Capítulo 12

510 36 10
                                        

Apenas pudo ponerse los pantalones de algodón negros y una camiseta de manga corta en el reducido espacio del baño, pero al menos se sentía reanimada.

Siwon estaba en su pequeña terraza cuando ella salió con el cabello aún húmedo, fue a la cocina para colocar la comida que él había llevado en platos.

Al revisar las bolsas se dió cuenta que era pasta, pero también había fruta, jugó y fruta, jamón y otras delicias. También vio una enorme rosa roja.

--¿Realmente te ha molestado que fuera por ti? —no se dió cuenta como Siwon llegó hasta su lado y comenzaba a ayudarle a sacar la comida de los bolsos.

Quiso contestar que no, pero en su lugar dijo:
--Si —y le dió la espalda para buscar platos en la alacena.
--¿Por qué?
--Preferiría que me avisarás antes —Estella se pudo de puntillas para sacar un trasto de la parte alta del mueble y él la ayudo.— puedo sola, gracias.-— Siwon estaba peligrosamente cerca.
--Lo sé —le respondió sin apartarse. Entonces le dió un beso tierno en los labios ante la mirada sorprendida de ella.— Ella. . . No puedo soportar más estar sin ti, tu tacto, tu olor. . . No puedo pensar en nada, no podía. Cuando vivías con Anna, solía estacionarme a unos metros de allí solo para verte y luego te mudaste aquí y he transitado por esta calle desde el hospital solo para ver que llegues bien a casa.

¿¡Que!?

--¿Por qué? ¿Por que no veniste a mi entonces?
--Creí que era lo mejor para los dos, creí que era mejor que te dieras cuenta por ti misma que me necesitas tanto como yo a ti. —volvio a besarla con suavidad— Eres prefecta, eres todo lo que deseo. . .

Y entonces, la besó apasionadamente, como antes, cuando estaban casados y su cuerpo se estremeció de placer al recordarlo.
Siwon acarició sus brazos, luego, tomó el borde de la camiseta e instintivamente Ella levantó los brazos. Siwon besó sus hombros desnudos y recorrió su espalda con sus cálidas manos, que luego se ocuparon de sus senos, haciéndole círculos en los pezones con el dedo pulgar, entonces se llevó uno de ellos a los labios, no pudo evitar gemir ante la caricia que le irrigo el cuerpo de un placentero calor que llegó hasta el centro de su sexualidad. Clavo las yemas de los dedos en los hombros de Siwon. Sus piernas temblaban de deseo. Las manos de Siwon desabotonaron sus pantalones e introdujo la mano en ellos para palpar la humedad de su feminidad, que al tocarla la hizo temblar y gemir a un más. Luego de un momento, Siwon comenzó a desnudarse y posteriormente la desnudaba a ella. La piel de Siwon tenía un rico aroma a su loción para después de afeitar, algo cítrico, mezclado con su propio aroma. En su interior ardía un pequeño fuego mientras Siwon exploraba su boca y si cuerpo hasta que el placer de volvió más intenso hasta llegar al nivel máximo, fue que ella lo acarició, tomo su miembro endurecido y lo recorrió a todo lo largo, lo sintió tensarse luego de la caricia y paso sus manos por su bien marcado y trabajado abdomen para seguir por su pecho.
Siwon sentía un deseo tan intenso por Estella que solo podía aplacarse estando dentro de ella. Entonces lo hizo, entró en ella tan lentamente que sintió desesperación.

Su cuerpo temblaba cuando Siwon por fin la penetró y sintió sus músculos contraerse al rededor de su miembro. Estaba apoyada en la fría pared cuando Siwon la levantó del suelo sujetándola por su trasero para tener mejor acceso a ella. Estella le envolvió la cadera con sus piernas para tenerlo aún más cerca. El movimiento de sus caderas se volvió frenético y las embestidas de Siwon de hicieron más fuertes, habían alcanzado el clímax y el mundo y sus problemas habían dejado de tener sentido. Lo único importante era ese paraíso de placer y satisfacción al que habían llegado, donde la pasión era la reina la cual fue tan intensa por haberle sido negada por tanto tiempo.

Apoyó la cabeza sobre el pecho de Siwon y él la abrazó con fuerza, podía escuchar como los latidos de su corazón se iban haciendo más lentos mientras le daba pequeños besos en la frente y en la coronilla. Siwon la bajo lentamente y al colocar los pies en el suelo fue como salir de ese paraíso.

Siwon la rodeaba todavía con sus brazos cuando le susurró al oído apasionadamente:
--Te amo cariño. Nunca dudes de eso nunca.

Estella seguía abrazada a él, pero la realidad la comenzaba a asaltar de apoco, como la mancha de sol en la cortina que avanza lentamente hasta encontrar una grieta por donde invadir toda la habitación.

Siwon la besó evitando con ello que Estella le respondiera. Cuando él se apartó pudo ver qué estaba imperturbable.

--Esto no debió suceder —dijo por fin separándose de él— solo complicamos más las cosas.
--Yo no lo creo— contestó él no dejándose vencer.
--Claro que sí.

Siwon no la contradijo, solo la miró y dijo:
-- No se tu, pero yo muero de hambre. ¿desayunamos?

¿Desayunar? ¿Como puede pensar en eso cuando acababa de pasar lo que acababa de pasar?

Siwon se agachó para recoger su ropa y comenzó a vestirse. Estella lo miró con tristeza, más confundida que nunca. Lo amaba, nunca había dejado de hacerlo.

Una vez vestido Siwon le dijo:
--Yo no puedo hacerte cambiar, Ella. Sólo quiero que no olvides el porque nos casamos y si me extrañas tanto como yo a ti entonces desiste de ese divorcio y regresa conmigo casa.

Estella lo miró con los ojos muy abiertos.
--Ya no sé qué pensar. . .  Yo. . . Estoy confundida.
--Esto bien, eso es mejor a que estés segura de algo que no es cierto.— Siwon sonrió pero Estella fue incapaz de devolverle la sonrisa.— Vístete Ella. Desayunaremos como cualquier pareja casada.

Estella recogió su ropa y le dijo:
--Me daré una ducha rápida.

Entró al cuarto de baño y cerró con seguro.
Su cuerpo reconocía el placer, se sentía realmente como una mujer ahora, al mirarse en el pequeño espejo, tenía el aspecto de una mujer que acababa de hacer el amor. Se vistió, respiro profundamente y salió del baño, pero al hacerlo se quedó helada. Siwon no estaba allí.

 Siwon no estaba allí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El DivorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora