» THREE.

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Jackson aparcó su camioneta en la cuadra donde se encuentra la casa de Wonpil, pero a la vez, guardando algo de distancia, cerciorándose de que no se notara mucho su presencia.

— Es ese de ahí — comentaste, a la par que señalabas con tu índice al chico en el pórtico.

Wonpil estaba sentado en el banco de su pórtico, palpando las teclas de su instrumento con nostalgia. Tú corazón se estremeció.

— Esta tarde, su hermana derramó accidentalmente un líquido sobre el teclado — le explicaste a Jackson —. Intentó hacerlo funcionar, pero no fue de mucha ayuda. Su teclado ya no sirve.

Jackson asintió, sin despegar la mirada de Wonpil, el chico le resultaba familiar. Puso su mano izquierda sobre el volante, e inclinó el cuerpo un poco hacia delante mientras hacía memoria.

— ¡Ah, ya sé! — soltó Jackson.

Tú regresaste la vista hacia él y arqueaste la ceja.

— He visto a ese chico, en la escuela, tiene una banda con sus amigos ¿verdad?

— Sí, pero, tú... ¿Vas en la misma escuela que nosotros?

— Si te he dicho que lo he visto ahí es porque sí — Jackson quiso voltear los ojos, pero se aguantó.

Tu suspiraste.

— Ya. Solo preguntaba porque no te recuerdo haber visto.

— La escuela es grande — Jackson se encogió de hombros.

— Bueno, como sea. Mañana se presentan, y él necesita el teclado. Solo tienes que ir hasta donde está él y dárselo. Eso es todo.

Jackson asintió, pero luego regresó a verte, achicando un poco los ojos.

— Y ¿Por qué no se lo das tú? Es decir, puedo cargarlo por ti, pero puedes acompañarme en la entrega. Eres su amiga ¿no? No tiene que ser un secreto, a menos que él te... — Jackson no terminó la oración, solo sonrió de forma pícara —. Ya entendí ¡Te gusta el chico ese!

Intentaste negarlo, decir algo, pero las palabras no salieron. En cambio, tus mejillas se pusieron rosadas de la vergüenza. Y Jackson en lugar de ayuda, soltó una estruendosa risa que te avergonzó aún más.

— Ya, va. Descuida, no necesitas darme explicaciones — dijo después de calmar su risa.

— Eres un tonto.

— No entregaré el paquete si me insultas de nuevo — amenazó, y aunque lo decía solo por molestar, tú lo tomaste en serio.

— Te pagué, debes hacerlo o te reporto con el dueño de la tienda — respondiste y Jackson volvió a achicar los ojos.

— Golpe bajo, pero buena estrategia, me agradas.

Ambos se miraron por unos segundos y después rieron.

THE GIFT » WONPIL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora