Su mirada se torna oscura de nuevo y un escalofrío recorre mi columna.
Su voz enojada, no tarda en aparecer.
—¿No irás con tus amigos esta noche no? —cuando dice la palabra amigos parece escupirla, como si odiara decirlo.
Pienso que decir, si le digo que iré él se enojara, pero si digo que no…
No pasará nada, solo yo me aburriría.
Así que lo pongo a él por delante.
—No. —le digo con una sonrisa esperando que me crea y que está llegue a sus labios también.
Un sonrisa que algún otro momento podría haber calificado de sádica se forma en sus labios.
Cuando se acerca a mi cuello a marcarlo una vez más mientras toma mi cabello en una coleta improvisada y me tira hacia él haciendo más presión de la que debería no puedo hacer más que cerrar los ojos.
Sus labios succionan, sus dientes muerden y yo solo puedo quedarme ahí, tragándome las lágrimas, sabía que si trataba de evitarlo terminaría peor.
—No lo tapes con maquillaje. —dice cuando se separa para ver la marca que hizo, orgulloso. Da un pequeño beso en ella y luego acomoda mi cabello sobre esta —. ¿Vale?
Incapaz de hablar asiento.
Y de nuevo sus ojos se vuelven claros y su sonrisa radiante aparece.
Sus labios llegan a los míos y me besa lento, como si disfrutara de cada segundo ahí esperando que no terminara.
Pero sé que no es así.
Él quería algo y yo lo sabía.
Así como también sabía que dejaría que lo obtuviera.
—¿Dónde están tus llaves? —lo dice lento y eso me pone alerta.
Me levanto rápido, pero no lo suficiente.
Porque su mano se envuelve en mi muñeca y aprieta.
Coloco mi mano en la suya y espero que se levante o que suelte mi muñeca.
No hace ninguna de las dos.
La sonrisa sádica de nuevo esta en sus labios y no se qué hacer.
Si me quedo ahí se enojara porque no le traje las llaves rápido.
Si trato de ir por las llaves se enojara porque me fui.
Él parece disfrutar de mi indecisión y a la vez hartarse.
Su presión se hace más fuerte.
—¿Puedo ir a buscarte las llaves? —murmuro casi en un susurro sintiéndome patética por tener que pedirle hacer algo en mi casa que él me había pedido, pero continuo —. Por favor.
Él se ríe de mí y me suelta.
Yo camino rápido al mueble que está al lado de la puerta.
Tomo las llaves que están ahí y cuando me volteo para ir a entregárselas choco con él, quién aún tiene una sonrisa divertida en sus labios.
Toma las llaves de mi mano y me besa fugazmente, luego desaparece por la puerta de mi cuarto.
Tiemblo ante lo que acaba de pasar.
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Tóxico
Teen FictionBecca sabía que no todas las relaciones eran bonitas porque la suya era un infierno. 🌙 Jaja estuvo en #1 en novios por unos días. También estuvo #1 en ayuda y #2 en tristeza, chiqui si eso no te convence para leer yo no se que lo hará. Bastante org...