Capítulo 27

2.3K 250 26
                                    

Ni siquiera podía mantenerme en pie debido al efecto de las pastillas. Para mí eso era normal, lo había vivido muchas veces antes desde que Andy murió, pero él y Mike seguían repitiendo «que estaba drogada» por lo que me ayudaron a entrar a la casa. El observar la mansión me traía tantos recuerdos, a pesar de que eran borrosos, me transmitían felicidad. Recordar lo feliz que me hacía estar aquí con Andy me ayudó a sentirme mejor, aunque mi mente estaba muy confundida aún.

Entre los dos me llevaron a una de las tantas habitaciones en la casa. La reconocí al instante, fue la habitación que Andy me había dado cuando me mudé aquí aunque fuera por poco tiempo. Todo era tan confuso y cada que volteaba a verlo a él se tornaba aún más confuso. ¿De verdad estaba vivo? No podía asimilar esa idea. Desde que Andrew murió -o creí que murió- mi psiquiatra me había preparado para creer que cada que viera o escuchara a Andrew se trataba de sólo una alucinación. Me recetó tomar mis medicinas diarias para mantenerme tranquila, y en caso de tener alguna alucinación, drogarme para terminar confundiendome totalmente. O al menos eso es lo que dicen Andrew y Mike.

Apenas vi la cama de la habitación y me tiré hacia ella. Tenía demasiado sueño además de que ni siquiera podía caminar.

—Tomaré una siesta, avísenle a Jordan —dije.

Andrew me miró con cierta molestia y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

Sentía que todo me daba vueltas. Tan sólo deseaba que el efecto de las pastillas desapareciera para poder pensar correctamente y salir de este estado de shock. Necesitaba aclarar mi mente, saber si realmente Andy estaba vivo o todo estaba en mi mente.

Entre tantos pensamientos me quedé dormida. No supe cuantas horas pasaron pero desperté con un dolor de cabeza fuerte. Llevé mis manos a mis sienes intentando masajearlas para disminuir el dolor. Miré todo a mi alrededor, la misma cama en la que estaba antes de quedarme dormida, la mansión Stone.

—Esto no puede ser —susurré para mí misma levantandome de la cama. Me miré en el espejo, todo seguía igual en mí a diferencia que ahora estaba en mis cinco sentidos.

Si me encontraba en la mansión de los Stone eso significaba que nada de lo que pasó se trató de una alucinación. Todo fue real. De inmediato vino a mi mente todo lo ocurrido desde que me raptaron hasta que llegué aquí. Solamente había una respuesta, Andrew estaba vivo.

Corrí hacia la puerta y salí de la habitación desesperada. Bajé las escaleras con rapidez y comencé a buscar a Andrew por la mansión. Lo encontré sentado platicando con Mike en la mesa. En cuanto lo vi, comencé a temblar, no de miedo, sino de emoción. Mis ojos comenzaron a gotear inmediatamente y sentía como mis piernas se debilitaban.

—¿Cómo es posible? —logré apenas decir y corrí a abrazarlo tan fuerte como pude. Él hizo lo mismo, rodeando completamente mi cuerpo con sus brazos.

—Por fin —susurró él.

—No entiendo... —dije entre titubeos y lágrimas— ¿Cómo es posible que estés aquí?

De pronto Mike se levantó de la mesa y se puso justo en medio de los dos mientras mantenía una cara de preocupación. Parecía que iba a decir algo pero aún así lo interrumpí.

—Tú lo sabías, ¿cierto?

Él se tenso aún más al escuchar mi pregunta, tratando de buscar una respuesta que pareciera concreta.

—Hay cosas que no van a entender por ahora. Los dos deben estar muy confundidos y tener un montón de dudas, lo sé. Tan sólo por favor sean pacientes, yo no puedo darles las respuestas de nada.

La respuesta de Mike me confundió aún más. Sentía que mi cabeza iba a explotar, era como si mi cerebro estuviera siendo violado tratando de procesar tanta de información de golpe.

A pesar de que Mike estaba en medio de ambos yo no podía evitar observar a Andrew con detalle. Verlo ahí, parado luciendo justo como lo recordaba después de tanto tiempo, era como un sueño.

— Muévete —habló Andrew empujando a Mike a un lado y acercándose a mí de nuevo. Me tomó entre tus brazos una vez más en un tierno y cálido abrazo—. Te extrañe tanto, Hailey. Aún no puedo creer que por fin te tengo aquí, no tienes ni idea de cuantas noches soñé con este momento —susurró mientras nuestras frentes se mantenían unidas.

A pesar de que yo también quería estar con él y pasar tiempo juntos, necesitaba primero que nada aclarar mis dudas, que por cierto, eran miles.

—¿Cómo es posible que estés aquí? —pregunté de nuevo y aún sin poder creerlo.

—Vamos, Hailey, yo también tengo millones de dudas pero por ahora lo único que quiero es estar contigo.

Observé a Mike, su rostro seguía mostrando la misma preocupación que antes, o incluso ahora mostraba más.

—Andrew tiene razón. Por favor disfruten este momento, es su reencuentro después de casi tres años.

—No —retrocedí un paso de Andrew—, quiero saber la verdad ahora y quiero saberla toda. Responde Andrew, ¿Cómo es posible que estés aquí ahora?





 Responde Andrew, ¿Cómo es posible que estés aquí ahora?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
StayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora