No esperaba volver a verlo, luego de que meses antes él le pidiera separarse.
Nunca pidió una explicación, pero era obvio que él tenía una aventura. Ahora se encontraba luchando a muerte por no volver a enamorarse de él.
Siwon había decidido demost...
--Te voy a llevar al hospital. . . -- dijo de manera determinante ante las mil excusas que Estella le daba para no tener que echarle a perder las vacaciones que había planeado tan afanosamente.
Estella se levantó y caminaron un tramo rumbo al hotel pero tuvo que detenerse porque tuvo otra contracción. Se sentó en el vestíbulo mientras Siwon recogía las cosas que llevaría al hospital de la habitación.
Cuando regresó, estaba nerviosísimo. Nunca lo había visto en ese estado.
Recordó el día que le dijo que esperaban un bebé. Había hecho una reservación en el restaurante que más le gustaba. Llegó puntual como siempre, luego de la comida el mesero le una pequeña cajita dorada: --¿Que es esto? --pregunto sorprendido y sonriendo. --Tienes que abrirlo.-- respondió sonriendo también.
Siwon deshizo el listón con el que estaba sujeto la caja y en su interior había una foto del ultrasonido con una imagen difusa en blanco y negro de su pequeño bebé.
Siwon, se cubrió el rostro con las manos, a caso, ¿estaba llorando? Estella se levantó de su asiento y se colocó al lado de él rodeándole los hombros con su brazo, al sentirla, Siwon se descubrió la cara y tomándola por la cintura la hizo sentarse sobre sus piernas.
--¿Es verdad, amor? ¿Es verdad? --Si, es cierto. --¿Cuando te enteraste? --Hace un par de días.
Siwon la abrazó y la besó sin importarle estar en un lugar público.
Cuando llegaron al hospital, Ella le informo que llevaba diez minutos sin contracciones.
--No me hagas esto --contestó pasando la mano por su redondeado vientre hablándole al bebé, luego le acarició la mejilla-- ¿Me escuchas? Tu padre no está para falsas alarmas.-- dijo sin retirar las manos de su vientre.
--¿Nos vamos? --propuso Ella avergonzada.
Siwon le rodeó la cintura con una mano y en la otra sostenía el bolso Chanel donde colocó las cosas para el bebé. Caminaban despacio por el estacionamiento al lugar donde habían dejado el auto. Siwon abrió la puerta del copiloto para que Ella entrara, la dejó un segundo mientras abría la puerta trasera para meter el bolso cuando. . .
--. . . Si-won . . . --dijo Estella mirando sus pies, había roto fuente.
--¡Demonios! --exclamó nervioso, sin saber que hacer. . . No sé animaba a dejarla sola y no sabía si llevarla en vilo de regreso al hospital.
Una vez en el la habitación, las contribuciones fueron de cinco minutos de diferencia
--Ve, ve. . . Estaré bien. Ve. . .
Así, Siwon echó a correr por el estacionamiento a toda la velocidad que su atlético cuerpo le permitía.
Una vez en la habitación las contracciones volvieron cada cinco minutos.
Había varias embarazadas en la sala de preparto, que fueron saliendo poco a poco para dar a luz. Parecía que ella sería la última parturienta de la mañana.
Choi Yung Mi nació a las 12:10 pm, esa mañana calurosa de agosto en una hermosa ciudad tropical.
Cuando vio esa carita regordeta y arrugada, de piel blanca y sonrosada, de labios rojos redondeados y pequeños y coronada por una cabellera castaña y lacia, se enamoró de inmediato, igual que Siwon quien no dejaba de mirarla, hacerle cariños y hablarle amorosamente.
Se sentó a su lado al borde de la cama con su hija en brazos y lágrimas en los ojos.
--Te amo-- le dijo a Ella--. Te amo tanto. . . --luego se acerco para besar su frente. --Yo también te amo. --¿Te arrepientes de haber dejado el trabajo?
Estella sonrió. La habían ascendido y había disfrutado de un par de años de su escalada, pero no quería perder a su esposo de nuevo y cuando habían decidido tener un bebé sabía que querría quedarse en casa para estar con él. Tenía que darle a esa bebé y alos que le siguieran todo el amor que era capaz de dar. Cuando le comunico su decisión a JB le aseguro que siempre sería bienvenida cuando quisiera regresar.
--No --dijo respondiendo a su pregunta.
--Gracias por nuestra hija.-- le respondió. --Gracias a ti por tu entusiasta colaboración.-- sonrió con picardía. Una vez que había regresado a casa Siwon alejaba las manos de ella. --Solo. . . Un poco.-- respondió sonriendo de manera traviesa.
Se veía más atractivo que nunca, así, sosteniendo a su pequeña e indefensa bebé en brazos, haciéndole cariños y hablándole dulcemente. Las lágrimas resbalaron por las mejillas de Estella. Era cierto la gente lloraba de felicidad. Sollozó y fue que Siwon la miró.
--Cariño, ¿Que sucede?-- limpió una de sus lágrimas con el pulgar. --Somos una familia ahora, amor. --Si --lo dijo en tono íntimo, rodeando sus hombros, acercándola hacia sí, junto a su hija.-- Somos una familia.
Los días oscuros y triste que ellos solo se habían impuesto por no saberse comunicar y dar todo por sentado quedaron atrás. Habían comprendido que el orgullo nunca debería estar por encima del amor que se tenían. La llegada de la pequeña Yung Mi era la prueba de que el amor, cuando es amor de verdad, podía vencerlo lo todo.
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