—¿No iremos al acuario?—preguntó Alai mientras se acomodaba en la sala de Hazel, esa misma tarde habían decidido en ir a visitar a su amiga para ver películas y pasar un tiempo de calidad las tres.
—¿Acuario?—preguntó Hazel que iba y venía de la cocina acomodando todo lo que planeaban comer mientras disfrutaban de la tarde. —¿Cuándo íbamos a ir a un acuario?
—Para el cumpleaños de Azul, fue idea de Astrid.
—¿Y por qué no iremos?
—Por que lo convirtieron en una salida de ellas dos.
Hazel observó a Azul que se encontraba en el sofá, en silencio, escuchando los berrinches que hacía su amiga luego de contarle que aquel plan sobre ir al acuario lo haría solo con Astrid y que podían celebrar en una de las cafeterías que le gustaba ir. Obviamente la pelinegra no lo tomó tan bien como ella esperaba, quizás si le contara el contexto sobre su insistencia en pasar tiempo a solas con Astrid lo entendería, pero no quería llegar a ese lado de su mente de nuevo.
—Me siento ofendida, pero lo tomo—dijo Hazel luego de unos momentos, cosa que alteró aún más a Alai que exageró un suspiro al notar que estaba sola en esa escena dramática.
—Podemos ir al café—terminó diciendo la pelinegra al ver que no obtendría nada con hacer un berrinche. —Es tu cumpleaños, hagamos lo que quieras. Pero, debemos ir después al acuario, quiero conocerlo.
—Acepto—dijo Azul luego de un rato en el que se sentó a un lado de Alai para poder acurrucarse en lo que iniciaba la película.
A ella la conoció hace años, cuando ambas iban en el bachillerato, Azul nunca fue de tener amigas y sus momentos libres de clase en clase los pasaba en la biblioteca de su escuela, matando el tiempo, en más de una ocasión notaba que Alai la observaba a lo lejos, igual que Azul, ella no tenía muchas amistades, su única compañía era su novio Lance, que lo conoció en el primer año de bachillerato. Inevitablemente empezaron a hablar y rápidamente se hicieron amigas, Azul le presentó a Teo y poco a poco formaron el grupo que tienen actualmente.
—¿Qué vemos?—preguntó la rubia mientras movía con el control los canales que había en la televisión.
—¿Terror?—preguntó Alai, curiosamente a ella le daban miedo dichas películas, pero disfrutaba verlas, una tortura aceptable para ella.
—¿Para que la veas con las manos en tus ojos?, no gracias.
—¿Comedia?—preguntó Azul, no muy cooperativa con la decisión, a ella le gustaba más ver series que películas.
—¿Y si vemos una de acción?—terminó diciendo Hazel queriendo alejar a sus amigas de las opciones como las comedias románticas.
—Veamos lo que sea, pero pon algo—dijo Alai al darse cuenta que jamás se pondrían de acuerdo, eran muy distintas.
Pusieron una al azar y resultó ser una de fantasía donde a la protagonista le hacían creer que era cierta cosa y resultaba ser la heredera de todo un reino mágico que ella no sabía controlar. No era lo que esperaban, pero la disfrutaron, más cuando se dieron cuenta que eran varias películas y pudieron hacer un maratón.
—No puedo creer que no se quedará con su amigo—dijo Alai lamentándose de la parte romántica de la saga que vieron.
—Es mejor así, tenía más química con el villano—dijo Hazel, satisfecha con que el romance fuera solo un relleno en la trama.
—Pero si a ese ni lo conocía bien, solo por que le dijo tres palabras bonitas y ya.
—Es su personalidad lo que la enamoró, entiende.
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Siempre a tu lado.
Teen FictionLibro 1 | Siempre Azul siempre ha vivido bajo la demanda de su familia, moldeándose a ella misma para encajar siempre y no perder a los suyos, pero a sus 20 años, el conocer un nuevo mundo y una manera distinta de sentir es demasiada tentación para...