Cuatro.

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Un portazo fuerte hace que me despierte.

Mierda.

Cuando veo a Kyle frente a mi comienzo a temblar.

—¡Qué hacía Jessica aquí ayer! —grita preguntándome —. ¡Respóndeme! —camina lento hasta llegar donde estoy.

Las palabras no salen de mi boca, estoy demasiado sorprendida de lo rápido que se enteró y de lo rápido que lo tengo con sus manos en mi cuello impidiéndome respirar.

Lágrimas llenan mis ojos.

—¡Respóndeme! —grita de nuevo y parece hablar en serio, casi como si no se diera cuenta de que no puedo responderle.

Llevo mis manos a sus muñecas y parece que esto lo enfada, porque la presión se hace mayor.

Muevo los labios sin poder decir algo esperando que vuelva en sí, mis lágrimas caen por mis mejillas y cuando una llega a sus manos parece que vuelve a la realidad.

Me suelta rápidamente y yo toso desesperada en busca de aire.

Aire que quema mi garganta cuando pasa haciendo que tosa más fuerte, me siento desesperada llenando de aire mis pulmones.

Siento sus brazos alrededor mío un momento y lo veo salir por la puerta para volver con un vaso de agua.

—Mi amor, Becky. —me dice pero no puedo mirarlo, estoy demasiado ocupada volviendo a respirar, sus manos me abrazan de nuevo y me dejo abrazar, me dejo caer en su pecho y dejo que me acaricie —. Tranquila Becky, estoy aquí, nada pasará.

Pero sus palabras no me calman, por primera vez me aterra el tono tan inocente que usa.

¿Cómo puede ser una bestia y un ángel en solo minutos?

Cierro mis ojos y dejo que él me siga acurrucando, que él siga diciéndome que estoy a salvo de lo que él había causado.

Aunque él no entienda que fue su culpa.

♡ ♡ ♡

Cuando él se va puedo volver a respirar tranquila, está vez me dejó las llaves a mi, por lo que podría salir a comprar cosas para comer.

Y eso es lo que hago, tomo una de mis tarjetas y voy a comprar comida, siempre después de avisarle que saldría a comprar, aunque él no estuviera aquí.

Trato de caminar rápido de mi casa hasta el supermercado esperando que no se le ocurra ir a mi departamento, porque si llegase a ir y no me encontraba pasarían cosas feas.

Aunque le haya avisado. Eso fue algo que aprendí a la mala.

Busco una caja donde hayan solo mujeres, porque las de autoservicio están demasiado llenas y ni pensar en hablar con un chico.

Pero parecía que la suerte no estaba de mi lado, porque cuando es mi turno la chica que estaba empaquetando cambia con uno de sus compañeros.

Y también lo veo a él aparecer, viniendo a buscarme.

Mierda.

Pago rápido, trato de ni siquiera mirar al chico que está empaquetando mis cosas y con manos temblorosas busco unas monedas para darle esperando que Kyle no me vea todavía.

—¿Estás bien? —una voz masculina me hace saltar —. Uh, parece que no. ¿Te ayudo? —solo en ese momento me doy cuenta que es el chico que está empaquetando mis cosas el que habla.

Niego con la cabeza y le entrego el dinero, tomo las bolsas rápido y me dirijo donde está Kyle.

Cuando lo tengo cerca me acerco a besarle la mejilla.

—¿Por qué te habló? —dice tranquilo tomando algunas bolsas en sus manos, hay demasiadas personas como para que haga algo.

Sigo su mirada al chico, que me está mirando, cosa que no me ayuda para nada.

—No lo sé. —respondo, sabiendo que cometí un error.

Su mirada fría llega a mí y sonríe aunque esta sonrisa no está ni cerca de tocar sus ojos.

Y nos vamos.

♡ ♡ ♡

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora