Sentía su mirada penetrante sobre mi, sus ojos rojos escarlata me observaban con reprobación y sus labios no eran más que una fina línea que contenía para no decir nada, hizo un chasquido con la lengua y negó con enojo mientras más se acercaba a mi, no podía ver claramente su rostro pues no había mucha luz.
—es inevitable —sentenció con superioridad como si el fuera el dueño del destino, de mi destino.
Me levante rápidamente mientras sentía el sudor bajar por mis mejillas, sentía la sensación de ser observada y sentía que me volvería loca. Baje de la habitación por un vaso de agua en un intento de calmar mis nervios, cuando nuevamente sentí ese aroma embriagador, era atrayente como una especie de droga que te hacía perder tus pensamientos coherentes.
—¿Anne estas bien? —di un respingo al escuchar la voz de Kent y el se disculpo por sorprenderme.
—si yo solo... No podía dormir —confesé avergonzada.
—se que no quieres ir a la academia pero... ¿Sabes que vendrán tarde o temprano, verdad? —tenía toda la razón.Solo tenían que enviar a un rastreador y yo rápidamente sería llevada a aquel lugar, aunque supongo que tienen mejores asuntos que atender, ¿que tendría de especial una niña de 16 años? Aunque mi madre se empeñaria en encontrarme, pero no se lo daría tan fácil.
—lose, ¿que hiciste, cuando fuiste asignado a un vampiro? —pregunté con cautela, sabía que no le agradaba hablar del tema.
—supongo que lo acepte —dice con la mirada perdida, sus ojos perdieron brillo y su piel se torno pálida.
—el era... Fuerte, como cualquier vampiro, su sed era insasiable y yo no podía satisfacerlo, así que cuando casi no quedaba sangre en mi cuerpo, me tiraba a un lado como un saco de basura, así que decidí que eso terminaría... Y lo mate, escondí una estaca en mi espalda y cuando bebio mi sangre lo apuñale —su cuerpo estaba rígido y yo me acerque lentamente para poner mi mano sobre la suya.Lo mire compasiva y el me dedico una mirada reconfortante mientras volvía en si.
—hiciste lo correcto —digo con voz suave rompiendo el silencio.
—gracias Anne —respondió estrechandome en sus brazos.Volví a mi habitación y caí en la inconsciencia nuevamente pensando en las palabras de Kent, eso había sido muy cruel e injusto, no podían utilizarlo como un juguete. Los vampiros manipulan nuestros cuerpos, nuestra sangre, cuando beben nuestra sangre nos transmiten cierto poder pero aún así seguimos siendo humanos, al menos una parte, pero ya no envejecemos y algunos desarrollan ciertos dones pero si se separan de su vampiro poco a poco pierden su poder y la inmortalidad.
Eso le pasaba a Kenet poco a poco esta envejeciendo nuevamente y perdiendo su poder.
—despierta Anne —Kent toca mi puerta y me lleva el desayuno a la cama.
—gracias Kent, no tenias porque —dije avergonzada pues yo soy la invitada.
—es lo menos que puedo hacer por ti, saldré de compras al supermercado pero volveré en unas horas, te veo después —acaricia mi cabello y sale de la habitación dejándome sola.Termino mi desayuno y bajo a la cocina para lavar los platos, después entro a la ducha y pienso en Leo, podría verlo... Estar con el, esa idea me reconforta y causa una sonrisa en mi rostro, salgo de la ducha y me visto con short y una camiseta, doy media vuelta para tomar mis zapatos cuando de repente algo capto mi atención. Me gire bruscamente y mi respiración se aceleró en segundos, sentí la sangre abandonar mi rostro y el miedo se apodero de mi.
Frente a mi estaba un vampiro, llevaba una capa negra a su alredor con capucha que cubría su rostro del sol pero aún así podía verlo, sus ojos rojo carmesí me observan con cautela y cierta diversión, sus labios eran gruesos y rojos, su piel pálida como la nieve y su cabello rubio como el sol.
—has causado muchos problemas Anne, es tiempo que vuelvas a la realidad —dio un paso a mi dirección y yo retrocedi instantamente, el río e hizo un chasquido con la lengua.
—lo haremos del modo difícil, bueno esta bien, tu lo pediste.Y no supe más de mi.
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Neferet.
VampireMi apellido marca mi vida, sin poder elegir, sin poder pensar en que hacer con mi vida. Provengo de una familia muy influyente, un linaje de sirvientes leales a los vampiros. Cada sirviente comienza a los 16 años, e pasado huyendo para no ser una si...