Capítulo 1

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Cinco se encontraba buscando comida, ya había pasado una semana desde su llegada, todo seguía igual que el primer día, estaba solo y sin idea de como volver

Al tan sólo pasar 10 minutos desde que comenzó a buscar comida sin éxito alguno, algo ocurrió. Un grito lejano se escuchó de manera casi inaudible.

Cinco miró a su alrededor en busca de lo que ocasionó aquel ruido pero, no había nada.

Suspiró con cansancio, creyó que comenzaba a volverse loco.

Unos cuantos segundos después, Cinco pudo volver a escucharlo, esta vez pudo distinguir se trataba de la voz de una niña. Ante esto, olvidó la comida y comenzó a caminar en dirección a los gritos.

- ¡Ayuda! ¡Por favor! - gritó con desesperación

Cinco corrió buscando a la niña, minutos después la encontró, estaba sentada en los escombros, estaba ilesa, excepto por su pie, que parecía estar torcido. Él la miró con detenimiento, vestía de una manera peculiar, usaba un pantalón de mezclilla y una camiseta negra, que resaltaba su pequeño cuerpo delgado de 14 años, su cabello castaño peinado, sus ojos color miel y sus largas pestañas llamaron su atención

- ¿Podrías ayudarme? - suplicó.

Cinco la miró anonadado, había pasado una semana completamente solo en ese lugar, llegó a pensar que jamás volvería a ver a una persona.

- Por favor.

El chico asintió torpemente y se arrodilló frente a ella. Tomó su pie con delicadeza, sin embargo, pudo escuchar un leve quejido por parte de la chica.

Cinco no sabia que hacer, así que la miró en busca de una solución.

- Sólo acomódalo - soltó ella.

- Yo no se si... te va a doler - dijo él finalmente.

- No importa.

Acomodó el pie, haciendo que ella diera un grito de dolor. Cinco la miró

- Perdón - se limitó a decir y se puso de pie.

La chica negó y miró sus pies.

- Está bien - lo miró - ¿podrías ayudarme a levantarme?

Cinco asintió, la tomó de las manos y la alzó haciendo que se pusiera de pie, pero, debido a lo que le había pasado, se tambaleó, cinco la tomó antes de que cayera y la recargó en una roca alta

- Gracias - murmuro ella.

- Claro, pero creo que no es bueno que camines.

- No, creo que no. Soy _____ - le tendió su mano

- Número cinco - tomó su mano

- ¿Es una broma? - preguntó _____, a lo que Cinco la miró con seriedad.

- ¿Por que lo sería?

La dureza en su voz hizo que la chica asintiera con lentitud.

- Solo decía - se encogió de hombros - Es un extraño nombre.

Cinco la ignoró y se acercó una roca, para comenzar a escribir en ella.

- ¿Que haces? - preguntó

- Ecuaciones - contestó él con indiferencia.

- ¿Para qué?

Cinco volvió a ignorarla, a lo cual ella suspiró y miró a su alrededor, haciendo que una mueca de confusión se formara en su rostro de inmediato.

- Oye ¿en donde estamos?

- En el futuro, que acaso... - guardó silencio y la volteó a ver - ¿cómo es que estas viva?

𝐓𝐄 𝐀𝐌𝐎 𝐌𝐀́𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐀𝐋 𝐂𝐀𝐅𝐄́  |  FIVE HARGREEVES Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora