31. "Barajas Shots"

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James

El último shot pasea por el torso desnudo de la lagartija, mientras que siento que mis ojos son hogueras. Por cada segundo que veo a Emily chupar el torso del pedazo de imbécil que solo está paralizado mirando con detenimiento como Emily bebe de él.

Decidido, giro mi cabeza hacia mi derecha. No quiero seguir mirando este ridículo circo. No quiero seguir viendo como la maldita lagartija titubea con cada acción que hace Emily.

—¡Reto cumplido!— informa Emily con esa voz que grita "Me bebí el bar".

Escucho como Emily ríe y apuesto a que debe estar mordiendo su labio inferior, como hace cuando se emociona. Lo recuerdo, porque ese fue su gesto cuando la lleve a la pastelería francesa de Nueva York para comerse sus cupcakes de red velvet.

—Solecito endemoniado—me llama el rubio, con fastidio dirijo mi cabeza hacia él y alzo una de mis cejas—. Bien, pensé que ya estabas llorando— se burla, y antes de que decida mandarlo al diablo, menea su cabeza y alza su mano—, estaba bromeando, ya deja de mandarme al diablo que debe estar cansado de que lo invoques tanto—suspira y alza una de sus cejas—. ¿Qué tal?

—¿Qué cosa?— me hago el desentendido, sé a qué se refiere, pero si lo ignoro tal vez me joda menos.

Joseph me mira con obviedad y señala con su pulgar disimuladamente el lugar donde se encuentra Emily.

—No lo sé...—sorna con burla—. ¿El juego, joder?— termina alzando sus manos.

<<Como la mierda>>

—Bien— contesto y ruedo mis ojos—. No es gran cosa.

Joseph suelta una risa suave, mientras sacude su cabeza.

—Vaya... admiro tu fuerza de voluntad, en serio— acota y entrecierra sus ojos—. Soy tu mejor amigo, joder... he conocido mucho de ti durante todos estos meses, James— se pausa—, pero si quieres seguir reprimiendo al demonio que habita dentro de ti. Bien— se encoge de hombros y yo solo puedo mirarlo serio—. Igual explotaras.

—¿Por qué mejor no te callas?—farfullo y entrecierro mis ojos—. Digas las mierdas que digas, no hará que no termine pateándoles el culo a los tres— los señalo.

—Bien— se rinde alzando sus manos—, no diré más.

Aunque me quieran ver hecho un demonio, y que esperen a que haga lo que quieren. Tendrán que quedarse esperando. Empezando por Emily.

La botella gira por unos segundos con velocidad, hasta que se detiene por la inercia, y el pico de la botella señala a una pelinegra, tiene un cuerpo demasiado exuberante de curvas pronunciadas, piernas largas y delgadas. Cara con rasgos exóticos y un bikini diminuto.

Me entero que existe.

Emily parece conocer a la pelinegra, porque sonríe con malicia al ver que la botella la señala. Se acerca a ella y extiende su palma de su mano derecha.

—Chelsea, baraja azul—pide, y la pelinegra busca entre sus barajas, toma una de estas y la deja en la palma de Emily dejando ver la bajara número 3 color azul.

—Uh... confesión— sorna Alice emocionada, y suelta una risa suave—. Que sea buena Emms.

Emily asiente, y dura unos segundos pensativa. Al cabo de unos minutos su voz suave y ebria le indica que debe hacer a la pelinegra, que parece estar casi temblando.

—Quiero que confieses cual sería la fantasía sexual que te mueres por cumplir en la pool party— espeta Emily con media sonrisa—, y quítate la prenda que quieras.

Juntos Una Vez Más [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora