Capitulo 39

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El ruido de un par de trastes de aluminio cayendo sobre otros en cuanto él se movio, lo despertó. Soltó un quejido de frustración y abrió los ojos con pesadez.

- ¿Qué fue lo que hice anoche?

Algunos recuerdos de la noche anterior pasaron por su mente, no eran muy claros, lo cual simplemente lo frustró más.

Le dio una mirada al lugar; se encontraba en la cocina, recostado en una de las repisas. Se sentó y vio junto a él un plato de cereal lleno de licor, que se habia derramado hasta llegar al suelo.

Suspiró y se volvió a enfocar en recordar lo que habia pasado, más precisamente, cómo fue que llegó a la cocina.

"No queda tiempo, no puedo hacerlo sin ti" "¿Tenemos un trato?". Un gesto de confusión se formó en su rostro al regresar a su mente ese recuerdo de su padre diciendo aquello. Lo recordaba claramente, lo había visto en esa peculiar habitación, la suite Búfalo.

- ¿Con quién hablaba? - se preguntó. No recordaba haber visto a la otra persona - ¿Qué trama el viejo?

Intentando decifrar aquella incognita, una imagen llegó instintivamente a su mente y entonces reaccionó.

- _____ - la llamó.

Miró a su alrededor, ella no estaba ahí. Se levantó y buscó por toda la cocina pero no encontró rastro de la chica.

Al salir al pasillo, se encontró a Klaus caminando adormilado, pero en cuanto vio a Cinco una sonrisa se formó en su rostro.

- Que noche la de anoche ¿no crees, hermanito?

- Si, claro ¿has visto a _____?

- Es asombrosa, Cinco - afirmó - simplemente asombrosa. No la pierdas.

- Si es la mejor, lo sé - Klaus asintió - ¿sabes donde esta?

- No la veo desde anoche que dijo que se iría a dormir - pensó unos segundos - De hecho tu estabas ahí, la seguiste cuando ella comenzó a subir las escaleras ¿no lo recuerdas?

- No, todo esta borroso.

- Estaban estupidamente ebrios ambos, se veían muy divertidos la verdad. Tengo que decirlo, si hacen muy buena pareja.

- Gracias, Klaus - su hermano sonrió - Ire a buscarla, nos vemos.

Klaus lo despidió con la mano para seguir su camino, Cinco por otro lado, se dirigió a las habitaciones.

Intentó recordar mientras subia las escaleras, realmente habia muchos espacios vacios. Pero aún asi, logró recordar cuando entró con su novia a aquella habitación, donde tan pronto ella entró, corrió a acostarse en la cama.

Cinco se transportó a la habitación de sus recuerdos. Y ahí estaba ella, se encontraba dormida con la misma ropa que traía la noche anterior.

- Aquí estas - sonrío.

Se acercó a la cama y movió una charola de comida que se encontraba la orilla de la misma, dejandola en una mesa cercana. Seguido, se sentó junto a la chica que dormía placidamente.

La sacudió un poco intentando despertarla, ella, después de unos segundos, comenzó a abrir los ojos con pesadez.

- Buenos días, cariño - ella lo miró adormilada - ¿Dormiste bien?

- Algo así - cerró los ojos unos segundos, pero al sentir que se volvía a dormir, volvió a abrirlos - ¿Donde estabas? Anoche ya no regresaste.

- No recuerdo mucho lo qué pasó - frunció el ceño intentando hacerlo - Desperté en la cocina ¿Por que no estábamos juntos?

𝐓𝐄 𝐀𝐌𝐎 𝐌𝐀́𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐀𝐋 𝐂𝐀𝐅𝐄́  |  FIVE HARGREEVES Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora