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⊑27: Cuarta cita⊒

Jimin siempre había sido un omega independiente y valiente, sin necesidad de un alfa con quién emparejarse pero eso cambió cuando sus excompañeros de clase comenzaron a tener sus propios cachorros.
Desde ese entonces Jimin se había propuesto como meta personal formar su propia manada, pero para eso necesitaba a un alfa.
El rubio buscaba a un alfa tierno y suave que lo mimara y que lo llenara de amor, pero no estaba tan desesperado como para seguir soportando los eructos de Hyunwoon en la mesa.

Los dos chicos se encontraban en un restaurante al aire libre, el alfa joven comiendo una jugosa hamburguesa y Jimin tenía frente a él una ensalada sin chiste.
El rubio había dejado al alfa pedir la comida mientras él iba al baño y de regreso se encontró con esa tonta ensalada porque según él "los omegas con los que salgo siempre cuidan su figura, nene". Tonterías.

Hyunwoon tenía un cuerpo increíblemente bien formado y una cara casi casi esculpida por dioses y eso hacía que Jimin se lamentara el hecho de que el alfa tuviera pésimos modales en la mesa y una mala manera de generalizar a los omegas.

Jimin suspiró.

- ¿Algo mal con tu ensalada? - Preguntó el pelinegro al omega.

- N-no... - Respondió - Sabe bien... - Picoteó las hojas de lechuga y tomate en su plato. - Aunque hubiera estado mejor con un poquito de aderezo. - Mencionó en voz baja.

- Me alegra, eran las favoritas de mi ex. - Hyunwoon sonrió.

Diablos, me tocó salir con el loco. - Pensó Jimin.

- ¿Y por qué terminaron tu ex y tú? - Preguntó Jimin antes de que el alfa sacara a flote su antigua relación.

- Oh pues... - El Moreno desvío sus pequeños ojos lejos de Jimin. - Él pensaba que era algo ¿Empalagoso? - Regresó su mirada a Jimin.

- Oh... Ser un poquito dulce con tu pareja no es tan malo. De hecho a los omegas nos gusta que nuestros alfas nos cuiden y hagan sentir-

- Kihyun es un huraño ¡Ni si quiera le gustaba tomarme de la mano! - Se quejó el alfa.

- Bueno tal vez sólo quería algo de espacio y exageraste. Un alfa no debería presionar a su omega para hacer cualquier cosa. - Respondió Jimin molesto.

- No lo obligaba ¡Era él!- Dijo exaltado - No quería que lo acompañara a casa - Comenzó a enumerar con sus dedos - No mencionaba nada acerca de su familia, no quería que saliéramos por las noches ¡Y ni hablar de pasar una noche juntos! - Se quejó.

- ¡Estaba en su derecho! Un omega debe sentirse cómodo con su pareja antes de abrirle las puertas de su casa y aún más las piernas ¡Alfa tonto! - Le arrojó un trozo de lechuga.

- Tonterías, él y yo estábamos hechos el uno para el otro. Mi alfa podía sentir cómo su Omega se tranquilizaba cuando estábamos juntos. - Mencionó con un toque melancólico.

- Oh... En ese caso... ¡Debiste esperar por él! - Tomó otro trozo de lechuga.

- ¡No! - el moreno lo detuvo y prestó atención a la imagen que estaba a espaldas de Jimin. -¡Mira! - Señaló con su dedo índice y Jimin se giró.

A sus espaldas se encontraba un chico de cabellos castaños con un pequeño en brazos.

-¿Qué? - Habló Jimin al no entender la situación.

- Es Kihyun. -Resopondió el alfa agachándose para esconderse de aquel omega.

- Pues ve a hablarle, idiota. - El rubio aprovechó la situación y jaló el plato de Hyunwoon hacia sí mismo. - No seas cobarde~ - Mordió la hamburguesa del alfa.