Neferet.

Capítulo 35.

Observe a Neferet petrificada mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla, Neferet fijo su vista en mi y sus ojos carmín parecían asustados.

El miedo me impedía reaccionar, necesitaba correr lejos de aquel lugar pero era inútil pues el señor Raziel no me dejaría escapar, Esmeralda y los demás vampiros se encontraban afuera de la casa peleando entre ellos, no podía pedir ayuda.

—Neferet —susurre aterrada.

El señor Raziel me arrastro hasta llegar frente a Neferet e hizo un lado mi cabello dejando al descubierto mi cuello.

—vamos hijo, bebe su sangre hasta la última gota —ordenó con enojo.

Neferet dejó al cubierto sus colmillos y su mirada parecía vacía.

—no lo hagas Neferet —supliqué en susurro.

Neferet pareció reaccionar y se aparto de mi lado.

—no lo haré —Neferet atacó a su padre pero el fue más rápido y esquivo su ataque.

Era difícil seguir el ritmo, peleaban tan rápido que no podía ver sus movimientos claramente, caían pero se recuperaban en segundos, ninguno de los dos parecía cansado o frustrado.

—¿de verdad amas a una simple sirvienta? —pregunto su padre con desdén.
—eso no te importa —contesto con rabida.

Pude ver un destello de una navaja plateada y ahogue un grito al pensar que Neferet podría salir herido. Pero quede sorprendida al ver que Neferet clavo la daga en el corazón de su padre, el señor Raziel abrió los ojos y se dejó caer en el suelo mientras aún tenía la daga en su cuerpo, Neferet me tomó de la mano y me sacó de aquel lugar.

Los demás vampiros que estaban con el señor Raziel estaban muertos en el suelo y  Esmeralda se encontraba herida pero no gravemente, sonreí aliviada al verla.

—¿de verdad esta muerto? —pregunto un vampiro que estaba con Neferet.
—tenemos que averiguarlo —suspiro el.

Neferet se giro para verme y me dio una pequeña caricia en mi rostro.

—tienes que irte con Esmeralda, no es seguro que estén aquí, volveré al castillo cuando pueda —sus ojos carmín me observaban con tristeza como si me ocultara algo más.
—no quiero dejarte Neferet, por favor —lo abrace con fuerza mientras aspiraba su aroma.
—matar a mi padre no será tarea fácil Anne, necesito que vayas a casa —pidió el con voz serena.
—¿y si algo te pasa? —pregunte temerosa.
—todo estará bien Anne, no tienes que preocuparte por mi —me dedico una sonrisa y yo finalmente acepte al cabo de un rato.

Camine con Esmeralda en dirección al castillo pero me di la vuelta para observar una última ves a Neferet, el seguía mirándome con una pequeña sonrisa en sus labios.

Pero después sentí algo atravesar mi pecho, el dolor aumentaba cada segundo, Esmeralda grito horrorizada y Neferet abrió sus ojos mientras abría su boca para decir algo, caí al suelo y mi vista poco a poco se volvía más borrosa.

—¡Anne no te duermas! Abre los ojos, por favor no te duermas —no podía reconocer la voz de Neferet, se escuchaba desesperado y perdido en si mismo.
—Neferet... Yo —no podía respirar, sentía mis pulmones pesados.

—tendrás que transformarla rápido si no quieres que muera —fue lo último que pude escuchar.