Epílogo

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NARRATIVA: Omnisciente


El traje ceremonial de Mika reluce, y la manera en que sonríe es totalmente sincera. Algo que puede dejar suspirando a cualquiera. Orgulloso de su cometido, decide simplemente mirar los ojos de su amado, ahora esposo. Quien por supuesto, luce increíblemente encantador.

A pesar de que el mayor había insistido un poco en celebrar una fiesta grande para que así todo el mundo se enterara de que se casó con él, el omega se negó en todas las ocasiones. Aquello era un capricho de Mikaela, y este, pareció entender rápidamente que, en realidad, era mejor tener una boda privada, y sentirse cómodos. Quería una fiesta pequeña, con mucho alcohol y sin personas que no conociera, bueno, y los conocidos de Mika. Que digamos, que no son muchos.

Shinoa se encuentra sonriendo, mirando a Yū con mucho orgullo, seguramente sería muy feliz. Los padres de Yū no dejan de abrazar a su hijo, sobretodo el señor, quien llora desconsolado. La madre se burla de su esposo, y los novios ríen avergonzados.

—¡Todos son unos llorones! —Se lamenta Yū, observando al mismísimo Guren sollozar. Quien es medio consolado por Shinya.

—¡Cállate, imbécil! ¡Como no eres tu quien se queda sin hermano! ¡Ojala y se divorcien! —Exclama el de ojos violetas, tapando su rostro avergonzado. Detesta que lo vean llorar de esta manera.

Yū por su parte toma la mano de su alfa, y simplemente le enseña el anillo a su hermano, sacándole la lengua. Burlándose y todo, su corazón se siente cálido.

—No me voy a divorciar de él. Ah, y para que sepas, te puedes quedar a dormir en el patio. ¿Quién se va a copiar de mi tarea si no eres tú? —Hace como si se lamentará, pero en el fondo recuerda todas las veces que Guren se copió de él.

El menor de los hermanos asiente, riendo. Pues si, ¿Cómo estar triste si sabe que está en buenas manos?
Shinya abraza al mayor de los dos, intentando contener la risa. Este par de hermanos son un drama completo. Bueno, tampoco ha de ser fácil, vivieron toda su infancia, adolescencia y vida joven adulta juntos.

—¡Ven aquí! —Grita el mayor, separándose de su marido para tan solo ir y golpear en la cabeza unas cuentas veces a su menor.

La escena conmovió a la mayoría de los presentes, esto tan sólo provocó el llanto más pesado del padre, quien decide que emborracharse es mejor. Por lo menos si va a llorar, que sea borracho.

—¡Que vivan los novios! —Grito Kimizuki, incómodo por todo este habiente.

—¿Yo y Guren? —Pregunta Yū. — Pues ni yo sabía. —Bromea el mayor de los dos.

Por su parte Guren le mira con desagrado y Mika carraspea un poco, haciendo reír a los presentes.

—¡Sí, tu! ¡Lo veo llorando una sola vez por tu causa y vamos y te matamos! ¡Aquí somos de barrio! —Grita Shinoa, haciendo drama.

—¡Eso mismo, rubia! —Apoya Narumi, quien se ha convertido en amigo de Yū con el pasar del tiempo.

—¿Quién lleva la bolsa negra y la pala? —Cuestiona Guren.

—Yo. —Se ofrece Mitsuba, sentada sobre el regazo de su novia.

Taichí tan sólo sonríe, mirando a su hermano. Orgulloso de todo. Jamás pensó ver a su hermano casarse algún día. Akane toma la mano de su hermano menor, apretándola, dándole apoyo. Después de todo, su hermano también se está casando…

—Creo que no es necesario lo de la pala…—Murmuró Mikaela, rascando su nuca.

—Tu cállate, que es obvio que ni quieres saber los detalles. —Señala Guren, agarrado bruscamente la mano de su hermano omega, para que le deje de en paz.

—¿Por que la agresividad? —Yū pregunta, separándose de su hermano y volviendo junto a su marido.

—Bueno, eso es cierto. Si van a planear mi asesinato, que por lo menos sea en privado. Y por favor, no me maten con un cuchillo sucio o algo así. —Más relajado, también se une a las bromas el recién casado.

—¡Eh! ¡Eh! Por lo menos deja que firmen unos de esos papelitos de mierda que le dejan tu fortuna a mi hijo. —Intervino el hombre mayor, golpeando en la nuca al esposo de su hijo.

De inmediato todos comienzan a reír, pues aquello fue esperado por parte de ese hombre, pero, aun así, el golpe a Mikaela estuve de más. El cual ya está muy acostumbrado al trato de ese señor, pues en todos los años que lo conoce, la primera vez que le dio un golpe amistoso fue cuándo se presentó en casa de Yū para así formalizar su relación.

Cabe recalcar que el padre de Yū lo insultó y le llamó de marica por estar casi temblando de los nervios.

Yoichi ríe escandalizado, mientras sus mejillas se sonrojan. Adora en el fondo este tipo de interacciones de su tío, por Dios, le da años de vida.

—¡Y ahora, los regalos! ¡Ábranlos aquí o los degolló! —Impuso Guren, como si se tratara de su propia boda. —Estos no son los regalos formales, así que no se preocupen.

Yū y Mikaela se miraron, para después sonreír por inercia. Es mejor hacerle caso al loco de Guren, antes de que se le ocurra de verdad empezar a ahorcar a alguien. Pasado unos momentos, Mikaela y Yū empezaron a obtener entre sus manos regalos de tamaños distintos sobre su mesa, y con mucha decisión, decidieron abrir el de Yoichi.

Al parecer todo el mundo se había puesto de acuerdo para estos regalos extras.

Mikaela se enternecido rápidamente por el detalle, mientras que Yū comenzó a divagar en su mente en busca de respuestas de ¿Cómo Yoichi tenía esto? Pues se trataba de un retrato de si propios en un parque, seguro es de ese día en que decidieron hacer ese picnic que hicieron entre todos. Y hay una carta para Yū.

Borracho de amor [𝓜𝓲𝓴𝓪𝓨ū/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora