Neferet.

Capítulo 31.

La tarde transcurrió rápida entre todos los arreglos de la boda, me hicieron un peinado muy hermoso, una trenza rodeaba mi cabello con lindas flores sobre el peinado.

Comenzaba a anochecer y no había visto a Neferet en todo el día, mi corazón latía con fuerza pues cada minuto se acerca a del gran momento, era hora de casarme con el, sería su esposa... Para siempre.

Pero una pregunta hacía eco en mi cabeza, ¿me convertiría en vampiro? O ¿permanecería siempre como su sirvienta? De las dos maneras siempre estaría con Neferet pero me preguntaba que planes tenía conmigo para más adelante. Sacudí mi cabeza sacando esos pensamientos pues más adelante hablaríamos de ellos, con una sonrisa me miré al espejo y observe mi vestido con cuidado, todo estaba perfecto, mi cabello, maquillaje y vestido, estaba más que lista para casarme.

—ya es hora —entro Esmeralda con una sonrisa.

Salí de la habitación con mi ramo de rosas y una sonrisa radiante, caminábamos por los pasillos en dirección al altar hasta que una persona se puso frente a mi, me quedé perpleja mirándola incrédula.

—hola hija —mi madre estaba frente a mi, con una media sonrisa.
—madre —me limite a decir.

Aún guardaba rencor por lo que me habia hecho, obligarme a hacer algo que no quería, si bien ahora estaba más que feliz con Neferet, no la perdonaba por obligarme a ser una sirvienta.

—yo... Solo vine a entregarte eso —dice tendiendome una carta.

La tome no muy segura y sin más se fue, me quedé observando su silueta desaparecer preguntandome que había sido eso, ¿solo una carta?

—¿vamos? —pregunta Esmeralda con su voz cálida.

Asiento con la cabeza y seguimos el camino hasta llegar al altar.

Todo ese tiempo fue el más perfecto y feliz de mi vida, Neferet estaba ahí frente a mi, vistiendo con traje negro, su cabello rubio perfectamente peinado y su sonrisa que pocas veces dejaba ver, sus ojos carmín brillaron al verme frente a él, sonrió dejando ver sus dientes blancos una sonrisa que jamás olvidaré, la música comenzó a sonar y todas las personas se levantaron de sus asientos.

No eran muchas claro pero si los necesarios, estaban algunas familias fundadoras, Azael y en el fondo pude ver a mi primo Kent quien me sonreía con nostalgia y alivio

Llegué frente a Neferet y me tendió la mano la cual tomé enseguida, mi corazón Latía frenético asimilando lo que estaba pasando, la felicidad me desbordaba y era un sentimiento que no quería que acabará nunca.

—Neferet, ¿aceptas a  Anne Brown como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarla y respetarla todos los días de tu vida?
—si —responde Neferet con una sonrisa.
—Anne, ¿aceptas a  Neferet Vintag como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
—si —respondo con entusiasmo.
—entonces yo los declaró marido y mujer —anuncia el vampiro que oficia la boda.

Nos damos un beso cálido y todas las personas aplauden en respuesta, Neferet y yo caminamos hacia el castillo tomados de la mano mirándonos con una sonrisa.

—finalmente eres totalmente mía —dice complacido.
—siempre seré tuya —Neferet me alza en sus brazos y me da vueltas por todo el salón.
—

¿es como te lo habías imaginado? —pregunta preocupado.
—es mejor de lo que había imaginado —sonrió radiante y el rostro de Neferet  se alivia al escuchar mis palabras.
—no tengo palabras, para decirte lo feliz que me as hecho Anne —Neferet me sonríe con calidez y yo abro los ojos sorprendida por sus palabras.

No puedo imaginar un momento más perfecto que este, celebrando nuestra unión para un largo tiempo, abriendo puertas a experiencias nuevas, habría problemas, dificultades pero estaba segura que lo afrontariamos juntos.

¿Que les pareció? Ahora con la Cuarentena tengo un poco más de tiempo para escribir, ¿ustedes que hacen en su cuarentena? Los leo ❤️