusta de las manzanas —intervino Wen Ning.

—¡Y manzanas!

—De acuerdo, pero nosotros las llevaremos, Lan JingYi —dijo Lan SiZhui—. Es injusto que el señor Wen Ning los lleve también.

—… en verdad no me molesta.

—Está decido, nosotros llevaremos las frutas —Lan JingYi le sonrió a Wen Ning—. Puede que no te moleste, sin embargo en todo el camino te has negado a nuestra ayuda y eso no es apropiado.

—Oh, lo siento.

—No tienes porque disculparte —dijo Lan Yuan—, nosotros somos los que te debemos una disculpa al abusar de ti.

—Por cierto, ¿Wei WuXian ha decidido un nombre para el niño? —preguntó Lan JingYi.

—No realmente… ha pensado en muchos, pero dice que no sabrá si el nombre que elija será el apropiado hasta que conozca a su hijo —repuso Wen Ning.

—Me gustaría que lleve un nombre suave y que sea firme también —comentó Lan SiZhui—, creo que sería muy apropiado.

—Pero no puede ser cualquier nombre, debe ser uno tan digno como el de sus padres —tercio Lan JingYi
—. Seguro HanGuang Jun y el Maestro Wei WuXian encontraran un buen nombre.

—¡Ah, en verdad quiero ya verlos! —exclamó Lan JingYi estirando los brazos.

—Debemos ser pacientes —dijo con calma disimulada Lan SiZhui—, falta poco.

—Este tiempo parece una eternidad.

—En un par de horas estaremos en el puerto —dijo Wen Ning deseando que la alegría de los jóvenes no se esfumara.

El resto del viaje estuvo lleno de nerviosismo, ansiedad y los planes que los discípulos Lan ideaban para regresar a Cloud Recesses victoriosos, pues confiaban plenamente en que ellos podrían hacerle entender a Wei WuXian que su verdadero hogar estaba con la Secta Gusu Lan.

Desgraciadamente desconocían la realidad que llevó a Wei WuXian a irse, por lo que de nuevo Wen Ning dudó en decirles o no, que no todos en Gusu estimaban de la misma manera que ellos a su maestro.

En cuanto arribaron a Lotus Pier y tal como lo dijeron, Lan SiZhui y Lan JingYi buscaron en el puerto y las calles aledañas las mejores frutas para obsequiarle a Wei Ying, cargando con ellas para no aumentar el gran número de objetos que el general ya llevaba sin quejarse.

Cuando terminaron con sus compras le preguntaron a Wen Ning si lo apropiado era ir directamente a la residencia de la Secta Yunmeng Jiang sin anunciarse o si por el contrario, debían buscar algún maestro que los llevará hasta ahí, optando por la segunda opción para no parecer groseros.

Como era de esperar la presencia de los jóvenes Maestros Lan no pasó desapercibida para los residentes de Lotus Pier ni para los maestros que servían en la ciudad, así que fue fácil poder pedir ver a Wei WuXian. Lo difícil fue llegar a la residencia y encontrarse con el obvio y gran gesto de desagrado que Jin Ling les dio apenas tuvo que recibirlos.

El recibimiento de Wei WuXian fue mucho mejor porque a pesar de notar con diversión los celos de Jin Ling, no dudó para nada al lanzarse a los brazos de los niños que no había visto en un buen tiempo y que le sonreían llenos de alegría.

—¡Lan SiZhui, Lan JingYi! ¡Justo estaba sospechando que se olvidaron de mí! —dijo Wei WuXian al abrazar a los adolescentes—. ¿Qué los mantiene tan ocupados como para no darme una visita? —agregó jugando con las cintas de sus frentes.

—Maestro Wei Ying —saludó Wen Ning.

—Wei WuXian, lo sentimos —repuso Lan SiZhui con la enorme alegría que le daba sentir el abrazo del patriarca—, estuvimos un poco ocupados en Cloud Recesses…

—¿Y eso qué? —gruñó Jin Ling—. No es excusa suficiente para su falta de interés.

—Maestro Jin Ling —repuso cortésmente Lan SiZhui.

—¿Por qué siempre tienes que ser tan cortante? —se quejó Lan JingYi mientras Wei WuXian bromeaba con Wen Ning diciéndole que sus vacaciones habían sido largas.

—No lo soy —se defendió Jin Ling aún más molesto: apenas podía soportar a su tío y ahora debía lidiar con los discípulos Lan.

—Ya, ya, es muy pronto para que peleen —dijo Wei WuXian genuinamente feliz—. ¿Qué es todo esto que llevas, Wen Ning? ¿Iniciaras un pueblo o algo así?

—Oh, son algunos presentes que envían ZeWu Jun y HanGuang Jun —contestó con entusiasmo Lan JingYi.

—¿Algunos? Su definición de “algunos” me parece errada —rio Wei WuXian.

—Joven Maestro Jin —Wen Ning saludó respetuosamente al maestro sacando de sus solapas un paquete—. ZeWu Jun me pidió que te entregará esto, pide disculpas por no dártelo en persona.

—¿Qué es? —Jin Ling olvidó momentáneamente la molestia que le causaban los maestros Lan para recibir el pequeño paquete envuelto en papel blanco—. ¡Ah, es un libro! 

—¿Un libro? —preguntó Wei WuXian con astucia e interés.

—Me habló de él —repuso Jin Ling con simpleza, pues ignoraba que ese tipo de atenciones no eran algo usual en Lan XiChen—, y le comenté que me gustaría leerlo, así que ZeWu Jun me dijo que lo conseguiría para mí.

—Ah, de eso se trata… —Wei Ying río imaginando con anticipación el desagrado que causaría en Jiang Cheng tal muestra de cortesía que iba dirigida a su adorado sobrino.

—Sí, ZeWu Jun me dijo que lo encontraría interesante.

—¿Y qué tipo de libro es? —Wei Ying empezó a caminar guiando al los adolescentes al salón principal.

—Estudios sobre los inicios de la cultivación —contestó Jin Ling hojeando su nueva adquisición.

—Hubiera sido mejor poesía… ¡Bien, bien! ¡Apresúrense a entrar, también deben saludar a mi hijo!

Los adolescentes, el general fantasma y el Patriarca Yinling guiaron sus pasos al salón, los jóvenes discípulos discutiendo de nuevo sobre el mal carácter de Jin Ling y Wei WuXian bromeando con ellos sobre el mal ejemplo que serían para su hijo.

Mientras los discípulos de Gusu Lan compartían animadamente al lado de Wei WuXian y sonreían al sentir el movimiento de su abultado estómago recuperando así el tiempo perdido, Jin Ling buscaba la mejor manera de demostrarles que Wei WuXian estaba mucho mejor en Lotus Pier que en Cloud Recesses.

Hábilmente Jin Ling comparaba el clima de Yunmeng, mucho más cálido y fresco pese a encontrarse casi a principios de invierno, con la frialdad que empezaba a reinar en Cloud Recesses y que solía ser un tanto desagradable para los que preferían los climas más calientes. También hablaba sobre el buen trato que Wen Ning y el patriarca recibían y sobre la deliciosa comida que tanto disfrutaba el doncel y que no había en Gusu.

Claro que Lan SiZhui y Lan JingYi entendían a la perfección las intenciones de Jin Ling, pero no estaban dispuestos a permitir que su hogar fuera visto en menos, por lo que de la misma casual manera comentaron que en Gusu también se podía gozar de buenas experiencias como la belleza de la nieve que cubría por completo sus paisajes (misma que no todos sabían apreciar), las aguas termales que se sentían mucho mejor en invierno o el hecho de que no había perros en su hogar.

Wei WuXian escuchaba a los muchachos con una alegre sonrisa al mismo tiempo que observaba el montón de regalos que le enviaron con Wen Ning, adivinando también si la elección fue hecha por Lan XiChen o por su Lan Zhan. Muchas veces acertó en sus predicciones, sorprendiéndose enormemente al saber que la diminuta túnica blanca con nubes azules bordadas que creyó era un regalo de su esposo, fue encomendada especialmente por Lan Qiren.

—El Maestro Lan Qiren está preocupado —comentó Lan SiZhui sirviéndole té a Wei WuXian—. No lo dice abiertamente, sin embargo, sabemos que se preguntaba si en verdad estás en buenas condiciones.

—¿Y cómo lo saben?

—Por error lo escuchamos hablar con HanGuang Jun —repuso Lan JingYi.

—Un viejo Lan Qiren preocupado es difícil de concebir —se burló Wei WuXian sosteniendo la mano derecha de Lan SiZhui sobre su estómago—. ¿Cómo alguien tan digno se preocupa por algo tan trivial?

Wen Ning bajó la vista al oír las palabras de Wei WuXian; sin duda alguna el patriarca sabía por qué razón estaban en Lotus Pier los maestros Lan, pero no por eso tenía intención de cambiar su decisión.

—No sólo el Maestro Lan Qiren está preocupado —siguió Lan SiZhui ignorando la sonrisa de suficiencia del maestro Jin—. En verdad lamento no poder estar contigo de la manera que corresponde, siento que he fallado en mi deber de procurarlos a ambos, es algo que me gustaría cambiar para que nuestra familia vuelva a estar completa.

—Es muy solitario no contar contigo para supervisar junto a HanGuang Jun los castigos —Lan JingYi se unió a su compañero—. Me habitué a escuchar la flauta cada ocasión en la que nos acompañabas y a comer la comida que preparas para nosotros cuando volvíamos de una cacería nocturna.

—Seguro que Lan Zhan toca para ustedes si se lo piden —repuso Wei WuXian—. En cuanto a la comida, la comida de Lan Zhan es definitivamente mucho mejor que la mía.

—Sin embargo, no es algo que Wei WuXian prepara para nosotros —dijo Lan SiZhui con una sonrisa—. Para nosotros, cualquier cosa o acción que sea tuya es muy valiosa.

Wei WuXian les sonrió con ternura maldiciendo la astucia de Lan Qiren, pues le haría muy difícil decirles a los adolescentes que por mucho que los extrañará y deseara volver con ellos para burlar la seriedad de las reglas de Gusu, no podía permitir que su presencia lastimara a Lan Zhan.

Por eso decidió que lo mejor que podía hacer por los chicos era compartir todo el tiempo que estuvieran dispuestos a regalarle, llenándolos de los mimos que dejó de darles cuando se fue de Cloud Recesses.

Lan SiZhui y Lan JingYi pronto notaron que sin importar el tacto que empleaban para hablar de Gusu y la falta que les hacía, Wei Ying desviaba el tema o les hacía ver que en realidad su presencia no se podía considerar indispensable pese a ser la esposa de Lan WangJi.

Aun así, los jóvenes Maestros no se dieron por vencidos y siguieron intentando de todas las maneras posibles ablandar el duro corazón de Wei WuXian; no se detuvieron cuando Jin Ling los llamó fastidiosos o cuando Jiang Cheng los sorprendió tomando el té en su casa con el mismo obvio desagrado mostrado por su sobrino: ellos simplemente se centraron en aprovechar al máximo la oportunidad que tenían de estar con Wei Ying al mismo tiempo que trataban de convencerlo para que volviera a Gusu con ellos.

Wen Ning trató de ayudar a los jóvenes motivado por el genuino cariño que sentía por Wei WuXian y su hijo, pues, así como Lan Qiren creía que el niño debería nacer y criarse con la Secta Gusu Lan sin importar que unos cuantos viejos creyeran que tal nacimiento perjudicaría el buen nombre de la Secta.

De esa manera y bajo los atentos ojos de Jiang Cheng y Jin Ling, Lan SiZhui y Lan JingYi se quedaron en Lotus Pier por varios días sin dejar que su determinación menguara, riendo al compartir bromas con Wei Wuxian al mismo tiempo que se maravillaban al sentir la forma en la que su hijo se movía o al presenciar el increíble apetito que lo mantenía tan rebosante.

Sin embargo, a Jing Lin le molestaba más de lo que parecía que los jóvenes Lan buscaran la forma de convencer a Wei Ying de volver a un lugar donde lo despreciaban, así que estaba decidido a evitarlo porque se encontraba convencido que lo mejor que podía hacer el patriarca era vivir en Lotus Pier o en Carp Tower (ya lo había convencido de visitar Lanling), rodeado de personas que de verdad lo apreciaban.

Por eso, totalmente seguro de que lo que hacía era lo correcto, aprovechó una tarde donde Wei WuXian dormía para llamar a Lan Jingyi y Lan SiZhui con la única intención de dejarles claro que perdían el tiempo y que debían volver a su arrogante secta dejándolos vivir en paz y sin su molesta presencia que interrumpía sus buenos momentos.

Los Maestros Lan siguieron a Jin Ling sin saber qué deseaba decirles, pero seguros que nada bueno escucharían después de haber escuchado sus ácidos comentarios durante varios días.

—Jin Ling, ¿Qué es lo que ocurre? —preguntó Lan SiZhui cuando fueron llevados a uno de los campos de entrenamiento de Lotus Pier.

—Dejen de molestar a Wei Ying —repuso Jin Ling sin más—, es obvio que no quiere estar en Gusu; sus palabras sólo lo incomodan.

Los adolescentes se miraron sorprendidos antes de contestar.

—¿Wei WuXian te lo ha dicho? —cuestionó Lan JingYi.

—No, pero es obvio.

—Si es así, él debe decirnos que nuestras palabras no le son gratas —dijo Lan SiZhui—. Ahora, si es algo que sólo tú piensas...

—Guárdate tus palabras —añadió Lan JingYi frunciendo el ceño.

—No me las guardaré —contestó el maestro Jin—. Obviamente Wei WuXian es demasiado amable para decírselos de frente porque no quiere ser grosero con ustedes, pero eso implica que no deban saber que lo incomodan.

—Wei WuXian no nos ha dicho que nuestra presencia es desagradable para él, más bien se ha mostrado complacido al poder compartir con nosotros algo de tiempo —dijo Lan SiZhuisin entender por qué Jin Ling les decía tales cosas. Sí, ya sabía que no le gustaba que estuvieran en Lotus Pier, sin embargo, esa no parecía ser la única causa de su disgusto—. Maestro Jin Ling, más bien parece que sólo a ti te desagrada que compartamos tiempo con alguien que forma parte de nuestra familia.

—Eso es verdad —intervino Lan JingYi—. Si tanto te ofende que estemos aquí dilo claramente sin involucrar a Wei WuXian.

—Lo que más me molesta es su pretensión —se defendió Jin Ling—. Actúan como si supieran todo acerca de Wei Ying cuando la verdad, no saben nada.

—¿De qué hablas?

—¡Ni si quiera lo saben! —se burló Jin Ling.

—Pero obviamente tú sí —se quejó Lan JingYi.

—Y es por eso que deben irse y dejar de molestar a Wei Ying —dijo Jin Ling.

—Maestro Jin Ling, no dejaremos a Wei WuXian sólo porque crees saber algo que nosotros desconocemos —bien, Lan SiZhui seguía sin entender a qué se refería el adolescente que los miraba con desprecio, pero no por eso iba a permitir que les hablara de esa manera cuando ellos siempre habían sido respetuosos y solidarios con él—. Si hay alguna razón personal por la que sientas que debemos irnos, lo mejor sería que nos dijeras en qué momento te ofendimos para así poder pedir disculpas...

—Su desagradable secta me molesta —dijo Jin Ling sin más—. Vuelvan por donde vinieron y déjenos en paz.

—¿Qué te ha hecho la Secta Lan para que digas tal cosa? —cuestionó Lan SiZhui.

—Desprecian a Wei Ying —dijo Jin Ling—, se creen mucho y lo miran mal sólo porque tendrá un bebé. Deberían estar agradecidos de que eligiera una secta tan estirada como su hogar en lugar de obligarlo a irse sólo porque les preocupa la opinión de otros.

—Eso no es cierto... —los Maestros Lan miraban con sorpresa a Jin Ling.

—¡Clara que lo es! ¡Lo sé todo! —contestó Jin Ling—. ¿Por qué creen que vino hasta aquí? ¡Por qué sus ancianos lo echaron sin siquiera pensar cómo se sentiría!

—¡No es verdad! —gritó Lan Jingyi—. ¡Wei WuXian ha sido aceptado en Cloud Ressceses desde antes de casarse con HanGuang Jun! ¡Debe existir otra razón por la que se fue!

—¿En serio? ¿qué otra razón tendría Wei Ying para irse que no sea sus estúpidas reglas inventadas por sus estúpidos ancianos estirados?

Lan Jingyi no toleró más el tono sarcástico de Jin Ling, por lo que sin pensarlo dos veces sacó su espada para arremeter contra él.

—¡Lan JingYi! —llamó Lan SIZhui.

—¡Retráctate, Jin Ling! —exigió el discípulo Lan—. ¡Retira tus palabras!

—¡No lo haré! ¡Es su molesta secta la que debe disculparse con Wei WuXian y pedir de rodillas que vuelva! —Jin Ling se defendía con bravura—. ¡Y aunque lo hicieran no permitiría que regresara! ¡El se merece mucho más!

—¡Eso no te incumbe!

—¡Lan JingYi, detente ya! —Lan SiZhui se unió a la pelea sólo para tratar de detenerla.

—¡Wei Ying y su hijo no necesitan su estúpida secta ni ser despreciados por ella! ¡Estarían mil veces mejor al pertenecer a Yungmen!

Las palabras de Jin Ling lograron enfurecer a Lan Sizhui tanto que se unió a su compañero para lanzarse en su contra, exigiendo que retirara sus palabras. Pero el maestro no pensaba disculparse, no cuando estaba convencido de sostener la verdad.

Las tres espadas de los adolescentes chocaban entre si mientras sus portadores se enfrascaban en una fiera pelea desencadenada absurdamente y que no tendría un buen final debido a que ninguno estaba dispuesto a escuchar las palabras que los enfurecían.

Desgraciadamente para Jin Ling los Maestros Lan eran dos espadachines muy hábiles y lo superaban en número, por lo que pronto se encontró en desventaja pese a haber mejorado mucho su manejo con la espada. Aun así no iba a detenerse hasta demostrarles que era superior a ellos en cualquier circunstancia.

—Deténganse ya.

Justo antes de que los adolescentes se hicieran polvo en medio de su enojo, Wen Ning saltó entre ellos sujetando a Lan JingYi y Jin Ling mientras Wei WuXian avanzaba con paso calmo, pero obvio enfado cubriendo su rostro.

—Wei WuXian...

—¿Qué ganan golpeándose hasta el cansancio? —preguntó Wei Ying—. ¿Solucionan algo o lo hacen para divertirse, ah?

—Wei WuXian, Jin Ling empezó todo —se defendió Lan JingYi.

—¡No es verdad!

—Me importa poco quién comenzó todo, yo lo termino —dijo Wei WuXian con seriedad.

—Disculpa nuestro comportamiento… —Lan SiZhui guardó su espada; Jin Ling y Lan JingYi lo imitaron.

—Estaba muy feliz por tenerlos a los tres conmigo, pero apenas me doy la vuelta actúan como niños haciendo una rabieta —gruñó el patriarca—. Si Wen Ning los suelta y vuelven a pelear yo mismo me enfrentare a ustedes, ¿Entendido?

Los adolescentes asintieron agradeciendo que Wen Ning no fuera un cadáver feroz, de lo contrario su poderoso agarre ya los hubiera hecho trizas.

—Bien, ¿Ahora me podrían decir qué diablos les pasa a los tres?

—… Jin Ling dice que te fuiste de Cloud Recesses porque los ancianos te obligaron a irte —repuso Lan JingYi—. ¡Pero eso no puede ser cierto!

—Me fui de Cloud Recesses por voluntad propia —contestó Wei WuXian sentándose en el piso—. Nadie me obligó.

—¡Eres un mentiroso, Jin Ling! —acusó Lan JingYi.

—¡No lo soy!

—Entonces, si es verdad, ¿Por qué te fuiste y te niegas a regresar con HanGuang Jun? —preguntó Lan SiZhui con pesar.

—Porque es lo mejor para Lan Zhan y para ustedes —contestó Wei WuXian con un suspiro—. Pocas personas en Gusu creen que soy bueno para la Secta, además quieren apartarme de ustedes y de mi hijo si es que decido volver. Eso es algo que no estoy dispuesto a tolerar, así que decidí evitarle problemas a Lan Zhan yéndome por cuenta propia.

Los adolescentes escuchaban a Wei WuXian hablar sin decir nada pues no sabían qué decir.

—…pero —dijo Lan SiZhui tras un breve silencio— debe haber una forma de...

—Lan Zhan encontrara una forma para que volvamos — interrumpió Wei Ying—, mientras tanto lo mejor es que esté lejos, de esa manera no hará nada arriesgado por mi que lo deje en malos términos con la Secta Lan.

—Eso no es justo —murmuró Lan JingYi sentado al lado derecho de Wen Ning.

—El maestro Wei Ying hace lo que considera mejor —contestó el general fantasma.

—Las cosas justas no siempre son agradables —dijo Wei WuXian—, pero hay que aprender a lidiar con ellas sin enfadarse ni atacarse unos a otros. ¿Al menos se detuvieron a pensar en cómo me sentiría yo al verlos pelear entre ustedes cuando los quiero de la misma manera?

Lan SiZhui, Lan JingYi y Jin Ling negaron con la cabeza.

—¡Claro que no lo hicieron! —se quejó Wei WuXian—. Serán pésimos hermanos mayores si siguen comportándose así, mi pobre hijo no tendrá un buen ejemplo que seguir pese a lo mucho que le hablo sobre sus magníficos hermanos que no hacen nada más que pelear absurdamente entre ellos… Deben disculparse, de lo contrario me enfadare realmente con ustedes.

Wei WuXian rio al ver la mala cara que los muchachos ponían ante sus palabras, por lo que decidió no forzarlos a pedir disculpas por su inaceptable comportamiento (al menos no de momento). En cambio pidió su ayuda para ponerse en pie con la intención de volver a la casa principal para prepararles una deliciosa comida que disipara su mal humor.

Los adolescentes lo siguieron sin quejarse ni dirigirse la palabra, pues seguían molestos aunque ya no entre ellos: estaban más enfadados con la situación y la decisión de Wei Ying.

El castigo de Wei WuXian fue una sopa extremadamente picante que debieron comer sin quejas ni objeciones, soportando las carcajadas del maestro que les decía lo afortunados que eran al no ser descubiertos por Lan Qiren o por Jiang Cheng, pues sin duda ninguno de los dos los hubiera dejado ir sin antes hacer que sangraran un poco ante su dura disciplina.

Terminada la sopa y mientras paseaban en un barco por el lago, Lan JingYi y Lan Sizhui entendieron que de nada servirían sus esfuerzos si Lan WangJi no lograba encontrar la manera de hacer que Wei WuXian fuera bien recibido en Gusu, situación que los desanimó tanto que el primero tuvo deseos de llorar silenciosamente al ser incapaz de hacer algo más.

Wei WuXian les sonrió y los dejó descansar apoyando la cabeza a cada costado de su estómago y junto a Jin Ling, deseando también que su esposo volviera a buscarlo a Lotus Pier para llevarlo finalmente al jingshi pues, pese a que lo consideraba, se sabía incapaz de vivir más tiempo alejado de él.

Los adolescentes disfrutaron por igual del amor que Wei Ying les daba deseando fervientemente no perderlo, intentando también aprender a compartirlo ahora que sabían que eran amados de la misma forma.