Capítulo 8

523 41 5
                                    

Justo a las seis salía de su estudio para ir al trabajo, había pasado una mañana pésima y le dolía la cabeza.

-Estella. . . -la sonrisa de JB la saludaba como de costumbre, con un vaso de su café favorito.
-¡Jaebum! -le devolvió la sonrisa y recibió el vaso termico que le extendía y camino a su lado el resto del camino.

-¿Te encuentras bien? -quiso saber.
-Claro, ¿Por que no habría de estarlo? -sorbio un poco del contenido del vaso.
-Te ves algo. . . extraña, desde anoche.
Estella lo miró de reojo.
JB prosiguió: - ¿se trata de "él"?
-No, nada de eso. . . Yo sólo - y sin darse cuenta se vió contándole lo sucedido con Siwon, como lo habia conocido, cuando se casaron y como se había ido todo al carajo, de sus sospechas de infidelidad, y de las verdaderas razones del por qué le había pedido que se separaran.

Jaebum la escuchó con atención y luego la abrazó, lo que provocó que se le salieran las lágrimas.

-Y sólo tienes veintisiete años. . .

Jaebum se apartó de ella y limpió las lágrimas con sus pulgares enmarcando su rostro con sus manos.
-La edad solo es un número, si yo tuviera una esposa como tú, nunca hubiese sido tan estúpido para dejarte.

Estella sonrió con los ojos y la nariz roja.
-Tonto. . . Vamos a trabajar.
-Otra cosa más. . . -dijo Jaebum antes de entrar al hospital.- no fue tu culpa que él no entendiera lo mucho que te importa tu profesión.
-Gracias JB.

Al reportarse con su compañera para el cambio de turno, encontró un hermoso arregló floral.
-Dejaron esto para ti más temprano.
-¿Pa-para mi?- con mano temblorosa reviso la tarjeta.

"Gracias por cenar conmigo. Te amo."

Después de leer la nota, Estella la metió rápidamente en el bolsillo de su uniforme.

Su jornada laboral termino sin sobresaltos, pero el dolor de cabeza nunca la abandonó. No pudo ver a JB al irse debido a que estaba atendiendo una operación. Se encaminó a la salida y solo dio unos pasos cuando la voz de Siwon la sobresalto.

-¿Siempre trabajas hasta tan tarde?

Él sonrió al ver su reacción. Estaba tan atractivo como siempre con ese traje oscuro, sin corbata y la camisa inmaculada con los primeros tres botones libres.

-¿Tu sabueso no te informó de eso?
Estella siguió su camino y él la siguió.

-Ya veo. Debí suponer que me dirías algo como eso.- sonrió- ¿Recibiste las flores?

-No hace falta que despliegues conmigo tus encantos Siwon.
-¿Ha, no? -frustrado por su actitud y al ver que no se detenía, la tomó del brazo y apartándole de los otros transeúntes, hizo un escudo con su cuerpo- ¿Qué sucede?

-No lo hagas -dijo quitándole la mano de su brazo, evitando el contacto físico- me duele un poco la cabeza eso es todo.

Siwon sabía muy bien que los dolores de cabeza de Estella no eran solo eso. Noto su cara pálida y sus ojeras.

-¿Cómo te fue hoy?
-Genial. ¿Sabes? No debiste gastar en esas flores- ella sabía lo costosas que eran las flores en esa época del año.- debiste utilizar ese dinero para alguna nueva conquista.

Algo molesto, Siwon respondió:
-En primer lugar, no hay ninguna nueva conquista, en segundo lugar, necesitas un baño tibio, luego comer, tomar tu medicación para la migraña y una habitación oscura y libre de ruido para que puedas descansar hasta que te pase el dolor. ¿De acuerdo?

Eso sonaba grandioso. Pero en su casa no contaba con una bañera y el ruido de los autos y el sol que entraba por todo su piso hacía imposible que estuviera oscuro, en su nevera solo tenía una lechuga y un poco de yogurt que seguramente estaba caducado. Por supuesto no le diría eso.

-Tienes toda la razón- contestó- por eso me iré a casa enseguida. Con tu permiso.
-No pensarás irte a casa caminando.

No, no lo haré contigo a lado, claro está.
-Voy a tomar un taxi- contestó cansada.
-Eso no es necesario, mi auto está justo allí -Siwon de giro un poco para señalar el lujoso automóvil- estarás en casa en un par de minutos.
-Siwon, no sé cómo decírtelo sin que suene grosera pero, no quiero ir en tu coche a ningún lado y tampoco quiero volverte a encontrar fuera de mi trabajo esperándome ¿No tienes algún caso importante en el cual trabajar?

-Ella, tienes una fuerte migraña, lo sé, no es sólo un simple dolor de cabeza, tambien sé que si no tomas tu medicamento rápidamente terminarás con arcadas. Mi auto está a unos pasos, está todo muy claro.

No deseaba discutir más, estaba agotada y el dolor se estaba volviendo insoportable,
-De acuerdo -dijo sin replicar más.
-¿De acuerdo?- repitió Siwon con sorpresa.

Siwon la condujo al auto y abrió la puerta del copiloto para ella, una vez dentro se dejó arrastrar por el deseo de cerrar los ojos. Se sentía debilitada y con náuseas.
-Eso es cariño, cierra los ojos y descansa, te llevaré a casa enseguida.

Estella se quedó dormida sin darse cuenta, no fue hasta que sintió la mano tibia de Siwon sobre su frente y la voz de la ahjuma que trabajaba en su casa que se despertó sobresaltada y molesta.

Siwon no la llevo a su estudio sino a su casa.

-Quiero irme a MI casa Siwon- las sienes le punzaban.
-Esta es tu casa. Y no estás bien Ella, cada vez te ves peor, ¿Que has tomado para el dolor?
-Un par de Aspirinas que no me hicieron ningún efecto, paracetamol y Diclofenaco y JB me consiguió pastillas para la migraña.
-¡Dios santo! ¿Eres una enfermera de verdad?

Siwon hizo el intento de levantarla en brazos, ella protesto:
-Puedo hacerlo sola.
Pero no era verdad, sentía que la cabeza le estallaría, apenas podía sostenerse en pie. Siwon la tomó en brazos esta vez y la llevó a la casa, poniéndola luego sobre la mullida cama. Sintió que le quitaban los zapatos he intentaban quitarle la chaqueta de su uniforme de enfermera.
Abrió los ojos de nuevo y exclamó:
-Yo-yo lo haré. . .
-Estella no agotes mi paciencia.
Estella le quitó las manos de encima.
-¿Donde esta la ahjuma? Que ella me ayude.
-Por favor Ella, te he desvestido muchas veces.
-Eso era antes.
Finalmente se dió por vencida, solo quería cerrar los ojos y que el dolor desapareciera. No tenía y no quería discutir más.

Desnuda, Siwon la cubrió con las sábanas suaves y limpias, cerró las gruesas cortinas que impedían a la perfección el paso de la luz. Debió quedarse dormida por que se despertó con la voz suave de la ahjuma, quien traía en una charola con comida.

-Comase todo.— ordenó
-No tengo hambre, solo quiero dormir.
-El señor Choi me dijo que tomo muchas pastillas diferentes, le harán daño al estómago si no come.

Estella suspiró y empezó a comer. Luego se deslizó entre las sábanas para volver a quedarse dormida.

Comenzó a sentirse relajada en cuerpo y alma. Suspiró suavemente. La caricia en su piel debía ser parte de la ensoñación en la que se encontraba, hasta que la sensación se convirtió en algo erótico.

Abrió los ojos de golpe y se encontró con los de Siwon. A su mente se agolparon imágenes de lo sucedido esa mañana, su migraña que la acompañó durante todo el día y la noche, el viaje en el auto de Siwon y . . . Levantó las mantas para comprobar que estaba desnuda.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El DivorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora