Stay

Capítulo 40

Andrew se paró de la cama dispuesto a reclamarle molesto al chico por haber entrado de la manera en la que lo hizo, era claro que aún no reconocía su voz como yo lo había hecho. Sin embargo, en cuanto se acercó a él y pudo verlo de mejor manera sin que los rayos del sol se interpusieran, abrió la boca sorprendido.

—Richard... —soltó apenas y segundos después se abalanzó sobre él. Se unieron en un abrazo fraternal realmente tierno mientras ambos reían incrédulos.

Richard se alejó un poco para mirar el rostro de Andrew más detenidamente, y aún sin poder creerlo habló.

—Debo estar soñando —pronunció lento para él mismo.

—Si sigues mirándome así vas a enamorarte más de mí —le respondió Andy en un tono juguetón.

Me levanté de la cama arreglando un poco mi cabello y mi ropa arrugada. Solté un bostezo mientras me colocaba a un lado de Andrew. Richard hizo contacto visual conmigo y yo extendí mis brazos esperando su abrazo con una tierna sonrisa.

—También estás aquí —susurró al mismo tiempo que me abrazaba fuertemente y me alzaba en el aire dando vueltas. Su rostro expresaba demasiada felicidad.

Tenía cerca de un año sin ver a Richard, desde la última vez que los chicos y yo nos reunimos, a excepción de Ben. Salimos un día a comer algo a un lindo restaurante de comida china todos juntos, sin embargo, no puedo recordar ese día con una sonrisa. Aquel día todos sentíamos la gran ausencia de dos miembros: Andrew y Ben. Fue un día bastante sentimental.

Volver a ver a Richard levantó increíblemente mi estado de ánimo, ya que él al igual que James siempre me hacían reír a carcajadas con sus comentarios fuera de sentido, o las estupideces que hacían sin darse cuenta. Richard era un chiste viviente y definitivamente me hacía hecho mucha falta. Con él todo parecía tener más color.

Mientras aún permanecíamos abrazados noté como Richard no dejaba de observar a Andrew. Incluso parecía que quería memorizarse su rostro.

—Luces tan real, hermano —dijo Richard con una enorme sonrisa de oreja a oreja, aún así, parecía tener sentimientos encontrados. Acto seguido tocó el hombro de Andy—. Oh, y te sientes tan real.

Su comentario nos desconcertó a ambos y Andrew y yo intercambiamos miradas.

—Deja de bromear, Richard. No estás soñando, él realmente está aquí —dije y después pellizqué su brazo para que se percatara de ello. Inmediatamente, lo escuché quejarse y comenzar a sobar justo donde lo había pellizcado.

Después de un par de segundos analizando la situación fue cuando me di cuenta. La mirada con la que Richard contemplaba a Andrew era de total incrédulidad; era como si estuviera viendo un ser ficticio con total admiración. Estaba pasando por lo mismo que yo pasé, creer que estaba alucinando o soñando.

—E-espera —tartamudeó entre balbuceos—, esto es... ¿Real?

Noté como la expresión de alegría en su rostro cambiaba completamente y se convertía en una de... ¿decepción? La gran sonrisa que tenía se desvanecía poco a poco. Sus ojos comenzaron a aguar mientras observaba todo a su al rededor, como si estuviera confirmando que no se trataba de un sueño. Después dirigió la mirada a su brazo, el cual ya tenía una pequeña mancha roja debido a mi pellizco. Abrió la boca tanto como pudo y comenzó a tomar aire escandalosamente; aún así, no despegó su vista de Andrew. Nos tomó por sorpresa cuando de la nada, dirigió su puño cerrado directo al pómulo de Andrew, con tanta fuerza que lo hizo caer al suelo.

—¡Hijo de perra! —le gritó Richard con furia. Apenas pude notar como sus ojos ya derramaban un montón de lágrimas— Entonces es verdad, ¡fingiste tu muerte!

Yo me encontraba petrificada ante la escena. Nunca antes había visto a Richard siendo tan agresivo y mucho menos con Andy.

Andrew se levantó lentamente del suelo totalmente confundido. Llevó su mano a su pómulo con precaución y le dedicó una mirada a Richard, quien parecía estar esperando a que le regresara el golpe para comenzar una pelea.

—¿Qué demonios te pasa? —reclamó Andrew.

—¿A mí? ¿Qué demonios te pasa a ti, Andrew? ¡Nos hiciste llorar tu muerte por nada! No tienes ni idea de lo que hemos sufrido por ti mientras tú estás aquí, totalmente tranquilo con tu novia fingiendo que todo está bien.

Podía notar la furia salir de su boca en cada una de sus palabras.

—Richard las cosas no son de esa manera... —intenté calmarlo pero me interrumpió de golpe.

—No, Hailey. Tú lo sabías y nunca dijiste nada. No te importo vernos sufrir mientras tú siguieras revolcándote con él. ¡Estás comprometida, por Dios!

Sus palabras me habían lastimado y bastante. Todos mis sentimientos estaban a flor de piel desde el día anterior y saber que un buen amigo mío ahora pensaba lo peor de mí, no ayudaba mucho. Bajé mi cabeza para tratar de ocultar mi tristeza.

—Richard... —habló Andrew poniéndose delante de mí— te extrañé y estoy feliz de verte pero cierra el maldito pico si no vas a hablarle bien a ella. Nosotros tampoco sabíamos nada de esto.

—Oh, ¿no sabías que estabas muerto? —preguntó en un tono irónico.

—¡Mierda, no! Estuve en prisión encerrado casi tres años sin saber nada del mundo exterior. Todos fuimos engañados por mi padre.

Richard se quedó callado por unos segundos mientras parecía estar analizando las cosas seriamente.

—Fuimos a tu funeral —masculló.

—Enterraron un ataúd vacío. Yo estuve encerrado todo el tiempo pensando en por qué ni uno de mis malditos amigos iba a visitarme. ¿Debería golpearte yo también por eso?

—¡Nosotros ni siquiera sabíamos que estabas en prisión! —respondió tratando de excusarse.

—¡Yo tampoco sabía que estaba muerto!

Richard se quedó callado al no tener nada que responderle a Andy. Se detuvo de nuevo a observar la situación mientras llevaba su dedo índice hacia su barbilla y daba pequeños toquesitos tratando de buscar una respuesta lógica. Tal como un energético juguete que de pronto se queda sin batería.

A pesar de todo lo que estaba ocurriendo, había algo que me inquietaba y era: ¿cómo supo Richard que Andy estaba vivo? Me preocupé aún más al pensar que si él lo sabía, probablemente todos los chicos de la banda ya lo sabían y no tardarían en aparecer.

*********