Sus Verdades

578 63 47
                                    


NARRATIVA: Omnisciente


NARRATIVA: Omnisciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El rostro totalmente descolocado de Guren y su exagerada reacción facial provocó una pequeña explosión  roja en el rostro del mayor de los hermanos.

O sea, que me voy una noche completa y te emborrachas y de paso te dejas besar por la rubia esa. —Resume el de ojos violetas, tomando otro sorbo de aquel té que no ha podido tomar debido a los constantes comentarios que hace.

—Ash… Tampoco es para que lo digas así... —Contesta el de ojos verdes, dejando en blanco sus estos mismos. —Creo que piensa que no me acuerdo. Así que hasta podría ser mejor. —Opina el mayor, sin ser sincero sobre lo que  esta diciendo. Se muere por dentro, en realidad.

—¿Mejor? —Cuestiona el Alfa, incrédulo. —¿Qué mierda quieres decir con eso?

La cocina se queda en un silencio extraño.

La mirada verde perdida en sus pensamientos y el otro joven, concentrado en las reacciones de su hermano.

—Yo… No sé. —Rendido confiesa. A pesar de no querer demostrar completamente lo perturbado que se encuentra por ese contacto, la mirada juzgadora de su hermano lo hace sentir amenazado.

Además de que en sí, ya toda la preocupación no cabe. Está extremadamente preocupado por todo. Por lo que pueda pasar, a demás de que no sabe realmente lo que siente por Mikaela o lo que el rubio siente, corrección. ¿Acaso es un juego? ¿Es verdad? ¿Como podría él saberlo?

Una mano fue a parar sobre la caja de cereal sobre la mesa, literalmente haciéndola mierda.

—¡Estás bien loco! —Exclama Guren. Totalmente impresionado por la acción de su hermano. ¡Sabe que él puede hacer cosas bien locas, pero no así! Bueno… Sólo que le tomó por sorpresa. Sólo eso.

Los otros comentarios de reclamos se quedaron estancados en la garganta del más alto. Se nota que Yūichirō está completamente preocupado por lo sucedido. Es normal estar nervioso pero eso no son nervios, es miedo, ansiedad  y bueno, todo lo malo que puedas juntar.

Las delgadas manos de Yūichirō fueron a parar a sus indomables cabellos. Estaba estresado esa es la palabra que le queda perfecto.
Los ojos violetas de Guren pasaron muy ansiosos por toda la habitación, intentando buscar alguna respuesta, o algún comentario no burlesco que hacer. Se siente incómodo, después de todos, Yū es el que siempre parece animar las cosas.

—… ¿Qué se supone que haga? ¿Ignorarlo? ¿Hacer como si lo olvide? —Cuestiona el pobre moreno. Todo en su cabeza está revuelto, no sabe qué pensar, ni a dónde ir o que hacer.
Jamás había sentido un tipo de sentimiento como el que le ha otorgado Mikaela con tan sólo su presencia, o su sonrisa, pero que Yūichirō en el fondo decidió atribuirle, aunque  bueno, su parte omega reaccionó más que su parte racional.

Mikaela es jodidamente atractivo, o sea ¿Quién no?

Pero él jamás imaginó que llegaría tan... Lejos, por así decirlo. Pensó que esta atracción se quedaría simplemente hasta allí y nada más pasaría. ¡Pero qué equivocado estaba!

Debajo de la mesa, Guren escondía su celular, grabando un audio, enviándolo a Shinoa. Definitivamente no está hecho para liderar con un Yūichirō que parece estar eufórico, deprimido, feliz ,ansioso, perturbado y mucho más a la vez. Él carece del don de la sutileza.

—Bueno, no es bueno que lo ignores. Créeme, no es una opción. Si lo recuerdas es porque estabas consciente de lo que pasaba. Mira, yo te digo que mejor lo enfrentes. ¿Has tomado tu teléfono hoy? —Opinó Guren, apartando su bebida. De verdad, ya se le ha quitado las ganas hasta de vivir.

—¿Acabo de escuchar que lo ignore? Oh si. Voy a hacer exactamente eso… —Se burló Yūichirō, revolviendo el cereal con Yogurt en su plato. Hasta el hambre había desaparecido, cosa que rara vez sucede.

Hermoso comienzo de semana. Lunes por la mañana, hablando de cómo Yūichirō y Mikaela se han besado borrachos frente a los padres del menor y a ellos mierda les valió, al parecer.

—¡No seas estúpido y deja de joder, Yū! —Regaña el menor, exasperado por la terquedad de su mayor. Terquedad con la que ha liderado a lo largo de los años. — Estás siendo infantil. Enfrenta el beso y deja de hacer sufrir a ese hombre, que debe de haber estado esperando a que te conectes o algo… ¿Qué sabes tú de él?

Estás palabras sólo lograron perturbar a Yūichirō.

¿Eso lo dijo Guren?

—Es la primera vez que te escucho decir algo así. —Ríe el menor aún sintiéndose bastante decaído, pero de alguna manera, algo dentro de él se remueve con inquietud. — Tal vez a él eso ni le importe… ¡Y lógico que no he tomado el celular! ¡Imagínate!

—De seguro te ha mandado algún mensaje, hazlo —Recomienda Guren. Sintiéndose algo mal por Mikaela pero tampoco le podría decir a Yūichirō que él personalmente habló con ese rubio. Sería muy invasivo y es una cosa que debe le debe de nacer  a Yūichirō.

Yūichirō niega varias veces. Queriendo negar todo. Sus mejillas totalmente encendidas, cosa que hizo irritar tanto a Guren que en ese momento, se levantó de la mesa bastante molesto, dejando a su hermano allí, casi lagrimeando y con un severo ataque de pánico.

—¡Hey, Guren! —Grita Yūichirō, bastante extrañado por el comportamiento de su hermano. Es raro verlo así, aunque tal vez es porque simplemente no lo soporte…
¿Como se supone que él logre afrontar esta situación? Siempre fue bueno dando consejos pero ahora que tiene esta situación encima se siente algo perdido.

Yūichirō literalmente quiere enterrar su cabeza bajo tierra y jamás sacarla. Nunca salir de su escondite. ¡Es una maldita pesadilla! Ese recuerdo está totalmente vivo, totalmente flameante. Incluso en la ropa del día anterior tiene el olor a Mikaela impregnado.Es temprano, por lo que ha tomado un baño antes de partir a la escuela pero , ¿Por qué el olor a Mikaela no se quita aún? ¡Es como si se fuera pegado con un fuerte pegamento! ¡Apesta a Mikaela! ¡Cosa que realmente, es mala! Todos en la escuela se darán cuenta de que ese no es exactamente su olor, sobretodo Shinoa, que es su mejor amiga y al ser una alfa además de conocer de quien es el olor ¿Algo peor puede suceder? ¿Es en serio?

—Camina Yūichirō, se nos hace tarde. —Escucha la advertencia de su hermano, por lo que deja el cereal a medio comer y alcanza su mochila.
Aun así sus ojos brillan al percatarse de un pequeño detalle, tan bonito que había ido todo y parece que el destino lo quiere reunir una y otra vez con Mikaela.

¿Cómo es posible que no le haya entregado la carta, de nuevo?
Ya en la parada del bus, que no queda muy lejos de la casa. Así que bueno, a pesar de que con normalidad siempre es Shinya o Shinoa la que viene aquí por ellos, hoy Yūichirō ha decidido que quiere ir en bus, algo que no le resultó molesto a Guren.

Después de unos minutos, El autobús de color blanco se estacionó frente a ellos.

Pasaron sus carnets y decidieron sentarse en los puestos del medio. Había ruido, el suficiente como para poder hablar y que nadie se entere o el importe de lo que hables.
Ya sentados el silencio no es un problema, porqué el mayor comenzó de nuevo a hablar.

—Guren, mira. El otro día ni me dijiste que fue lo que le sucedió a tu chicle humano… —Le dijo a su hermano, bastante curioso.
Él no sabe mucho sobre Shinya, a pesar de su personalidad extraña y ruidosa, esto sólo sucede cuando está su hermano presente.

Shinya en realidad suele ser muy serio, e inclusive algo intimidante.
Igualmente, le gustaría conocer algo más sobre él y cómo fue que se conoció con Mikaela, o que tipo de relación mantienen.

—Bueno, Bueno, a mí me huele más  bien que quieres saber de Mikaela. No me mientas —Le dijo el intento de aborto de Guren, sonriendo.

Yūichirō suspira al ver que su hermano le atrapó con las manos en la masa. Joder. Aunque era algo bastante lógico, en realidad.

—Guren, mejor dime primero que le paso, no soy muy amigo de él  pero me gustaría saber igual como es que terminó en el hospital el día siguiente a la fiesta.

El alfa menor frunció el ceño, mirando bastante sorprendido o eso quiere pensar el de ojos verdes. Guren se acomoda un poco en el asiento y empieza a reír incómodo.

—Verga. No encuentro como sentarme, se me resbala el culo —Dice, con esa expresión que no podría ser descrita bien. Es como si estuviera incómodo y a la misma vez muy impaciente.

Yūichirō rueda sus ojos ante su extraño comentario sin sentido, pero aún así sonrío, pues a veces él también se ríe de su estupidez nata.
—Sólo dime, sabes que no le diré a nadie. —Le dice, asegurando sus palabras. Porque Yūichirō sabe que cuando él actúa de esa manera es por que no está seguro de algo.

El omega se acercó a él, por lo que quedaron más cerca, Yū pestañeo unas cuantas veces y hace un puchero, obteniendo un bufido molesto por parte del mayor. Sigue siendo raro ver a su hermano intentado ser encantador para sacar información, si es que a eso se le puede llamar así...

—Está bien, no te preocupes, si ni me quieres decir lo respeto.

Guren cierra los ojos, dando un largo suspiro. Cosa que le hace saber a Yūichirō, que se ganó la información.

—Escucha, Shinya llegó a mi porque casi sufre una sobredosis —Le dijo y  a su parecer estaba frustrado, revolviendo su negro cabello. —, lo lleve al hospital esa noche, por eso llegue casi a las 8, cuando te había dicho que iba llegar en la madrugada. Pensé que sólo estaba borracho, eso pensé... La fiesta fue un desastre, literalmente lo tuve que meter en una regadera de agua fría y atenderlo toda la noche. Y después llegó a casa y esta la puta de Mikaela, ja, que sorpresa.
No es que sea un sorpresa, Guren y Shinya mantienen una amistad llena de dependencia emocional, bueno, dependencia en general.

Yū abre sus ojos verdes por la sorpresa. No esperaba para nada esa respuesta de parte de su clon deforme.

Este mismo deja de mirarlo para empezar a incomodarse un poco, se sabe mucho que a él no le gusta hablar sobre Shinya, pero bueno, es más incómodo que te diga que sufrió casi de una sobredosis.  Cosa que le dejó la mente en blanco por unos momentos a Yūichirō… ¿ Mikaela se droga también? Ha escuchado que es muy habitual en la actualidad, y más por parte de los famosos.  Y… no evita preguntarse si su hermano también. Al ser tan cercano a Shinya no puede evitar preocuparse un poco por él.

—¿Tú te drogas? —Le preguntó serio, mirando hacia el aquellos ojos, esperando que su respuesta sea completamente negativa.

Escucho una carcajada a su lado, lo que le hace preguntarle nuevamente qué tipo de deformidad debe tener en su cerebro para ser así.

—Claro. Todos los días con Diosito. Está bien loco el tipo. —Le dice, lógicamente bromeando. — Pero sabes, Shinya es fuerte. No creas que es uno de esos típicos chicos, no lo es. Él es tan extraño como no tendrías idea y a veces creo que el tiene un extraño apego emocional hacia mi. Es algo un poco tóxico —Se sincera el menor.

Asiente ante sus palabras, pues Shinya de verdad parece querer estar siempre pegado a él de una manera enferma.

—No veo mucha diferencia entre Shinya y Mikaela en ese aspecto. Quiero que tengas cuidado. Shinya es bueno, en el fondo pero uno nunca sabe como es Mikaela, ahora es que lo empiezas a conocer. Si ves que es alguien malo, aléjate. Antes de que sea tarde —Le advierte a Yū, quien se giró a verlo algo confundido, su hermano sabe cosas que claramente él mayor no sabe. —. Seguramente Mikaela desarrolle alguna dependencia a ti. No es una sorpresa, todos tenemos dependencias. Sólo digo que siempre hay límites, y espero que no le aguantes nada a ese tipo.

— Tu te aguantas a Shinya. Por algo es —Murmura. Ahora que lo piensa, ni siquiera el solitario Guren se salvó de las dependencias ¿Qué pasará con él?—¿Qué es lo que sabes de Mika?
El de ojos violetas vuelve a suspirar, cosa que no es una buena señal para el omega. El más bajo espera que lo que sea que sepa no sea malo, o no muy malo.

—No es que yo sepa mucho, pero Mikaela está metido en eso del club. Es un tipo de socio. No debes estar muy enterado de lo que sucede allí adentro. —Confiesa él.

Yūichirō abre su boca de la impresión y unos balbuceos sólo es lo que logra articular. Ahora que lo recuerda, Mikaela se lo había dicho ya con anterioridad, literalmente cuando se presento, se lo dijo.

—Ese club es perverso. No sabes cuanto, ahí ocurren cosas horrorosas, como ni idea tienes. Te confieso que sólo fue una vez en la que yo fui y lo que vi fue horroroso. Mientras más adentro vas peor se pone. Incluso llegué a presenciar a un hombre siendo cortado en dos.

Yūichirō retrocede, alejándose de su hermano. Acción causada sólo por la impresión. ¿Eso no es asesinato? Él había escuchado que ese lugar es horripilante, pero no tanto, esperaba algo más sutil.

—¿Asesinato? —Impresionado le preguntó, y no está precisamente asustado por el hecho de estar hablando sobre asesinatos en vivo, se siente amenazado por Mikaela. La imagen de un hombre rubio y mirada intensa le llega a su mente. Sus sonrisas, sus expresiones y sus labios. ¿Algo tan dulce en realidad puede ser tan agrio?

Él sabe que puede ser cierto, por eso el miedo. Porqué sabe que es probable.

—Él estaba disfrutando que lo cortaran… —Le sorprende el menor. — Nadie lo obligó.

Un escalofrío recorre por completo su cuerpo ante la confesión de su hermano, por lo que sólo se dedicó a mirar el limpio suelo. Como si fuese lo más entretenido.

Todo quedó en un silencio extraño. Por lo general Guren fuera ya dicho alguna broma, pero nada ha salido de sus labios.

—¿Crees que Mikaela sea alguien malo? —Le preguntó, despegando su mirada del suelo y encarando a su gemelo con sus ojos brillantes por la determinación.

—Mikaela no se ve malo, se ve como una a mala influencia. No creo que sea alguien malvado, sólo alguien problemático —Se sincera—, si alguna vez llegas a percatarte de algo, sólo debes decirme.

—¿Es todo lo que sabes, Guren?
—Tiene problemas con Shinya. No es que sea una rivalidad o un odio. Alguna vez me comentó Shinya que… Mikaela sufrió mucho en su juventud. ¿Puedes creer que no sé que tipo de relación tienen? Además, también comentó que asiste a un terapeuta o algo así.

Yūichirō asiente, pero en el fondo cree que Mika no es mala influencia… ¿O eso quiere seguir pensando? No, cree un poco en él.
Yūichirō de alguna manera, por primera vez, quiere creer en algo verdaderamente.

Borracho de amor [𝓜𝓲𝓴𝓪𝓨ū/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora