...Entré en una habitación señorial. Había un hogar a leña con una llama encendida que calentaba agradablemente el lugar; dos sillones grandes, forrados en seda verde oscura, estaban dispuestos a ambos extremos de una pequeña mesa para café sobre la cual había una tetera que desprendía un vapor aromático por su pico y una taza de té vacía.
Sobre la chimenea estaba posado un pájaro de gran tamaño y plumaje rojizo.
Hacia la pared contraria había un pedestal con un busto de yeso que representaba a una mujer joven. Estaba posicionada para que mire directamente al sillón más cercano a mí, en el cual me senté.
Me serví de la tetera y llené la taza con té. Tomé un sorbo y escuché como alguien pronunciaba algo que no llegué a entender. Miré en todas direcciones pero no vi a nadie. Y escuché.-Muy buenas tardes ¿Está bien el té?-
Todo lo que puedo decir sobre de donde venía la voz es que no lo hacía desde atrás mío así que fijé la mirada en el sillón vacío que tenía en frente, como si mi interlocutor se encontrara sentado allí.
Respondí.-Bien cargado, me gusta así-
-Me alegra oírlo-
Por un rato, ninguno dijo nada. Ya había empezado mi segunda taza cuando sin aviso dijo.
-¿Salvaría usted a alguien?-
La pregunta me llegó por sorpresa.
-¿Disculpe?-
-Le pregunto si usted sería capaz de ayudar a quién de verdad lo necesite aunque eso signifique ponerse en riesgo a sí mismo-
Era una pregunta rara, pero obvia en cierto sentido.
Di mi respuesta.-Por supuesto-
-Señor, no le pregunté por sus ideales. Me refería a una situación real, en la que probablemente pueda resultar herido o incluso peor ¿Está usted seguro de que no dudaría?-
Lo pensé mejor.
-Si está a mi alcance lo haría-
-Por favor tome en cuenta que el miedo puede vencer a las personas. Piense un momento, imagínese una situación de verdadero peligro-
Recordé un sueño pasado, cuando sin preocuparme por mi seguridad me coloqué bajo esa chica para amortiguar su caída. Le conté esa situación.
-Eso era un sueño, señor. En los sueños no tenemos el mismo uso de razón que en la vida fuera de ellos. En los sueños nuestros sentidos funcionan de manera diferente.
Me refiero a una situación real, donde si falla, o incluso aunque no lo haga, puede acabarse su vida en un instante-Tenía un buen argumento. Pero había una falla en su lógica.
-Es razonable, excepto porque en este momento me encuentro en un sueño, y como usted dijo, no hay razonamiento que funcione en este lugar. Ni el suyo, ni el que estoy planteando ahora-
-Me gusta la ironía con la que trabaja, pero nos estamos desviando del tema en cuestión.
Tomando en cuenta todo lo que se ha dicho ¿Puede llegar a una respuesta correcta a la pregunta que le hice en un principio?
¿Salvaría usted a alguien?-Entendí cuál era la respuesta que buscaba. Era un poco ambigua, pero simple.
-No lo sé. Solo podré saberlo si alguna vez me hayo en una situación así-
-Una respuesta sincera que, aunque no brinda información, puede ser útil para notar que alguien no se conoce a sí mismo-
Me levanté, hice una reverencia en señal de despedida, le di la espalda al sillón donde aparenté que hubiera alguien y empecé a caminar hacia la puerta por la que había entrado.
Me detuve a mitad de camino. Había encontrado una respuesta más acertada. Giré la cabeza hacia el pájaro que estaba sobre la chimenea y dije.-En realidad no puedo estar completamente seguro, pero creo que no lo haría-
No hubo respuesta, pero supe que lo había dejado satisfecho.
Proseguí mi camino hacia la salida y justo antes de despertar escuché.-Retiro mis palabras-
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Contar sueños... Soñar historias...
Ficción GeneralEsto lo escribí rápidamente durante un viaje para pasar el tiempo muerto que tenía. Usé una temática que no me pusiera límites para poder escribir con soltura. Pero aunque fue algo sin importancia alguna, le terminé tomando cariño a esta historia. E...