8-.Pequeño descanso....

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NARRA ESTEFANIA...

Cada vez es mas difícil para mi seguir fingiendo que estoy bien con los ''amigos'' que tengo. Ya estaba en casa, había fingido que me sentía mal así que no había ido a ballet y la profesora de modales estaba enojada conmigo así que no podría asistir por un tiempo, cosa que yo agradecía.

Mi celular comenzó a sonar, mire la pantalla y vi que era una llamada de Eduardo.

Inicio de la llamada...

-Hola amor-dice Edurado-.

-Hola, amor.

-Hoy hay una pequeña fiesta en mi casa, asistirás ¿cierto?.

-Si, eso creo.

-Perfecto, iré por ti a las siete. Adiós.

-Adiós.

Fin de la llamada...

-Mierda, otra jodida fiesta-susurre-.

No pasaron ni cinco minutos y me llega una llamada de Ana.

Inicio de la llamada...

-Hola chica, oye iré a tu casa a las 4:30 para arreglarnos y platicar un poco-dice Ana-.

-Mm... Esta bien-dije dudosa-.

-Por cierto, Carmen no podrá ir, la muy tonta no tiene permiso, no se que hizo pero en la ultima fiesta no fue y si deja de ir dejara de estar con nosotras.

-Mm....Si, creo-dije tratando de fingir interés-.

-Bueno, no importa, hablamos de eso luego, voy a tu casa al rato, adiós.

-Adiós.

Fin de la llamada....

Otra fiesta, otro chisme, otro día normal en mi maldita vida.

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Paso el tiempo, mire el reloj y me di cuenta de que ya eran las 4:30, cinco segundos mas tarde el timbre de la puerta suena. Yo estaba abajo, sentada en el sillón así que podía ver quien era. Alberta va y abre la puerta. Al abrir la puerta veo a Ana, Alberta me mira y yo la miro. Después Ana hace a un lado a Alberta, me mira y pasa.

-Hola, chica-dice contenta Ana-.

Alberta con expresión enojada cierra la puerta y se va.

-Hola-dije volviendo a mirar el televisor-.

-¿Que haces ahí?, ¿no te has bañado?-pregunta enojada-.

-¿Por que lo aria?-pregunte-.

-Por la fiesta, ¿Estefania lo olvidaste!-pregunta Ana enojada-.

-Lamentablemente no-susurre-.

-¿Que dijiste?-pregunta Ana-.

-Nada, subamos a mi cuarto para arreglarnos.

Ana y yo subimos. Al subir Ana dejo en mi cama una enorme bolsa que tenia y de ella saca dos vestido elegantes pero divertidos, uno era color negro y otro blanco con un poco de menta.

-¿Para quienes son esos vestidos?-pregunte despreocupada-.

-El negro es para mi y el otro es para ti-dijo Ana con una sonrisa en el rostro mientras me tira el otro vestido-¿Puedo usar tu baño?, ¿supongo que tu usaras el de tus padres?

-Claro, anda.

Ana toma su vestido, una toalla y se va a mi baño. Yo tomo mi vestido, una toalla y me voy al baño de mis padre. Cuando termine de bañarme me puse el vestido que Ana me había prestado.

Después volví a mi cuarto en donde se encontraba Ana, ella estaba frente a mi espejo intentando maquillarse.

-¿De donde sacaste ese maquillaje?-pregunto-.

-También lo llevaba en la bolsa, junto con una bolsa negra chica para guardar algunas cosas. No planeo prestarte maquillaje-dice Ana-.

-No te preocupes, no me importa.

Me acosté en la cama sin importancia y comencé a mirar el techo. Ana se voltea a verme enojada.

-Levántate, tienes que secar tu cabello antes de que moje tu vestido, tienes que maquillarte, buscar unos buenos tacones, tienes que hacer muchas cosas-dice Ana enojada-.

-No quiero.

-Si, si quieres. ¿por que has estado actuando raro?-pregunta confundida-.

-¿Y que tal si en realidad esta soy yo-digo dudosa-.

Quedo un pequeño silencio incomodo.

-Jajaja, tu no eres así-dice Ana con una risa-basta de tonterías y arréglate.

Me levante de la cama, seque mi cabello y me comencé a maquillar. Al mirarme en el espejo miraba solo una chica maquillada a la que a simple vista se podría decir que es una hueca, que solo piensa en maquillaje, que solo en una niña mimada, pero, yo no soy así, ¿o si?, no lo se, ni siquiera se quien demonios soy. Pero lo que si se es que entre mas intento ser otra persona mas me pierdo a mi misma.

Ana termino de arreglarse y se dijo varios cumplidos a si misma mientras se miraba en el espejo.

-¿Que hora es?-pregunta Ana-.

Volteo a ver mi celular.

-Son casi las siete.

-Genial-dice Ana con una gran sonrisa en el rostro-.

-Si, genial, supongo.

-Oh vamos, deja de estar actuando como una maldita inadaptada, por eso te dije que no estuvieras con esos fenómenos.

-No son fenómenos y no los llames así-dije enojada-.

-Ya, no importa.

Ana toma una bolsa y mete dentro un poco de maquillaje. Yo hago lo mismo.

Poco tiempo después llega Eduardo y nos vamos a la fiesta.

Al llegar a la fiesta todo estaba como siempre. Yo estaba a un lado de Eduardo mientras el me tomaba por la cintura y hablaba con sus amigos. Ana intentaba coquetear con algún chico y esta vez Carmen no estaba, pero si estuviera estaría con Jorge, ya que al parecer hay algo entre ellos dos....

Música a muy alto volumen, chicos y chicas fumando, bebiendo y algunos drogándose, otros fajando y otros solo hablando. La misma rutina en la misma fiesta que para muchos era divertida pero para mi solo era la misma mierda.

-¿Cierto mi amor?-dice Eduardo-.

-Em, si, cierto-dije tratando de fingir que había prestado un poco de atención-.

-¿No estabas prestando nada de atención cierto?-pregunta Ercik-.

-No, la verdad no-conteste-.

-¿Que te esta pasando?, ya no eres la misma des que estuviste con esos fenómenos-dice molesto Eduardo-.

-No los llames así, no son eso-conteste aun mas molesta-.

-Si, si lo son y tu y yo lo sabemos.

-No, no lo son.

-Te prohíbo estar una vez mas con ellos.

-No me puedes prohibir nada.

Salí de la casa y Eduardo me siguió.

-Deja de seguirme-grite enojada-.

-¿Que mierda es lo que quieres?-pregunta enojado-.

-Un pequeño descanso.

-¿De que?

-De toda esta mierda, de esta actuación, ¡de esto!

-Bien, vete.

-Pues me voy.

Eduardo volvió a la fiesta y yo seguí caminando sin ningún rumbo.

Un mundo suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora