43-.Mi pasado, mi doloroso pasado...

541 40 2
                                    

NARRA ESTEFANIA...

Patricia, Juana, Henry, Patrick y yo estábamos sentados en la banca de el parque que esta cerca de mi casa. Estábamos desesperados, no encontrábamos a Francisco y ya no sabíamos donde buscar. Tenia miedo, mucho miedo.

De repente vi a un chico que se nos acercaba, no distinguía quien era pero conforme se acercaba me daa cuenta de que se parecía a Francisco. Me levante y fui caminando hacia él.

Me quede parada frente a frente con el chico, era Francisco. Le di un pequeño golpe en el hombro y después lo abracé.

-No te vuelvas a desaparecer por favor-sususrre-.

Lo abrace, al fin estaba ahí, frente a mí, junto a mí.

NARRA FRANCISCO...

Estefania me dio un golpe en el hombro y me abrazó.

-No te vuelvas a desaparecer por favor-me susurró-.

Sentí su amor, sentí eso que no había sentido y necesitaba.

La abrace fuerte, muy fuerte. No quería que este momento acabara. Y de repente, paso algo mejor, mis amigos llegaron y me abrazaron. Estaba con ellos. Al fin estaba en familia, ellos son mi familia.

Pero algo lo cambio todo, levante un poco la cabeza para respirar entre tantas personas y ahí estaba él.

Estaba Armando.

-Mierda-grite-.

Me salí de la bola de abrazos y me fui corriendo. Corrí lo mas rápido que pude aún que pude notar que Armando iba persiguiendome.

Todo el día a estado así, hice lo que me pidió. Le di su destino pero como siempre solo lo tiro y me golpeo, pero por alguna razón quería matarme a golpes. Me estuvo persiguiendo por mucho tiempo y me había podido escaarade él lo suficiente como para descansar un poco pero cuando me encontraba volvía a correr hacia mí.

Estúpido Armando, estúpidos golpes y hermosa habilidad de correr rápido. O al menos lo necesario para poder escapar.

Pero lamentablemente eso, este vez no me salvó. Un señor enormemente gordo me tumbó al suelo y se sentó sobre mi para que no me pudiera mover.

- ¿Qué mierda haces? Dejáme ir-dije con una enorme dificultad-.

Él señor es horrorosamente pesado, al menos para mi. Su panza salía de la camisa y se veía súper asqueroso. Era un puerco sentado sobre mi. Una cerdo obeso, muy obeso. No me dejaba respirar, no con facilidad.

Y se paro, por fin se paro. Aún que eso fue lo peor que pudo hacer.

Pude volver a respirar fácilmente pero alguien me tomo de mi brazo y de un jalón me levanto del suelo. Era Armando.

-Ya valí mierda-pensé-.

Armano tomo fuerza, cerro el puño y me golpeo en la cara. Me deje caer y pude sentir calor en mi nariz, el calor era producido por la sangre que estaba saliéndose. No me dolía, solo sentía como caía la sangré.

Aún que estaba en el suelo Armando no se detuvo, me pateó en la espalda, después en la cara. Comenzaba a sentir el dolor, me comenzaba a doler.

-Por tú estúpida culpa Daniela me dejo. Por tú estúpida culpa Francisco murió. Por tú culpa ya no vive Ariana. Por tú culpa paso todo esto-dice Armando mientras me pateaba-.

Armando dejo de patearme y se alejo. Me levante y tome valentía.

-Esto no es mi culpa-grite mientras Armando aun estaba cerca-.

Él se detuvo.

-Esto es tú culpa. Tú ibas con mi padre, tú deprimiste a mi madre, tú no quisiste cambiar y ahora, has perdido a la única persona que aún te soportaba-dije intentando mantenerme valiente-.

Supongo que Armando no pudo con la verdad, no se dejo caer, no se quedo parado. Dio medía vuelta y fue corriendo hacia mi. No iba para disculparse, iba a pelear, lo sabía. Me fui corriendo.

No estaba lejos de la casa, eso era lo bueno. Al llegar a la casa entre a mi cuarto y cerré la puerta con seguro. Armando aún me estaba persiguiendo así que cuando llegue a mi cuarto Armando estaba golpeando la puerta para entrar. Intente ignorarlo así que me acosté, me puse los audífonos y subí el volumen de mi música al máximo.

Un mundo suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora