Siete

6.1K 244 30
                                    

Estábamos durmiendo tranquilamente hasta que él despierta.

Y yo despierto con sus manos alrededor de mi cuello.

—¿Por qué no me ayudaste? —por unos segundos creo que me habla a mí, pero no lo hacía —. Pudiste salvarme y me dejaste ahí.

Y en ese momento su presión en mi cuello es distinta a la de otras veces, aprieta fuerte de una sola vez.

Su mirada tan enojada no me mira, es como si estuviera en un trance. Perdido en sus pensamientos.

Y por primera vez intento pelear.

Por primera vez forcejeo contra él.

Pero él es más fuerte.

Pero de alguna manera mientras estaba perdido en su mente logro empujarlo haciendo que pierda el equilibrio y caiga de la cama.

Y yo puedo volver a respirar.

—¿B-Becky? —y cuando mi mirada va a él me encuentro con un chico roto a punto de llorar.

Tomo su mano y hago que se levante, ahora sin importarme lo resentido que siento el cuello y lo mucho que me quema cuando respiro.

—Te traeré agua. —le digo una vez que lo senté en la cama.

Cuando estoy a punto de cruzar la puerta su voz me interrumpe.

—Becky. —me volteo a mirarlo —. No me dejes, por favor. —y creo que volverá a llorar.

—No lo haré mi amor.

Le digo, y lo que más miedo me da es que es verdad.

Al regresar a mi cuarto con un vaso de agua lo encuentro con la mirada perdida y unas cuantas lágrimas cayendo por su rostro.

Me acerco y le tiendo el vaso, él toma el líquido de su interior y me lo de vuelve, lo coloco lejos de él.

Vuelvo a la cama y lo abrazo, dejo que llore en mi pecho hasta que se queda dormido.

Aún cuando la escena debería ser al revés.

♡ ♡ ♡

Cuando despierto al día siguiente él ya no está aquí, en cambio hay una nota escrita con su letra desprolija sobre mi mesita.

“Eres la mejor Becky”

Y un pequeño corazón al lado de mi nombre, suspiro guardando la nota, ¿Cómo podía decirme que era la mejor un día y otro tratarme de lo peor?

Definitivamente nunca entendería a Kyle.

Voy por mi tableta y reviso mi trabajo, hoy tenía mucho que dibujar y esperaba tener el tiempo suficiente.

Y por uno de esos milagros de la vida, tuve el tiempo suficiente.

Tanto que incluso pude ir al parque, al final, los parques me hacían feliz, me traían buenos recuerdos.

Y algo que siempre me había gustado de ellos era columpiarme, desde que era pequeña, me hacía sentir libre, me hacía sentir como si nada estuviera mal.

Como si todo se lo llevara el viento.

—Chica del supermercado. —escucho una voz masculina a mi lado y mi sangre se hiela.

Cuando miro a mi lado veo al mismo chico que empaquetó mis cosas ese día.

—No eres de muchas palabras, ¿No? —parece no darse cuenta que no quiero hablar con él, como acto reflejo miro a los lados disimuladamente.

—Uh, no. —le respondo cuando me siento segura de que Kyle no está en ninguna parte, pero no puedo confiarme.

—Ya veo. —sigue sonriendo ahora sentado en el columpio de mi lado, pareciera que nadie le quitaría la sonrisa —. ¿Cómo te llamas?

Pienso en sí decirle y también aprovecho de mirar alrededor.

—Becca. —digo luego de un rato —. Becca Johnson.

—¿Becca de Rebecca?

—No, solo Becca. —digo comenzando a columpiarme nuevamente.

—De acuerdo “Solo Becca”, soy Luke, solo Luke. —dice imitándome.

Asiento sin saber si me está viendo o no.

—¿Becca? —me dice de nuevo, emito un gruñido para que sepa que lo estoy escuchando —. ¿Quién era el chico que te fue a buscar?

Su pregunta me toma por sorpresa.

Tan por sorpresa que siento un escalofrío.

Tan por sorpresa que siento unos ojos fijos en mi espalda y ahora sin disimular miro hacia atrás, pero no hay nadie.

—No te importa. —le digo bajo, sintiendo que dije más de lo que debí.

—Si te pregunto es por algo. —sus palabras me dejan pensado, pero hago que se vayan rápido.

Paro con mis pies el columpio y decido irme, sin despedirme pero su mano me lo impide.

Tengo que morderme la lengua para no gritar del dolor.

Pero no logro disimular las lágrimas que se agruparon en mis ojos y su mirada preocupada y arrepentida me lo deja claro.

—P-perdona, no quise hacerte daño. —su voz titubea, es raro escuchar una disculpa —. Solo quería darte mi número, ya sabes por si quieres hablar Becca.

Rasca su nuca y de nuevo miro a todos lados antes de entregarle mi celular y que él escriba.

Cuando me regresa mi móvil me voy a casa, con miedo.

Algo me decía que Luke me traería problemas.

Y no me equivocaba.

♡ ♡ ♡

No pensé que actualizaría de nuevo, disculpa por los errores.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora