ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏ ❀ ɴᴜ́ᴍᴇʀᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

꒰ ғɪɴᴀʟ, ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ ꒱

⿻ ᴛ/ɴ, ᴛᴜ́ ɴᴏᴍʙʀᴇ ⿻

—¿Qué hay de Pogo? —preguntó preocupado Diego

—No sobrevivió... —dije yo triste

—¿Qué?...

—Vanya lo mató... Justo antes de salir...

—Mamá y también Pogo... —se decía así mismo Diego destrozado

—¡OIGAN! —escuchar esa voz era lo único que necesitaba —¡T/N!

De inmediato fui corriendo a abrazarlo, él de inmediato abrió sus brazos para abrazarme con la misma fuerza que yo lo hacía con él.

—El apocalipsis sigue en curso... El mundo se acaba hoy... —dijo acercándose a los demás

—Dijiste que lo habíamos impedido... —dijo serio Diego

—Me equivoqué ¿okey? Este es un periódico que encontré en el futuro el día que llegué, el titular no ha cambiado —dijo mostrando aquel periódico

—Eso no significa nada... El tiempo pudo alterarse desde que se público.

—¡No estas escuchándome! Cuando lo encontré, creí que la academia se destruyó durante el apocalipsis pero la luna sigue brillando y la tierra sigue entera pero no lo academia...

—Me confundes...

—Entonces escuchame idiota, Vanya destruyó la academia antes del apocalipsis. Creímos que Harold Jenkins era la causa pero fue el detonador, Vanya es la bomba... ¡VANYA CAUSA EL APOCALIPSIS!

—Hay que buscarla... Tenemos que irnos ahora, nos vemos en el super star.

Sin más nos fuimos todos, Cinco me tomó de la mano y nos transportamos juntos llegando al lugar acordado por Luther, los bolos.

—Odió tener que decir esto pero nos tenemos que preparar...

—¿Para qué?

—Para detener a Vanya como sea —Allison lo golpeó con la libreta —¡quiza no haya otra opción Allison!

—Mentira, opciones hay cientas.

—¿Cómo cuales? —dijo Cinco serio

—No lo se...

—Más allá de lo que decidamos, debemos de encontrarla y rápido. Podría estar en cualquier parte.

—Oh... Aquí... —dijo Klaus señalando el periódico en sus manos —miren, estará en una orquesta en el teatro Icarus.

—Es verdad, el concierto es esta noche...

—Hola... —era una empleada —odio interrumpirlos pero el encargado dice que si no se ponen a jugar, tienen que irse...

—¿A quién le toca? —pregunté

—A mi. —dijo Luther