CAPÍTULO OCHO: LA DISTANCIA

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Azul se separó de golpe al darse cuenta de lo que pasaba, las manos de Astrid cayeron al lado de su cara, dejándolas caer hasta separarse por completo de la pelirroja que la miraba fijamente, ella le devolvió la mirada, aún en un estado de sorpresa ante el momento que acababan de protagonizar. Se habían besado, Azul la besó. No había imaginado que algún día eso pasara, pero la idea del acto le emocionó demasiado. En cambio, Azul estaba en medio de una pequeña crisis, ¿Por qué había hecho eso? ¿fue ella? ¿O fue su inconsciente tomando el control total de su cuerpo y de sus acciones?

Aun con esos pensamientos en la mente, se puso de pie y salió corriendo del lugar, la morena tardó en reaccionar y acomodando rápido las cosas que habían traído para el día de campo, la siguió, inútil, pues ella ya se había ido del bosque, trató de encontrarla por los alrededores de la entrada principal y en varias ocasiones regreso al bosque para asegurarse de que la pelirroja no se hubiera perdido en medio del lugar. No la encontró y eso la puso triste, preocupada y paranoica, trató de llamarla por teléfono y atiborró de mensajes su bandeja, pero fue ignorada en cada uno de los intentos. Tomó el primer autobús que pasó, trató aún de comunicarse con Azul, pero nada funcionaba y antes de rendirse decidió buscar ayuda.

Astrid: Necesito tu ayuda.

Teo: ¿Qué pasa?

Astrid: Estaba con Azul, pero pasó algo y no se nada de ella. ¿Puedes buscarla? Estoy preocupada.

Teo: ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Dónde estaban?

Astrid: Fuimos al bosque, a un día de campo, pero algo pasó y ella salió corriendo, dejándome atrás, ya la llamé, pero no me responde :c

Teo: Deja intento llamarla, te escribo si se algo.

Astrid: Gracias.

Pegó su frente a la ventana a su lado y siguió con su camino de regreso a casa, en su mente no dejaba de reproducir una y otra vez aquel momento, era como ver tu película favorita, esa que puedes ver muchas veces, de manera seguida y jamás te aburriría o enfadaría, Azul era eso, su película favorita, su canción favorita, su color favorito. Desde que la conoció sintió una conexión muy especial con ella, pero no creyó que fuera recíproco, porque, lo tenía que ser ¿no? Por eso la besó, porque en el fondo, ella debe de sentir algo.

Azul no era la primera chica que le llamaba la atención, pero si era la primera con la que quería intentar algo, sus dudas no la dejaron avanzar como suele ser ella cuando le gusta alguien, pues la morena suele ser directa al expresar sus sentimientos y emociones, más si estos involucran a una segunda persona. Cuando la vio, cuando hablaron por primera vez, aquella fiesta, su primera salida al bosque, cada día que pasaba, Astrid solo se quedaba maravillada por Azul, por su forma tierna de ser, por su inteligencia, por su amabilidad, incluso su timidez le parecía linda, sin mencionar lo hermosa que era físicamente. No se había dado cuenta que poco a poco, le iba gustando como algo más que una amiga, tuvo que pasar lo de esa tarde para que a Astrid le terminara de cerrar todo en su mente, le gustaba Azul, le gustaba y mucho. No por algo pidió lo que pidió la noche anterior en la cama de la pelirroja, bajo el techo estrellado, con los deseos en el aire y que mujer tan sabia era la madre de Azul, pues su deseo se cumplió y no sabía siquiera que lo tenía de desear.

En sus labios aun se sentía el recuerdo de los de ella, sentía todo su cuerpo cosquillear y una emoción grande la invadió, obligándola a sonreír al recordar nuevamente a la pelirroja y a su sabor, a su calor, sus manos, todo, aunque el golpe de realidad se sintió como un vaso de agua fría y llegó rápidamente al darse cuenta o al percatarse, que al final, ella huyó.

Teo: Ya llegó a su casa, está bien.

Eso dejó que respirara y llegará tranquila a su casa, con la intención de buscarla al día siguiente para conversar de lo sucedido, para decirle que no se tenía que preocupar, que entendía si era un error o si fue un impulso del momento, que a ella no le molestaba, quizás aprovecharía, ilusionada, en decirle que, si la veía de otra forma, esperanzada.

Siempre a tu lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora