Isaac Lahey

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Título: Seduce Me
Argumento: Cuando tus amigos y tus amigos vais a un bar en busca de diversión, conoces al encantador Isaac que parece estar interesado en ti.

Un quejido escapó de tus labios cuando salías del coche de Lydia. No estabas de acuerdo con esto. No voluntariamente.

Después de meses estando soltera y bastante sola, Lydia decidió que debías ir a una fiesta de nuevo. 'Conoce gente nueva. Igual encuentras un chico mono' dijo ella sonriendo.

Y al principio, te gustaba esa idea. Lydia tenía razón, necesitabas divertirte de nuevo. Pero luego recordarte lo estresante que era tener que vestirse e ir caminando con tacones.

Lydia te dio un codazo.

-T/N, vas a divertirte, te lo prometo -dijo emocionada.

Rodaste tus ojos, te dolía como el infierno. No habías caminado en tacones por meses.

Lydia y tú entrasteis al club juntas, confianza saliendo de Lydia, pero a ti no te alcanzó. Te sentías un tanto incómoda. Tu vestido era un poco más corto de lo que esperabas que fuera.

-Relájate, T/N. Antes que nada vamos a por una bebida a la barra, ¿vale? Hemos hecho esto antes, ¿por qué estás tan nerviosa? -preguntó Lydia preocupada.

Intentaste colocar tus pensamientos mientras os sentabais en la barra.

Tus ojos escanearon la habitación, buscando nada en particular antes de que tus ojos encontraran los de Lydia de nuevo.

-Me da miedo conocer a alguien nuevo -admitiste.

Tu novio y tú habíais roto medio año antes.

-No todos son como él, encanto. Yo he tenido novios de mierda, ¿recuerdas? Pero siempre hay alguien correcto para ti -sonrió y supiste que estaba pensando en su novio, Stiles.

Ella era la más feliz con él y eso te hacía feliz a ti.

Forzaste una sonrisa y asentiste.

-Sí, pobrablemente tengas razón -sonreiste.

Media hora después, también llegaron Kira y Malia. Se sentaron con vosotras en la barra, bebisteis vuestras bebidas lentamente.

Y de repente, un chico se sentó a tu lado. Le notaste, por supuesto, pero no pensaste mucho en eso. Pero él se giró hacia ti.

-Hey -dijo en alto, para que pudieras oirle por encima de la música.

Te giraste hacia él también, un poco confusa al principio porque no sabías por qué te había hablado.

Y mientras te girabas y le mirabas, casi te desmayaste. Era muy guspo. Su pelo era de un rubio oscuro y sus ojos eran azules. Su mandíbula se veía como si los dioses la hubieran perfilado para hacer que tus rodillas temblaran. Él empezó a sonreír, mostrando sus blancos dientes, mientras todavía esperaba por una respuesta.

-Oh, hola -dijiste rápidamente, intentando sonar natural pero el notó lo impresionada que estabas de todas formas.

Su sonrisa se transformó en una mueca, pero no en una indecente; en una agradable. En ese entonces tu empezaste a sonreír.

-Soy Isaac -se presentó.

-T/N -declaraste.

Y después, empezasteis a hablar. De nada en concreto. Como si os conocierais de hace años. Isaac hablaba de por qué volvió a Beacon Hills y al parecer tu alfa, Scott, alguna vez fue el suyo. Te contó que quería volver a casa de nuevo, volver a su antigua manada.

Buscaste a Lydia y Kira para decirles que Isaac había vuelto, pero estaban ocupadas bailando. Una sonrisa de dibujó en tu rostro mientras veías lo felices que parecían tus amigas.

Isaac te miro, impresionado de maravillosa que eras.

-¿Quieres bailar? -preguntó, levantándose y ofreciéndote su mano.

La miraste con asombro. Luego le  miraste él y pusiste tu mano sobre la suya. Asentiste mientras posabas los pies en el suelo.

Os acercasteis a la pista de baile, donde docenas de cuerpos sudoroso se empujaban entre ellos. Pero una canción más lenta empezó a sonar. No era tan lenta para que todo el mundo parará de bailar en su acelerado ritmo, pero vosotros dos empezasteis a bailar lentamente.

Era por lo menos cinco pulgadas más alto que tú, notaste. Mientras enredabas tus brazos alrededor de su cuello y empezabais a bailar, cerraste tus ojos y apoyaste tu cabeza en su hombro.

Te sentías tan cómoda, era casi como si Isaac y tú os conocierais desde siempre.

Bailasteis por horas. Lydia te había dicho que ella y las chicas se irían a casa ahora, pero tú querías quedarte con Isaac. Si Lydia no le hubiera reconocido, no se hubiera ido hasta que tú fueras con ella, pero obviamente confiaba en él.

Ahora mismo, Isaac y tú os mirabais fijamente, pensando el uno en el otro. Seguíais bailando y parecía como si todavía tuvierais horas para continuar.

Sus ojos azules miraban te miraban hacia abajo. 'Oh dios, sólo bésame' pensaste. En ese momento, no deseabas nada más que poder por fin probar sus labios y sentirlos en los tuyos.

Igual notó lo desesperaba que parecías, o igual leyó tu mente, no lo sabías. Pero no te importó cuando finalmente se inclinó hacia ti. Como el caballero que era preguntó:

-¿Puedo besarte?

Y lo hubieras encontrado cursi si lo hubiera hecho cualquier otra persona, pero cuando Isaac lo preguntó, tu corazón prácticamente se fundió.

Asentiste levemente, pero eras todo lo contrario. No querías nada más que besarle. Isaac lentamente cerró el espacio entre vosotros mientras presionaba sus labios contra los tuyos.

Inmediatamente le devolviste el beso, por supuesto, y se sentía como si cualquier otro beso que habías tenido era nada comparado con este. Había mucha pasión puesta en el, incluso desesperación.

Posó sus manos en tus caderas y te atrajo más cerca hacia él. Tus manos se apretaron alrededor de su cuello para profundizar en beso. Pero no era con prisa. Era apasionado. Sonreiste para ti misma.

Os apartasteis lentamente, pero seguisteis mirándoos fijamente con asombro.

-Wow -susurró él sin respiración.

Sonreiste.

-¿Qué?

-Nunca había besado a alguien así. Quiero decir tan apasionadamente... Sabes a lo que me refiero, ¿verdad? -dijo él, pareciendo un poco avergonzado, pero asentiste en acuerdo.

-Sí, se a lo que te refieres, lo sentí también -admitiste, mientras él acariciaba tu mejilla.

Le miraste y si creías en el amor a primera vista, dirías que lo habías experimentado.

Pero sabías que eso no era amor. Todavía se desarrollaba en un gran enamoramiento, aún así.

-Creo que deberíamos hacer eso de nuevo alguna vez -le dijiste, pero el sólo sonrió.

-¿Y qué me dices de ahora? -preguntó, levantando sus cejas mientras reias ligeramente.

Al instante, ya te había atraído hacia él de nuevo, los labios más suaves que finalmente habías sentido encontrando los tuyos. Y mientras jugabas con el pelo en su cuello y vuestros labios se fundian entre ellos, pensaste que igual él era por quien estabas esperando.

Autor: mcsstydia

Dark Blue💙

One shots (Teen Wolf) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora