ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏ ❀ ɴᴜ́ᴍᴇʀᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

꒰ ０８ ꒱

⿻ T/N, Tú Nombre ⿻

Acompañé a Cinco a la tienda, me quedé viendo algunas revistas que estaban en los aparadores, cuando terminé me acerqué hacía la luz porque esa era la lampara que alumbraba de Cinco; cuando empezaba a estar más cerca escuché que estaba hablando...

—Dolores... Que gusto verte... Te extrañé, obviamente... Bueno, ah... Fueron días difíciles...

Esto no podía ser real, ¿Vino hasta este jodido lugar por Dolores? No puede ser, se me rompió el corazón, para cualquiera podía ser un pedazo de plástico incluso para mi, pero me dolía porque si en un momento tan difícil Cinco me cambió por eso, no quiero imaginarlo ahora...

—No puede ser cierto... ¿Para que mierda me trajiste aquí? —lo interrumpí.

—T/N... Te lo puedo explicar.

—No me digas absolutamente nada —comencé a llorar —Confíe como estúpida en ti, ahora resulta que hasta me veniste a traer hasta acá sólo por tú pedazo de plástico... Sabes que, me largó.

Rápidamente me transporté, llegué a la academia, abrí la puerta, estaba destrozada, llorando... Allison y Luther estaban ahí.

—¿Qué sucede T/N? ¿Todo esta bien? ¿Y número Cinco dónde esta? —preguntaba Allison preocupada.

—No pasa nada, estoy bien...

—¿Y número Cinco?.

—No me importa donde este, ya no quiero saber nada de él.

Me fui corriendo a mi habitación, me recargue sobre la puerta y poco a poco comencé a resbalarme en esta hasta caer al suelo, tonar mis rodillas y comenzar a llorar más de lo que ya. Cinco me volvió a cambiar y por esa mierda... Me dolía demasiado, me prometió esta misma noche que estaríamos bien y tuvo que ir por su maniquí, además ¿Por qué mierda me llevó?... Estaba desconsolada, no quería ver a nadie.

⿻ Número Cinco ⿻

Salí de aquella tienda con Dolores, me transporté y llegué a la mansión, en la sala me encontré con Allison y Luther. Decidí ignorarlos pero fue imposible, se acercaron a mi.

—Cinco... Por dios ¿Qué te paso? Estas manchado de sangre en tu brazo.

—No es nada —dije mirando mi uniforme. —¿Han visto a T/N?.

—Si, llegó llorando ¿Sabes que le sucede?.

—Mierda... —agache mi mirada.

—¿Necesitas ayuda? —pregunta Luther...

Inmediatamente se me vino aquel recuerdo, cuando T/N y yo llegamos al apocalipsis, fue cuando encontramos todos sus cuerpos sin vida.

—No hay nada que puedas hacer... Ninguno puede.

Y los dejé solos, me dirigí a mi habitación, dejé la mochila y rápido fui al cuarto de al lado, el de T/N, toqué la puerta.

—No quiero ver a nadie —dijo ella.

—T/N... Por favor...