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⊑12: Primera cita⊒

El bonito rubio se encontraba frente a su espejo de cuerpo completo donde buscaba fallas en su outfit.

No había fallas.

Jimin había elegido meticulosamente cada una de las prendas que portaba su cuerpo; pantalones negros ajustados, suéter rojo en estilo oversize y zapatos negros perfectamente limpios. Si tenía una cita con un médico mínimo quería verse a la altura del otro.

El rubio —con sus cabellos perfectamente peinados hacia un lado— salió de su casa en dirección a la plaza donde vería a Chanyeol. No podía negarlo, se sentía nervioso como nunca antes de había sentido.

Cuando Jimin tenía dieciocho años y aún estudiaba, un día en clase de biología la profesora Seo pidió que cada alumno hiciera un plan de vida. Jimin en dicha tarea había planeado su vida a la perfección.

Después de salir de la universidad se uniría a un alfa lindo y protector, tendrían cachorros y una casa con un jardín grande para pasar las tardes de verano. Y efectivamente, Jimin tenía una casa con un jardín enorme, pero no tenía cachorros ni un alfa.
Y cada vez que recordaba esa etapa de su vida donde era un soñador se sentía tonto, pero se sentía aún más estúpido cuando sus compañeros de trabajo o amigos de toda la vida lo invitaban a celebrar el nacimiento de otro retoño más.

En fin, el rubio llegó a la plaza en transporte público a pesar de tener un auto del año sólo porque la noche anterior vio una película romántica donde la protagonista no lleva auto y el alfa caballeroso la lleva hasta su hogar.

Cuando Jimin entró al cine ubicó rápidamente a su cita.

Chanyeol era extremadamente alto, guapo y se veía totalmente relajado con su playera suelta de algodón y sus converse negros.

El alfa hizo contacto visual con Jimin y sonrió para después caminar hacia el más bajito.

— ¿Park Jimin? — Preguntó haciendo que los oídos de Jimin sintieran un zumbido.

— Uh... S-sí ¿Chanyeol? — Habló torpemente.

— Así es, un gusto. — Ambos hombres estrecharon sus manos — La función inicia en veinte minutos ¿Quieres ir a la dulcería de una vez? — Jimin asintió y Chanyeol pasó uno de sus brazos sobre los hombros de Jimin, eso lo hizo sentirse más pequeño de lo que era.

Jimin eligió todo lo que cometían durante la película y Chanyeol amablemente pagó por todo.

— No tenías porqué hacerlo, te daré la mitad y-

— Tranquilo, Jimin. — Chanyeol rió. Abrió la puerta de la sala de cine con una mano —ya que con la otra sostenía la comida— y con una sonrisa en los labios el rubio entró sintiéndose protegido como siempre había querido.

— ¡Ya sé! Te invitaré a cenar ¿Te parece? — Preguntó Jimin una vez estuvieron  cómodos en sus asientos.

— Si eso te hace sentir mejor, lo acepto.

— Y esta vez pagaré yo ¿De acuerdo? — Chanyeol asintió.

— Eres valiente, me gusta. — Dijo el médico al rubio.

La función no había estado del todo mal, Jimin esperaba algún acercamiento de parte del alfa, pero Chanyeol  había mantenido alejadas sus manos del cuerpo del omega y eso no estaba mal.