» SEVENTEEN

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La noche era ruidosa por el sonido de los autos, los locales y transeúntes de la zona, pero entre tú y Wonpil reinaba un silencio sepulcral.

Ambos se miraban fijamente y aunque no decían palabra alguna, sus miradas hablaban por sí solas.

Los ojos oscuros del chico pedían a gritos una aceptación de disculpa, mientras que los tuyos le cuestionaban varias cosas.

«¿Que hace aquí?»

«¿Por qué está aquí?»

«¿Qué es lo que quiere ahora?»

Y ninguna respuesta era dada.

Wonpil se mordió el labio inferior, por alguna razón no podía hablar. Antes le había resultado muy fácil decir que él tenía que decir las palabras para que tú le creyeras, pero eso fue cuando tú le dabas la espalda. Ahora que te tenía cara a cara, le resultaba difícil decirte algo por miedo a lastimarte más.

La hinchazón de tus ojos y nariz le había tomado por sorpresa. Sabía perfectamente que él era el culpable de eso y se sentía fatal.

«Si tan sólo Jackson me hubiera dicho que estabas llorando, yo...»

Ni siquiera podía culminar el pensamiento, pues la culpa le consumía por dentro.

«No hay excusas, la he hecho llorar»

Wonpil recordó como su corazón se alteró cuando sus ojos no te encontraron en el público del Café.


ALGUNOS MINUTOS ANTES


No podía escuchar nada más que el latir de su frenético corazón. Se sentía feliz de haber dado una de sus mejores presentaciones y por dejarle claro a su vecina —desde el escenario— que ella podía salir con quien se le diera la gana y eso no le afectaría a él.

En su cabeza sus pensamientos eran un caos, pero dentro de su caos, Wonpil pensaba que esa chica solo había jugado con él.

«Tantas miradas furtivas que me lanzaba, tantas sonrisas a distancia, para que al final resultaba que está saliendo con el chico de la tienda de música»

Wonpil se había sentido traicionado de alguna manera, y aunque la canción que interpretó con su grupo esta noche no estaba pensada en dedicársela a ella, terminó haciéndolo.

Se sentía como un adolescente encaprichado —y tal vez lo era— pero prefería ignorar eso, pues nunca le habían hecho una jugarreta cómo ésta.

Wonpil realmente ignoraba que entre Jackson y tú, solo hay una amistad.

Bajó del escenario sintiéndose satisfecho, su sentido de nobleza lo había escondido en el más recóndito lugar de su interior y dejó a su lado patán tomar el control; chocó las palmas con sus amigos que celebraban el éxito de su presentación.

Menos uno.

— Eres un imbécil — le dijo Sungjin cuando pasó cerca de él, le golpeó en la nuca y salió de tras bastidores para encontrarse con el público.

Él había sido testigo de lo sucedido entre ustedes dos durante la presentación.

— ¡Oye!

Wonpil lo siguió, vio como a Sungjin la gente le vitoreaba mientras se abría paso entre ella, pero el chico solo daba ligeras sonrisas y seguía su camino.

THE GIFT » WONPIL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora