28

37K 2.1K 182
                                    

Aleksei

-Solo hay una pequeña mesa en la cocina y una cama King en nuestra habitación, tenemos mucho que elegir para llenar e espacio, salvo que no te guste el lugar, entonces nos podemos mudar- hablo mientras miro como Anya cierra los ojos, no sé si es por cansancio o dolor.

Tomo su mano y la acercó a mi antes de darle un beso a medida que el elevador sigue subiendo.

-Estás un poco caliente- murmuro tocando su frente y mejillas.-hace solo unos momentos estabas fría, Anya esto no puede estar bien. Necesitamos ir al doctor; no quiero esperar hasta mañana, esto no se siente bien.

Anya apenas abre los ojos para mirarme, veo cómo intenta dar un paso hacia atrás pero se tambalea y colapsa en mis brazos.

La atrapó e inmediatamente intentó que reaccione.

-Anya? Anya, joder! Me escuchas? Nena, por favor- pido mientras sigo moviéndola para que reaccione.

Miro la pantalla del elevador, apenas estamos en el piso 4, presiono el cinco y después de unos segundos se detiene, cargo a Anya y a toda la velocidad que puedo, bajo hasta el sótano.

Me parece una eternidad hasta que al fin llego a la camioneta y maniobro para abrir la puerta del copiloto y la pongo en el asiento antes de reclinarlo.

Abrochó su cinturón de seguridad y corro hacia el lado del piloto mientras rebuscó el nombre del hospital donde trabaja la doctora en internet para obtener la dirección. Leo la información rápidamente y me subo a la camioneta y arranco.

Tomo la mano de Anya durante el trayecto hacia el hospital, gritó su nombre e intentó hacerla reaccionar, me saltó las luces rojas y aceleró lo más que puedo.

-Maldita sea!- grito lleno de frustración y pasó una mano por mi cabello antes de golpear el volante, vuelvo a mirar a Anya.-nena, por favor; quédense conmigo, solo un poco más.

Después de pocos minutos llego a la sala de emergencias y entro con Anya en brazos y grito por ayuda, segundos después; dos enfermeras llegan con una camilla donde dejo a Anya.

-Que le pasó?

-Tenia fiebre y colapso, su presión también había estado baja, está embarazada- miro a la enfermera desesperado. A nada de ponerme de rodillas a pedir por la vida de mi mujer e hijo.

-Embarazada? De cuantas semanas?

-10, mañana justamente tenemos una cita aquí con nuestra doctora. 

La otra enferma mueve la camilla y la sigo mientras escucho sonidos amortiguados a la vez que camino. No me importa lo que sea que esté pasando.

Mi vida está en esa camilla.

-Señor! Por favor mis preguntas son importantes, respóndame- la voz de la enferma llama mi atención.-Quien es su doctora?

-Hazel Cox- digo, casi en un susurro. Estoy paralizado, lo único que puedo hacer es mirar cómo Anya es transportada a una sala y cierran la puerta detrás de ella.

-Bien, la llamaremos enseguida- me asegura.-como se llama la paciente?

-Anya Kozlov.

-Edad?

-26.

-Bien, señor; ahora está en la sala de emergencias, lo primero es comprobar el estado del feto y la madre. No se preocupe, la doctora está en camino, tuvo suerte, está de guardia esta noche.- la enfermera me sonríe con amabilidad y después la veo irse.

A medida que la veo caminar, siento como si ella se estuviese llevando algo de mi consigo.

Como si parte de mi alma estuviera a su cargo.

Y bueno, la verdad lo está.



****



Miro por tercera vez el reloj en los últimos dos minutos y sigo moviendo la pierna con intranquilidad.

Una hora.

Se habían llevado a Anya hace una maldita hora y aún no venía nadie a actualizarme o decirme algo.

Miro a las demás personas aquí, todas están llorando o rezando.

No hacía ninguna en público.

Veo a la mujer sentada a un asiento de distancia de mi, tiene los ojos cerrados y murmura con fervor palabras en español, las cuales sospecho que son oraciones, dado que tiene un rosario en la mano.

Desearía tener su Fé.

-Señor Alkaev?

Volteo mi mirada al instante y me pongo de pie al ver a la Doctora, quiero gritarle por no haber venido a actualizarme antes, que por su culpa había envejecido años en la última hora. Y a la misma vez me quería arrodillar ante ella y suplicarle por buenas noticias.

-Que pasó? Cómo está ella? La puedo ver? Donde está?- preguntó a medida que me acerco a ella, la doctora retrocede un paso y pone su mano entre nosotros, como queriendo evitar que la atropelle con mis preguntas.

-Anya desarrollo una infección urinaria, varias cosas la pudieron haber causado; le estamos administrando antibióticos, por eso estaba tan descompensada y con dolor, el bebé está bien, pero cuando estás infecciones se dan, son propensas a repetirse, por lo que ahora voy a necesitar monitorear a Anya más de cerca, un parto prematuro ahora es una posibilidad.

Las palabras salen de la boca de la doctora con calma y confianza, estás; tan pronto son procesadas por mi mente hacen que sienta varias emociones a la vez.

Pero la mayor emoción que tengo es alivio.

Puro alivio.

Están bien, ambos están bien. No los perdí.

No la perdí.

-Está en el cuarto 412, en maternidad; puede subir a verla cuando quiera.-la doctora me sonríe antes de retirarse.

Tan pronto se va, retroceso un par de pasos y caigo sobre mi silla.

Pongo mi cara en mis manos antes de subir mi mirada y ver a Anzhela frente a mi.

Por primera vez, no está llena de sangre ni con dolor o sufrimiento en su expresión, es más; tiene una sonrisa, como si ella estuviera tan feliz como yo.

-No te preocupes, Alek; antes de que la tengas en tus brazos, yo cuidaré de la nena desde donde estoy. Ese angelito cambiará tu vida, es hermosa. Odio no poder verla crecer. Cuídalas.

Tan pronto termina de hablar desaparece y yo quedo sentado con mi corazón latiendo a mil por hora; por primera vez, desde que mi hermana había muerto; se había presentado a mi como la recordaba; feliz.

Me pongo de pie y me dirijo al ascensor, puedo pensar en Anzhela luego; mientras tanto, iba a hacer lo que mi gemela me había encomendado.

Cuidarlas.

Con Un Mafioso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora