Estaba tan jodidamente caliente… solo eran las ocho y media de la mañana y tenía unas ganas de follar, tremendas. No, de el simple hecho de follar, no. Si no de hacerle el amor a __________. Lentamente, que lo sintiera completamente en su interior. Y que ella lo acariciara todo, con sus paredes húmedas y calientes. Y luego… más rápido. La velocidad que ella le pidiera, lo que a ella le gustara. Él se conformaba con tenerla. Una espesa nube pareció cubrirle los ojos. Solo veía a __________. Una enorme lujuria recorrió su cuerpo. El bóxer iba a reventar. Gimió de nuevo al ver como __________ se metía un tercer dedo y arqueaba las caderas, fundiéndose en un suave jadeo. Tenía los ojos entrecerrados y los labios se le habían vuelto de un color rosa intenso. Justin se levantó. Se quitó la ropa en silencio. __________ no se dio cuenta. Parecía que ella estuviera en otra nube de lujuria. Justin se acercó a la cama. Cogió las bragas de __________ y se las llevó a la nariz, sin dejar de observarla. Esnifó. Como si ella, su olor, su sabor, su propia imagen, fueran su droga. Cerró los ojos. No aguantaba más. La sangre se le había acumulado abajo del todo y se moría por comérsela, por penetrarla. Se puso en cuclillas delante de ella y dejó ir una renglera de besos por la pierna de ella. ___________ abrió lentamente los ojos. Se ruborizó de nuevo. Justin la miró, de entre sus piernas. Luego bajó los ojos a su sexo, mojadísimo, el clítoris hinchado y con los dedos de ________ a medio entrar. Se frotó la sien.
- Eres preciosa. – murmuró viéndola. – Dios, creo que una vez empiece, no podré controlarme… - Se levantó un poco. ___________ no podía ver más debajo de su ombligo. – eres la única mujer que provoca tal excitación en mi…
Acarició uno de sus pezones, doloridos, desatendidos, con la boca. Succionó fuerte. __________ se arqueó, jadeando alto. Qué rica sensación… hundió más los dedos en su co.ño. Justin había hecho que su excitación se subiera por las nubes. Unos dulces lametones de su lengua, acariciaron ese botón erecto. Prosiguió con el otro pecho, sin dejar de pellizcar el pezón que había quedado húmedo.
- Tus tetas saben bien… - murmuró Justin, contra la boca de ___________. Ella sintió como algo parecido a una barra de acero se clavaba a lo largo de su abdomen. Era enorme. – Vamos a ver como sabe tu co.ño…
Buscó su mano, escondida aún entre sus piernas. Entrelazó sus dedos con los de ella y la subió. Se metió el índice y el corazón en la boca. Y los succionó, tragando la miel que había quedado impregnada ahí. Un sonoro ‘Plop’ sonó cuando se sacó los dedos de __________ de la boca.
- Esto es delicioso… - dijo besando ahora sus labios. __________ le correspondió. Este hombre era un dios del sexo ¿o algo parecido? Porque estaba a punto de correrse y se podía decir que él no había hecho casi nada. -… pero quiero beber directamente de la botella.
Justin resbaló por su cuerpo, besando su barriga, su pubis. Se detuvo. Cogió los muslos de __________ - bien cogidos por cierto… quizás no quería que ella se alejara ni un milímetro en la práctica del cunnilingus que le esperaba a ___________ - y la abrió bien, expuesta a su vista.
- Dios… esto es una enorme tentación… - Pasó uno de sus gruesos dedos por la raja húmeda de ________ y se lo llevó a la boca. – Estás jodidamente buena… en todos los aspectos… - sonrió. ___________ adoró esa sonrisa.
Justin se inclinó para oler su excitación. Y ya a milímetros de su co.ño, la miró por última vez.
- ¿Sabes cuánto hace que espero esto? – Alternó la vista hacia su sexo que se contraía por la necesidad de ser tocado y hacia los ojos de __________, que pedían a gritos un ¡Hazlo ya! - ¿Sabes cuánto hace que sueño con que te corras en mi boca? – Besó de nuevo su monte de Venus, totalmente depilado. – Pues hoy no va a ser solo una, si no las que hagan falta… vas a terminar tan agotada que no podrás sentarte durante una semana entera.
Justin pasó la lengua a lo largo de toda su hendidura. ___________ siseó de gusto. Justin la miró a los ojos. La vio, llena de deseo. Dios, se podría correr con tan solo esa visión, y ese gusto, ahora en su boca. Des de ahora, esa era su bebida favorita… el elixir de __________. Se hundió más en ella, la boca, la nariz, dios, quería sentirla toda, quería sentir como gemía mientras él le otorgaba el máximo placer. Dejó de agarrar el muslo derecho para meterle un dedo. __________ se arqueó, pero él no dejó de comérsela. Abrió la boca para tomar el máximo posible. Pasó la lengua de nuevo, arriba, arriba… sin cesar.
- Ah… ah… ah… - __________ jadeaba, agarrándose de las sábanas. – Justin… - gimió.
Eso fue suficiente para que la po.lla de Justin empezara a mojarse del líquido pre seminal. Estaba tan cachondo que podría clavar un clavo con el pene. Succionó el clítoris de __________ como si fuera un chupa-chup. Ella agarró su pelo. Gritó.
- ¡Sí! – gimió. - ¡joder! ¡sí! ¡Esto… ¡AH! Es buenísimo!
Justin sonrió, sin dejar los movimientos de su boca. Metió otro dedo. Sintió como el co.ño de ___________ los apretaba con fuerza. Madre de dios santo… esto va a ser una tortura. Se preguntó si podría aguantar el orgasmo de ___________, sin penetrarla antes. Aun que no tuvo que esperar mucho.
- Más. – jadeó ella. – Méteme otro. – pidió.
Justin cumplió sus órdenes. ___________ volvió a arquearse. Siseó de nuevo.
- Mhh… - gimió, complaciendo a Justin.
Y un último jadeo, superior a los demás. Justin sorbió todo su orgasmo, como la mejor de las bebidas, como la nueva y mejorada marca erótica del mercado.