Tus Labios

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NARRATIVA: Mikaela 

NARRATIVA: Mikaela 

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—Hey, hey. Levántate ya… —Escuchó que me susurra alguien. Abro perezosamente mis ojos, y lo primero que logró observar es una cabellera brillante de color azabache, unas pestañas largas y bonitas, y tapado con la sábana como si se tratara de una bolita. Él se ve bonito, inclusive durmiendo. Intento ponerme recto, lentamente, para no despertarlo. Y sonrió por la tierna imagen, al verlo revolverse un poco. Pero… Me siento de alguna manera muy, muy observado. Lento, y con cuidado arrastró mi vista hacia al frente. Al subirla cada vez más me puedo encontrar fácilmente con unos ojos morados, y una expresión neutra.

—Tu… —Susurro yo. Y toda la paz, y sobre todo, la somnolencia se ha escapado de repente, muy rápido. ¡Que me he pegado el susto de mi puta vida, joder! Me sobresalto un poco, echando mi cuerpo levemente hacia atrás, reposando mi espalda al sillón.

—Levántate, Mikaela  —Me pide él. Pero no lo hace como si estuviera molesto, más bien, algo amable. —, necesito hablar contigo. —Me revela él.

Esto me hace sentir especialmente curioso, puede que quiera hablar respecto a lo sucedido en la fiesta. Ese malentendido que tuvimos. No estoy muy feliz por su actitud, pero tampoco me importa mucho, siendo sincero. De seguro estaba más allá en el quinto cielo que en nuestro mundo.


Le hecho una última y leve mirada al joven moreno, sonrió, sin poder evitar hacer este tipo de cosas, sólo con verlo me hace sonreír, incluso reír. Ya saben, cosas de gente estúpida como yo. Tal vez me gusta más de lo que debería… Negó suavemente con mi cabeza, de manera involuntaria. Como si lo intentará sacar de mi mente, aunque es imposible de hacerlo.

Guren se dirige hacia la cocina, vaya, ya me he aprendido los compartimientos de la casa. Aunque no es tan difícil, después de todo, es algo modesta.

—Él no se va a despertar, tiene el sueño muy pesado. No te preocupes. —Le escuchó decir antes de perderlo por completo de la vista.
Y eso hago, me levanto, claramente siendo bastante cuidadoso. Y me percató de que Yū-chan ni se percató de que el calor de mi cuerpo lo ha abandonado. Sé que lo dije, que aquella era mi última mirada hacia él mentí. Porque mis ojos de nuevo están en él. Sé que mi olor está impregnado en… bueno, casi toda la casa. Incluso en la ropa de Yū-chan debe de estar, como el suyo está en la mía. Me basta sólo con olfatear un poco para darme cuenta de que así es. Lo puedo oler en lo ropa. Algo que no me hace sentir de alguna manera incómodo.

Me siento calmado. Y siendo sincero, me gusta que Yūichirō huela a mí. Y me gusta oler a él.

Después de extasiarme con aquel dato, torpemente camino hacia la cocina, bostezando, sin cubrir mi boca. De verdad poco me importa ahora, justo en estos momentos. Me siento tan perezoso, tan calmado, que de verdad parece que nada me preocupara.

Me abstengo a entrar y observar al otro moreno, sentado en la silla. Sus ojeras son aún más notables desde aquí, realmente desde que lo conocí, siempre las ha poseído. Pero supongo que tuvo una noche difícil, apesta a Shinya.

—¿De qué quieres hablarme? Y buenos días… —Nunca tengo que olvidar los momentos en que debo de actuar con educación. Es lógico que es algo que debo conservar. —Ese rostro tuyo habla por sí solo mala noche, ¿No es así? —Preguntó para tomar asiento también.

—Sí, mala noche pero, no es de lo que quiero hablar, Mikaela —Me responde sincero. Algo que aprecio. —, ya debes de sospechar de que es lo quiero hablar.

Me quedo unos momentos en silencio, por supuesto que tengo mis sospechas.

—Bueno, puede ser de Yū-chan o… De Shinya. —Intento no sonar muy a la contraria. Porque no lo estoy, es un tema que no me importa tocar. —si estoy equivocado, sólo necesitas corregirme.

Él asiente levemente, haciendo sentir bastante confiado de mí mismo. No siento que esté disgustado, pero, si siento como si su alfa estuviera bastante disgustado. Después de todo, también soy un alfa y he entrado en el lugar que consideramos algo sagrado. Creo que somos muy territoriales por naturaleza. Tampoco él me invitó a su espacio, pero bueno, parece muy normal.

Nada está fuera de lo común ahora.

—Hablemos de Yūichirō.

—¿Este es el tema? Uff, ya empecemos a hablar de la boda si quieres, cuñado. —Bromeo un poco, intentando aligerar el ambiente.

Al parecer mi broma funciona, pues Guren sonríe por primera vez en el día. Esto me hace sentir más cómodo que hace algunos momentos atrás.

—Bueno. ¿Qué quieres con mi hermano? No te veo viéndolo a él como un simple amigo, sabes —Sé que es su hermano, supongo que es bastante normal que quiera tener este tipo de conversación en este punto. Supongo que Yūichirō le habrá comentado sobre nuestras constantes conversaciones o cosas así. No creo que quiera hablar sobre otra cosa. —¿Qué tipo de relación quieres con él? Creo que me quedó claro con esa broma tuya.

Esta no es una pregunta que me cueste responder. De todas formas he pensado mucho sobre eso. Me parece curioso, en el momento en que lo conocí pensé mucho sobre mi relación con él, la manera en que me hace sentir con tan sólo una mirada.

—Yo quiero conocerlo más. Que me conozca más. Realmente, no sabría como llamar lo que siento por él. Nos conocemos hace muy poco después de todo… —Respondo yo. Tampoco le voy a decir que lo convenza para que tengamos una cita o algo así. Sería buena idea, pero el trabajo bien hecho es el único que haces tu, así que no.

—O sea que te gusta. —Dice
directamente él.

No me importo en negar su afirmación, sólo me quedó callado. Esperando que diga algo respecto, o bueno haga algo. No lo conozco muy bien, por lo que no sé cómo podría reaccionar.

—A Yūichirō no le eres indiferente, después de todo… —Revela él. Esto hace que mis mejillas levemente se coloreen, sintiendo todo revólveres en mi interior. Por supuesto que en el fondo lo sabía, pero que me lo diga él, supongo que es más sólido. — Y eso es lo peor. Tengo una buenos puntos por lo que no debería dejarte quedarte con Yūichirō. Principalmente, por lo que sea que sucedió entre Shinya y tú.

Borracho de amor [𝓜𝓲𝓴𝓪𝓨ū/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora