Dark Harvest

Capítulo 16

Avery
Vi al guardia del que me habló, bastante alto y musculoso. Vestía ropa normal pero se notaba que nos estaba mirando.
Es uno de esos que te mira y ya te ha sacado todas las ganas de existir y respirar junto a él.
Me dijo que una pelea podría ser más creíble, porque quizás tengan sospechas o algo.
Miré alrededor y vi que había bastante gente como para hacer una escena.
_¿Y si mejor te vas y me dejas tranquila?_Dije desviándome a lo que ella me siguió.
_No es tan fácil deshacerse de mi querida, mira, me han contando de que tú eres parte de los OB, y que podría tener alguna ventaja si es que te hablo_
_¿Ventaja? ¿Están en una competencia o algo así?_ Pregunté tomando el otro cruce con más gente que me rozaba.
Se rió un poco antes de contestar.
El juego que tenemos es algo agotador por todos lo pasos que debemos dar para comunicarnos sin que se den cuenta.
_Se podría decir que si, el que llegue primero a ti se queda con tu cabeza. Igual que siempre para que sepas_ Me respondió la pregunta.
_¿Por qué no me la arrancas ahora? ¿Tienes miedo o algo?_
_Hmmm, no me conviene. Una cabeza sin que hable no es útil_
_Tienes razón, pero mira que yo también tengo una vida y no quiero gastarla hablando contigo ni con la vieja de Parker_ Dije mirando el auto que venía enfrente.
_¿Cómo llamaste a mi jefa?_ Dijo acelerando el paso para quedar a la misma distancia que yo del auto.
Me debo dirigir a mi habitación para hablar con más claridad y que me arregle la pantalla.
Lo siento Riffia.
El auto la arrolló con éxito dejando una conmoción en la calle.
Comencé a correr mientras ella se paraba y le hice señal con la mano hacia donde me dirigía.
Podía escuchar cómo me maldecía a los metros.
Corrí a toda velocidad en donde me hospedo.
Decirle hogar es mucho, debido a la diferencia que aprendí en clases entre esas dos palabras.
Pasaron unos minutos y alcancé a llegar al pequeño almacén que tenía abajo.
Me detuve en la puerta y comencé a tomar el aire que no había respirado.
Abrí la puerta y la campana sonó a los segundos.
_Qué bueno verte otra vez, justo hoy llegaron esos dulces que tanto te gustan y siempre compras_ Me dijo la señora mostrando con una sonrisa la vitrina debajo de donde estaba la caja.
Sonreí de vuelta y me acerqué a donde estaban las cosas que normalmente trae un botiquín.
Me agache a ver los precios y me di cuenta que el botiquín era muy costoso y traía cosas innecesarias.
_Descartado_ Dije dejándolo en donde lo encontré.
Levanté la mirada y vi lo que necesitaba.
Un vendaje grande, unas tijeras y posiblemente necesite una de estas cosas para afirmar una pierna.
Repetí un mi mente el como voló por los aires unos segundos.
_La cara, la espalda y el hombro_ Dije con los ojos cerrados.
Lo cambié por una hombrera.
Aún tengo lo demás en algún lado de mi cuarto.
Me levanté con las cosas en mano y me dirigí a pagar.
La señora dio un suspiro.
_¿Estás herida o algo?_ Me pregunto preocupada tomando las cosas.
_No mucho, solamente me duele el hombro después de nadar tanto_ Dije lo primero que se me vino a la cabeza.
_Mira, no tenía idea que eras deportista._
Ni yo sabía.
Me deberé acordar de lo que dije por si alguna vez me pregunta.
_Algunas veces voy a nadar, y ahora que estoy más cerca paso más tiempo allá que en mi casa_ Dije mirando los dulces.
Ya que no debo pagar el arreglo de mi pantalla, me daré un lujo.
_¿Cuantos quieres?_ Me dijo juzgando por la mirada que les daba.
Tengo algo con las cosas dulces, y nunca se me va a ir.
Calculé que me convenía comprar cuatro, envés de bajar dos veces más si me compro uno.
_Cuatro_ Respondí.
_Están recién hechos, no llegaron hace más de quince minutos_ Me dijo tomando una bolsa de papel.
_Todos los jóvenes siempre se llevan al menos uno de estos, son demasiado ricos_
Mientras ella hacía eso, yo buscaba el dinero con el que iba a pagar.
_Te voy a regalar uno porque que me caes muy bien_ Me dijo sonriendo entregándome dos bolsas de papel.
Esta señora es la única que me ha dado algo sin esperar nada a cambio, que no sea parte de mis amigos.
_Gracias_ Dije sonriendo y entregando el dinero.
_Ten cuidado con la bolsa, que tienen mucha crema_ Me dijo despidiéndose.
Salí de la tienda y subí las escaleras.