Neferet se encontraba sentado junto a mí en el avión y yo solo podía mirarlo de reojo, su vista estaba fija en la ventana absorto en sus pensamiento y Dios sabe lo que está pensando pues nunca demuestra emoción alguna.
—dime algo Anne —dijo con voz suave casi en susurro.
—¿si? —respondí nerviosa.
—¿porque escapaste? ¿Porque volviste aquí? —su gesto era frío, parecía molesto y dolido.
—yo... Me sentía atrapada, nunca quise ser una sirvienta, me gustaba mi vida como una humana y solo quería ver... —¿como decirle que quería ver a Leo?
—¿que significa ese chico para ti? —pregunto de golpe.Lo mire sorprendida pero el solo me observó con seriedad esperando mi respuesta, su boca era una fina línea y sus manos estaban levemente convertidas en puño.
—antes significaba mucho, ahora no significa nada, estoy segura de ello —dije con voz alegre tratando de ocultar mi dolor.
—deberías elegir mejor a las personas Anne, a una persona que te aprecie de verdad —me miró fijamente con una leve sonrisa y sentí un pequeño cosquilleo esparcirce por todo mi cuerpo.Mi corazón altero su ritmo y yo solo asentí nerviosa y desvíe mi mirada, Neferet es realmente atractivo, su cabello rubio y sus ojos carmín hipnotizarian a cualquiera, sin la necesidad de usar sus poderes.
—¿como supiste que estaba en casa? —pregunté de repente.
Era algo que aún no comprendía, ¿tenía rastreadores?
—a qué otro lugar irías, fue el primer lugar donde pensé —respondió sin interés.
—claro —¿era tan predecible? Al parecer si.La azafata se acercó con mi almuerzo y lo acomodo frente a mi con delicadeza, se veía delioso aunque no tanto como la comida de Esmeralda, me preguntó si se habrá preocupado por mi.
Devore mi plato en minutos pues en casa no había podido comer tan bien que se diga, Neferet sonrió al ver que había terminado mi plato y limpio con cuidado la consumidura de mis labios que al parecer tenía un poco de salsa.
—¿quieres algo más? —pregunto complacido.
—me gustaría un postre de chocolate —susurre en voz baja.Neferet asintió con una sonrisa y minutos después tenía mi postre frente a mi, el me observaba con cautela cada bocado que daba lo cual me ponía bastante nerviosa.
—gracias por la comida y... Por todo —lo mire fijamente y sentí mis mejillas arder al ver su rostro tan perfecto y sereno.
Frunció el ceño al escuchar mis palabras y después negó con una sonrisa.
—no es nada Anne —acomodo un mechón suelto de mi cabello y me sonrió con melancolía como si recordará algo.
Llegamos horas después y como era de esperarse habían muchos guardias cuidando las salidas y entradas. Neferet acomodo mis cosas y se fue de mi habitación minutos después, me quedé sentada observando mi habitación, todo seguía en su lugar.
—¡Anne! ¿estas bien? —Esmeralda se encontraba en el lumbral de mi puerta con expresión angustiada.
—lo estoy, gracias por preocuparte —respondí con una sonrisa.
—¿donde fuiste? ¡No hagas eso Anne! Estábamos muy preocupados —Esmeralda cruzó sus brazos en señal de molestia y yo solo mordí mi labio mientras pensaba que responder.—lo lamento Esmeralda, no pensé que los preocuparía —respondí apenada.
—¡el señor Neferet estaba vuelto un loco! Nadie lo había visto así, pensamos que haría una locura —susurro con preocupación.
—¿¡que!? Solo parecía molesto cuando me encontró —respondí sorprendida.Esmeralda alzó una ceja mirándome sorprendida y después soltó un suspiro resignada.
—tenía a todos buscándote por todas partes, gritaba como loco y andaba de un lado a otro, se le miraba angustiado y muy triste, no le hagas eso Anne, es un buen hombre —Esmeralda se sento a mi lado y me dio un abrazo que casi me asfixia.
—no lo haré, lo siento —respondí en voz baja.¿De verdad era tan importante para Neferet?
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Neferet.
VampireMi apellido marca mi vida, sin poder elegir, sin poder pensar en que hacer con mi vida. Provengo de una familia muy influyente, un linaje de sirvientes leales a los vampiros. Cada sirviente comienza a los 16 años, e pasado huyendo para no ser una si...