Hwang Hyunjin. El solo oír su nombre me producía escalofríos; era el mayor imbécil engreído al que en mi vida había conocido, y ni uno solo de sus amigos se salvaba de serlo casi tanto como él. Eran jugadores, niños mimados que jamás recibían un no por respuesta y que estaban demasiado acostumbrados a reírse de los sentimientos de todas las mujeres que terminaban cayendo ante sus encantos. Todas mis amigas habían salido con al menos uno de los integrantes de aquel grupo de imbéciles y, a nivel general, todas habían terminado destrozadas. No soportaba verles, a ninguno, y el hecho de que Hyunjin hubiese decidido intentar acostarse conmigo hacía cientos de veces peor el solo respirar entre las paredes de aquel instituto.
-Chan, estoy harta de él. -Gimoteé, para luego probar el triste intento de comida que nos habían servido en el comedor.- Jesús, esto sabe fatal.
-¿Y si te limitas a ignorarlo? Se cansará. -Replicó, con calma, para luego comenzar a comer.- Sí, definitivamente sabe muy mal.
-Eso mismo dijiste cuando empezamos el curso, pero aún sigue desvistiéndome con la mirada cada vez que paso cerca de él o de su grupo.
-¿Y qué pasa si le gustas? -Inquirió, con una sonrisa burlona dibujada en los labios.
-Claro, Chan. Podría ser, pero las únicas veces en que le he dirigido la palabra lo he hecho para decirle: "déjame en paz, Hwang", "me interesaría más morirme de tuberculosis que acostarme contigo", "¿me has visto la cara de estúpida? Si la respuesta es no, no sé qué haces aquí" y "prefiero besarle el culo a tu perro cien veces antes que darte un solo beso a ti".
-Te olvidas del: "sinceramente me da igual lo guapo que seas, eres tonto del culo".
-Tienes razón. Es quizá una de mis mejores frases.
-Tuvo chispa.Llegado aquel momento apenas habíamos probado la comida en nuestras bandejas y era probable que siquiera llegásemos a hacerlo. Todo sabía muy mal, y ninguno estábamos dispuestos a pasarnos el resto del día metidos en un baño gritando por nuestras vidas.
-¡Chicos! ¿Cuánto tiempo lleváis aquí y por qué parece que no habéis empezado a comer? -Exclamó Jeongin, sentándose al lado de Chan.
Se incorporaron luego al grupo Minho y Jisung, que se sentaron a mi lado en sepulcral silencio mientras observaban cómo Chan y Jeongin se peleaban sobre por qué debíamos o no comernos la comida que nos habían servido.
-Sinceramente, considero muy mala idea darle más de dos bocados a esta cosa. -Explicó Chan, señalando su plato.- Y no lo digo por mi gusto personal, sino porque prefiero que pasemos hambre unas horas si eso supone no terminar vomitando tres semanas seguidas.
-¡Eres un exagerado! Seguro que no está tan malo. -Se reafirmó Jeongin, para luego llevarse la cuchara a la boca.Esperamos en silencio la reacción del menor, que tardó poco en llegar; en apenas un par de segundos le vimos dejar el cubierto a un lado, apartar la bandeja y masajearse las sienes.
-Esto está podrido y ninguno va a poder convencerme de lo contrario. -Afirmó, en un hilo de voz.
-Wow. ¿Quién tenía razón? -Preguntó Chan, burlón.
-No seas malo con mi niño. ¡Déjale ser optimista y feliz! -Solté, fulminando al muchacho con la mirada.
-Eres una dramática. -Replicó, arqueando una ceja con aire desafiante.Mierda. ¿Tenía derecho siquiera a ser tan guapo?
-Cállate antes de que te bañe en la comida que nos hemos negado a comer.
-¿Y si no quiero?
-Me reitero: vuelves a casa bañado y oliendo a muerto.
-Wow, parejita, calmaos. -Intervino Jisung, riendo.
-¿Parejita? No saldría con un cabeza huevo como él en mi vida. -Me defendí.
-Me ofendes. Creí que me querías.
-Lo siento, Sherlock. Esta vez no tenías razón.
-Watson se va a enfadar muchísimo cuando se entere.Cuando estaba a punto de echarme a reír pude reconocer en la puerta del comedor el rostro que menos deseaba ver en aquel momento, de modo que traté de encogerme para que el cuerpo de Minho me ocultase.
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Fuck you. *:・゚✧ Hwang Hyunjin fanfic.
Fanfiction"Hwang Hyunjin, eres un jodido imbécil" pienso, en sepulcral silencio, cuando sus labios se fruncen para lanzarme el más desagradable beso que podría haber recibido en la vida. Le miro y las comisuras de mis labios se elevan para dibujarme en el ros...