Capitulo 15

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--Soy yo, Siwon. . . Lo siento, yo, se trata de mi ahjuma.-- el dulce rostro de la ahjuma Min Yang Mi apareció en la mente de Estella-- Está en el hospital, ella. . . está en coma. --tomó una bocanada de aire-- creí que tal vez querrías venir a verla.

--Voy enseguida. 

Rápidamente se quito el camisón, se puso un par de pantalones de mezclilla, una camiseta y encima un suéter de cachemira de cuello alto, tomo su abrigo del perchero, su bolso y bajo corriendo los escalones luego se cerrar la puerta tras de sí.

Cuando recibió la llamada de Siwon, creyó que la hacía desde el hospital, pero al abrir la puerta del edificio, él estaba esperándola. Tenía el gesto sombrío. Cuanto deseaba consolarlo, echarle los brazos al cuello y abrazarlo, pero su postura le advertía que no lo hiciera, que fuese lo que fuese que le pasará a la ahjuma, eso no alteraba lo que ocurría entre ellos.

Su Audi de lujo estaba estacionado del otro lado de la calle y mientras caminaban hacia el, Siwon dijo:

--Lo siento. Seguramente estabas a punto de dormir.
--Esta bien, acababa de comer algo.

Siwon asintió, cuando llegaron al coche, abrió la puerta del copiloto para que ella entrará, la cerró después de que lo hizo, luego lo rodeó y se sentó frente al volante.
Estella lo observó, parecía enfermo. . . No era para menos, seguramente paso la noche al lado de la mujer que había cuidado de él.

--¿Que fue lo que sucedió? --le preguntó en cuanto encendió el auto.
--Estuve en China toda la semana, nunca me dió muestras de estar enferma o nunca me dí cuenta. Siempre la veía bien.-- su voz se escuchó turbia-- Al llegar esta mañana me percate de que todas las luces exteriores estaban encendidas y al buscarla, no pude despertarla.

--¿Que te han dicho los médicos?
--Entro en un coma diabético. --Siwon tenía la vista al frente y las manos aferradas al volante del auto-- Soy un estúpido egoísta. Ni si quiera pude cuidarla. Tienes razón al despreciarme.
--¡Oh, Siwon, yo no te desprecio!-- colocó una mano en su brazo, pero la quito de inmediato--. No te culpes. Se pondrá bien ya verás. --Siwon asintió. --¿Has llamado a su familia?
--Si, su hija está ahora con ella.

Siguieron el trayecto en silencio y al verlo así, por primera vez Estella lamentó como nunca no estar viviendo juntos como marido y mujer. Quería besarlo, abrazarlo, decirle que todo iría bien, que su querida ahjuma se recuperaría. Pero había perdido ese derecho para siempre.

Siwon tenía razón en todo lo que le había dicho desde que apareció en su vida de nuevo.
Ella no tendría que haberlo dejado inmediatamente sin darle derecho a que hablaran primero, Ella solo tomo la decisión de dejarlo, de desaparecer de su vida.

Llegaron al hospital y Siwon la ayudó a salir del coche, su aptitud era fría y distante: cuando la tocaba lo hacía de manera impersonal. De la misma manera en que ella se había comportado con él. Estella habría deseado llorar, desahogarse, pero no era el momento. Caminaron por el pasillo directo al área de cuidados intensivos, lo hizo con la cabeza en alto con toda la dignidad que pudo reunir. Siwon tocó la puerta de una habitación con suavidad y luego la abrió cediendole el paso. Pudo ver a la hija de la ahjuma y luego paso la vista al delgado y frágil cuerpo de la ahjuma Min que descansaba bajo las mantas. Siwon se dirigió a la hija de está, con voz queda:
--¿Como está?
--Recupero el conocimiento hace un par de horas.-- contestó la mujer con un gesto de alegría.
--¡Gracias a Dios! --exclamó Estella, llevándose las manos a los labios al escucharla.
--¿Ha dicho algo? --pregunto Siwon.

Fue en esos momentos en que la mujer abrió los ojos.

--Estella, oh Estella. --Unas lágrimas se deslizaron por el rostro de la ahjuma.

Estella se acercó y ambas mujeres se abrazaron.

--Tranquila . . . Tranquila ahjuma Min.-- Estella tomo unos pañuelos desechables de una caja que estaba en la mesilla de noche.-- Tome. . . --levantó la barbilla de la mujer para enjugarle lágrimas. --Así está mejor.

La ahjuma Min le sostuvo la mano con fuerza.
--Por favor Estella, tienes que regresar con mi niño Siwon.-- al ver que iba a protestar, continuó.-- Él te ama. Te ama de verdad. Nunca te ha sido infiel, él de verdad está loco por ti.
Te ha adorado siempre y tú eres tan encantadora no hay otra mujer que yo quiera para mí hijo, por que él es como un hijo para mí, ¿Lo sabes verdad? No quiero morir y saber que lo deje solo y que yo no hice nada para que él fuera feliz.

--¡Oh ahjuma Min! --Las lágrimas ahora llegaban a los ojos de Estella, humedeciendo sus largas pestañas negras.

--Lo amas, ¿Verdad? Tú lo amas.-- preguntó vehemente la mujer, sabía que Siwon estaba a su espalda, tan sorprendido como ella por lo que su ahjuma le decía.

--Si, lo amo-- respondió con labios temblorosos.-- Todo se arreglará-- la mujer la veía suplicante-- pero ahora, debe preocuparse por recuperarse.-- hizo un esfuerzo por sonreír.-- ¿De acuerdo?

Tomó las manos de la mujer entre las suyas y la ayudó a recostarse de nuevo. Luego de que se durmiera otra vez, ambos salieron de la habitación.

--¿Quieres una taza de café? --su tono era totalmente frío.
--No, gracias. Debo volver a casa.
--Yo te llevaré.-- se ofreció de inmediato.
--No, está bien. Creo que deberías quedarte con ellas. Puedo tomar un taxi.
--Como quieras.-- Siwon se echó andar unos pasos delante de ella.

Estella le sostuvo el brazo a la altura del codo.
--Siwon. . . Yo. . . Lo que hablamos antes en mi casa, en realidad yo, nunca creí que tú fueras capaz de engañarme. . . Yo, estaba furiosa, confundida y terriblemente equivocada . . . Yo, no debí actuar de esa manera, no debí irme de esa manera. Ahora lo sé, pero. . .

--¿No es el adulterio el peor de los engaños?

--Siwon lo que te dije ese día es verdad, te creo, ahora se que nunca me fuiste infiel, todo eso eran ideas mías y . . . Perdóname por no apoyarte en tus metas y ambiciones.

Siwon se pasó los dedos por sus lacios cabellos negros.

--Ella, no hagamos esto aquí, ¿de acuerdo?
--Pero tienes que escucharme. --imploró.

--¿Por qué? ¿Por que tengo que escucharte? Tú nunca me has escuchado, nunca, ¿Como piensas que podría haberte hecho el amor si hubiera tocado a otra mujer? ¿Como pudiste pensar en que yo pudiera hacerte algo así?

--Tenía mis razones.
--¡Demonios Estella!
--Creo que es mejor que me vaya-- Estella avanzo con paso rápido frente a él.
--Si, es mejor.

Su tono tan falto de emoción hizo que se le helara la sangre.

Estella se hubiera echado a sus pies y le habría implorado que  la amase otra vez, pero tenía que conservar algo de dignidad.

Estella se hubiera echado a sus pies y le habría implorado que  la amase otra vez, pero tenía que conservar algo de dignidad

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