Día 23. Juego de Rol (Alice in Wonderland) + Día 24. Cosplayando ~Omegaverse~

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Día 23. Juego de Rol (Alice in Wonderland)

—Vuelve aquí— Masculló el mayor mientras recorría la enorme mansión, siguiendo por detrás al más joven, que huía de él. Fred comenzaba a agotarse y se suponía que en algún momento Freddy se detendría.

—No lo creo... Aléjese de mi, se lo suplico— Murmuró el menor mientras descendía por las escaleras, casi corriendo. Según su papel, debía huír del rey vestido de rojo. Pero no entendía porqué Fred debía ser ese Rey Rojo.

Ni tampoco entendía porqué él debía ser Alicia.

—Mi pequeño, no debes huír de mi.— El mencionado se detuvo bruscamente, por fin cediendo a su mayor. Este lo tomó de la muñeca delicadamente y le hizo mirarle. Sus ojos brillaban debido al reflejo de la luz sobre sus cuerpos. Mientras le miraba, intentaba guardar aquellas hermosas y delicadas facciones en su memoria. Aquel cuerpo que deseaba fuera suyo. Pero que luego de aquel día, nunca más volvería a serlo.

—Se lo ruego, suélteme.— Musitó el pelicastaño entre dientes. No toleraba el tacto del que fue su pareja sobre su piel. Porque sabía que si le permitía tocar más, caería rendido ante sus pies. Y ya no soportaría que volviesen a romperle el corazón.

—Mi querido niño, por favor, déjame explicártelo todo. Ella no es a quien amo, ella es...

—Su prometida...— Completó Freddy la frase. Miró a los orbes del mayor, intentando que el reflejo de la luz no delatara las amargas lágrimas que en ellos se acumulaban. —Lo entiendo... No debe dar explicaciones...

—No, no, no... Esto no es lo que tú piensas... No es a ella a quien deseo, mi corazón solo tiene espacio para alguien...— Fred intentó llamar su atención, tomando delicadamente su mejilla le hizo mirarle. Ahora no podría apartar la mirada ni aunque quisiese. —precioso, mi corazón solo tiene espacio para ti.

Y dando por sentado aquello, Fred unió sus labios con los del que fue su novio, esperando no ser abofeteado ni alejado.

Y así sucedió. Freddy lentamente correspondió al beso.

Sus labios se movían al compás de una melodía. Una melodía inexistente, pero que igualmente podía sentirse envolviendo el ambiente. Fred intentaba no estropear las cosas, así que movió lentamente sus labios sobre los gruesos y abultados del menor. Apresó su esbelta y delicada cintura, mientras las yemas de sus dedos acariciaban la suave piel.

Una reconciliación silenciosa. Una segunda oportunidad que deseaban poder darse.

—Déjame hacerte mío esta noche... Te lo suplico— Dubitativo el mayor acercó sus cuerpos, rompiendo aquella lejanía. Las rosadas mejillas del menor se encendieron. Recordando su papel como protagonista del País de las Maravillas, miró a los ojos al que era su rey y escondió su rostro en la curvatura de su cuello, buscando algún tipo de consuelo.

—El tiempo se agota. En algún momento despertaré.

—Entonces hagámoslo valer.— Volvieron a unir sus miradas, intentando encontrar en aquellos cristalinos colores alguna especie de refugio. Se amaban y lo sabían. Pero Freddy sabía que no pertenecía ahí.

—Su Majestad... No sé si podré...

—¿Confías en mi?— Freddy volvió la mirada al mayor perplejo. Claro que confiaba. Pero... se trataba del que antes fue su enemigo. Aquel que en ese juego tan burdo debía de odiar. Debía odiar al Rey Rojo.

Debía ir con el Rey Blanco y derrocar al malvado, como en la película. Pero no pudo evitar caer ante sus deseos. Igual que Alicia, había caído ante la belleza del hombre frente suyo. Igual que Alicia cayó perdida en la curiosidad de entrar a aquel país, él cayó por sus deseos desconocidos.

30 Days of OTP |Frededdy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora