ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏ ❀ ɴᴜ́ᴍᴇʀᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

꒰ ２８ ꒱

⿻ Número Cinco ⿻

Después de un par de copas ya estaba ebrio, iba por la sexta margarita, frente a mi estaba Dolores, era la única que podía hacerme compañía.

—¿Crees que término todo? ¿Qué logramos evitar el apocalipsis?... ¿Ahora qué?... No se, escuchó sugerencias... —interrumpieron nuestra conversación tocando el timbre —voy yo

Me levanté dejando sola a Dolores y dirigiéndome con mi margarita en mano a la puerta principal, la abrí encontrándome con Hazel serio y apuntándome con un arma.

—Hola anciano.

—Tú tienes a mi hermana —dije tranquilo, estaba ebrio —¿quieres una margarita? Pasa.

Ambos entramos a la academia, dirigiéndonos de nuevo a la barra, yo me senté mientras Hazel me veía extrañado por mi actitud.

—¿Veniste a matarme?.

—Cierto... —miró su arma para después guardarla —perdón, la costumbre pero entiendo porque pensarías eso.

—Entraste a nuestra casa, atacaste a mi familia, secuestraste a mi hermano y al amor de mi vida. —miré un momento a Dolores —sin ofender pero tú mejor que nadie sabes que T/N es el amor de mi vida.

—Ya no puedo cambiar lo que paso y no me culpes. Te recuerdo que no soy el único asesino aquí, tienes tú pasado sangriento al igual que tú novia o hermana, tú incesto mejor dicho.

—Hazel, ¿qué haces aquí?

—En realidad... —él iba a continuar hablando pero Diego lo interrumpió dándole una patada por la espalda.

—¡Diego espera!

Mis palabras no pudieron evitar los golpes de Diego, él continuó atacando a Hazel, yo dije un par de cosas más pero fue inútil porque hizo caso omiso, por lo que preferí seguir bebiendo de mi margarita hasta que terminarán y disfrutar del show. Incluso me iba a preparar otra margarita pero vi a Diego morder la oreja de Hazel por lo que de inmediato me transporte encima de mi hermano y romperle un florero en su cabeza.

—Morderte estuvo de más. Hazel no se que veniste a decir pero mejor hazlo rápido antes de que despierte. —dije volviendo a mi asiento

—Deje a mi compañera, renuncié a la comisión y vine a ayudar.

—¿Qué?

—A impedir el apocalipsis. —yo comencé a reír —¿se puede saber que te resulta tan gracioso?

—Antes de responder eso, ¿por qué quieres ayudarnos?

—Digamos que estoy interesado en una tienda de Donas.

—Lamento decepcionarte pero llegas demasiado tarde. —dije burlón —el hecho de que estés aquí significa sin duda alguna que ya no habrá apocalipsis.

—¿Seguro?

—Murió, el causante. Esta mañana de hecho, tú eras la única incógnita de mi ecuación.

—Carajo ¿en serio? —dijo bastante alegré, yo asentí

—Contigo fuera, ya no vendrán los jinetes.

—¡Genial! —se acerco para sentarse a un lado de mi y beber una margarita, mejor dicho el licuado completo —¿y ahora qué?

—Francamente no lo se... Llevo tanto tiempo en esto que nunca pensé que haría después... No lo se ¿qué hay de ti?

—Me cansé de esta locura, empezaré de cero. Haz lo mismo que yo.

—Eso no es tan sencillo...

—No tiene porque ser difícil, velo de esta manera; si no hubieras viajado en el tiempo y nunca hubieras conocido a la encargada, ¿qué hubiera pasado?...

—Sería una persona inmadura y emocionalmente atrofiada como todos mis hermanos...

—Por dios, no siempre debes de ver el lado malo a esto... ¿Y T/N?

—T/N... La amó Hazel pero por culpa mía ahora esta muriendo...

—Intenta estar con ella Cinco, dices que tus hermanos están mal emocionalmente pero mirate, estuviste con un maniquí la mitad de tú vida... Por fin tienes a alguien real, alguien que te ama con su ser y tú lo único que haces es beber con este maniquí, tú lo dijiste momentos antes... Es el amor de tú vida, vamos, haz lo que quieras ahora con ella para ser felices. Se acabó Cinco, el apocalipsis se acabó.

—Estaba pensando en pedirle matrimonio Hazel... —dije con una media sonrisa.

—Bueno, ahí tienes ahora puedes hacerlo Cinco, no pierdes nada con intentar ser feliz... Suerte cinco. —se levantó para irse pero lo interrumpí

—Hazel, antes de que te vayas.

—¿Qué sucede? —dijo mirándome

—¿Quién de ustedes mató a la detective Patch?

—Mi compañera...

—Lastima, su arma hubiera ayudado a mi hermano...

—Pues estas de suerte amigo —sacó ambas armas —te dejo las dos, ya no voy a usarlas... Fue un gusto conocerlos número Cinco...

—Fue un gusto Hazel...