El Divorcio

Capítulo 2

Para Estella, había sido un shock verlo de nuevo, sobre todo en esas condiciones, aún así su rostro irradiaba masculinidad y ese aire de arrogancia que siempre lo acompaña eran algo muy distintivo en él.

Evitó tener contacto con su ex marido durante todo ese tiempo, hasta había solicitado su traslado a otro hospital sin importarle que solo hubiera espacio en el horario nocturno, para estar lo más lejos posible de él y vino a encontrarselo así.

Luego de escuchar a Jaebum, sus compañeras comenzaron a hablar por lo bajo: "¿Como es posible?", "¿Esta casada?", "Es enserio", "¿Como puede ser?".
-¿Estuviste casada? -quiso saber una de sus compañeras.
-"estuviste", no. Esta casada. -respondió Siwon desde su camilla.

Estella regresó a mirar directamente a los ojos de su ex para decir fuerte y claro.

-Solo en un papel. Nos separamos hace varios meses. -regreso la vista a su papeleo.

Las pocas veces que había regresado a mirarlo fueron suficientes para darse cuenta de lo atractivo que estaba. Sus facciones rudas, su cuerpo perfecto y musculoso provocaban que ninguna mujer en esa salas de emergencias evitase verlo aún que fuera una vez.
-Si me disculpan. . . Iré a realizar mi ronda.
-Esta bien Estella.

Se marchó sin volver la vista atrás dejando a las chicas conmocionadas por la revelación.
Fue cuando comenzó a escribir la información de uno de los pacientes en la tabla de datos que se dió cuenta de que sus manos estaban temblando. Se detuvo por un momento, se apoyó en la pared del pasillo para respirar profundamente.

¿Qué haría ahora?. . . Nada. No haría nada. Continuaría con su vida como si nada por que en realidad nada había cambiado, no dejaría que su sola presencia la alterará de esa manera. Pero, ¿Por que sentía como si el mundo entero se hubiera derrumbado, el mundo que ella había construido tan cuidadosamente en los últimos meses?

Un médico y un par de enfermeras pasaron frente a ella saludándola, regreso el saludo y comenzó a caminar abrazada a su tabla de datos.

No era cierto que lo había superado. Jamás superaría a alguien como Siwon. Solo le quedaba hacer lo que había estado haciendo durante esos meses. Aprender a vivir con la pena de que había terminado. "Basta" se regaño. Basta de llanto y dolor. Ya había llorado suficiente.

"¿Sería esa chica su nueva amante?"

Sacudió la cabeza tratando de alejar esos pensamientos. Esas cosas ya no debían importarle. Se dijo mientras ingresaba a la siguiente habitación donde tenía que atender a cinco personas.

Ahora debía pensar en cómo regresar a su módulo y terminar su turno con dignidad.

Para su fortuna, los familiares de la chica del accidente se la habían llevado a un hospital privado, Siwon también tenía esa posibilidad pero seguía allí cuando ella regreso.

Decidió ignorar las insistentes miradas que le lanzaba y concentrarse en su trabajo. Jaebum apareció con un vaso de aromático café.

-Es de la cafetería que te gusta.- le informó mientras se lo ofrecía

Estella destapó el vaso termico y respiro el delicioso aroma que emanaba y luego dió un pequeño sorbo.

-Muchas gracias, lo necesitaba.- susurró.
-Siento haber dicho lo de tu esposo hace un momento.
-Ex esposo -corrigió.
-Vino el traumatólogo -Estella levantó la vista de sus papeles- aparentemente no tiene fractura pero deberá guardar reposo un tiempo.

Estella río para sus adentros, "Siwon no sabe que es eso"

-Entonces, ¿mañana podrá irse? -pregunto con cierta alegría.
-Si.

A Siwon le molestaba el tono tan confidencial que el joven médico utilizaba con su esposa.

Poco a poco llegó la mañana y su turno había terminado, moría por llegar a casa, darse un baño y dormir.
Dejó todo el papeleo a la jefa del siguiente turno. Fue a quitarse el uniforme y una vez con su ropa habitual salio del hospital.

Hacía frío y se acurrucó en su grueso suéter.

-¿Como estás Ella?

Su pulso se aceleró cuando escucho su voz profunda y varonil. Aun que no quisiera reconocerlo esperaba que el apareciera en cualquier momento y que la llamara del modo en que solía hacerlo, fue una traición para su corazón.

Siwon había comenzado a llamarla así desde su primera cita, decía que Estella era un nombre muy largo y fuerte, por esa razón comenzó a llamarla Ella.

-Mi nombre es Estella, aún que te tardes más en pronunciarlo.
-Bueno recuerdo que te gustaba mucho.

¡Era tan arrogante!

Lo miró con rabia. Pero se dió cuenta de que fue un error hacerlo, llevaba el brazo inmovilizado por una férula, la cara limpia con algunos moretones y en sus ojos una risa que provocaba unas pequeñas y suaves arrugas en su piel bronceada. . . Tuvo que recobrar el aliento y decir lo más estoica posible:

-Que bien que uses el tiempo pasado.

Siwon se encogió de hombros.
-Pasado, presente, futuro no quita el hecho de que seas mi esposa y que eres y serás siempre mía desde que nos conocimos.

Estella reprimió el impulso de abofetearlo, Siwon no había cambiado en nada, es más, los hombres como él nunca cambiaban.
-No lo creo Siwon y no entiendo a qué viene todo esto ahora. Pronto estaremos divorciados y ese será el fin entre nosotros.

Siwon la tomó por el brazo para hacer que se detuviera para luego rodearle la cintura con el único brazo libre que tenía la acercó a él.
Estella estaba apunto de empujarlo pero sabía que también estaba lesionada el área de las costillas.

-¿Tu crees que un papel puede cambiar las cosas? Ella, quiero que regreses a casa ¿Comprendes? Ya he tenido suficiente.

Estella se sintió abrumada por aquel cuerpo grande y sintió su respiración en su rostro. . . Tuvo que intentar recuperar el control por que su calidez la embriagaba. Había echado de menos aquel cuerpo. Había tenido que aprender a vivir sin él día tras día y había sido penoso muy penoso. No podía echar por la borda toda la agonía que la había hecho sentir.

Así que lucho a muerte contra el deseo de apretarse contra él, de fundirse en su pecho.