One shots (Teen Wolf)

Allison Argent

Título: Impromptu Trip (Pt. 1)
Autor: cactiem

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Allison comenzó a abrir los ojos cuando alguien haciendo "pssss" en su oído la sacó de su profundo sueño. Se despertó, divisan do una silueta junto a su cama. Antes de que la cazadora pudiese hacer algún ruido, cubriste su boca con una mano mientras encendías la lámpara con la otra, para mostrarle a la chica que sólo eras tú. Allison se relajó visiblemente cuando vio que no había ningún asesino en su habitación, sino tú.

-¿Qué demonios estás haciendo aquí, T/N? -siseó una vez que retiras te la mano de su boca, permitiéndole hablar.

–Vamos a divertirnos –le dijiste con una sonrisa demasiado animada para ser la una de la mañana–. Venga –la apremiaste sacándola de la cama y lanzándole algo de ropa para que pudiese cambiarse.

Allison estaba acostumbrada a tus salidas improvisadas, pero nunca habíais hecho una a esas horas de la noche, no desde que el Sheriff os había pillado. A ella no le importaban estas "excursiones", de hecho, las adoraba. Le encantaba lo libre que le hacían sentir, le encantaba sentirse como una adolescente normal por algún rato. También le encantaba lo feliz que te hacían a ti. Allison no estaba segura de lo que ibáis a hacer, pero tampoco le importaba. Sabía que fuese lo que fuese, te haría sonreír como loca, y mientras tú fueras feliz, ella era feliz.

–Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí? –preguntó Allison una vez aparcaste el coche en un claro en el bosque, en el que se alineaban las partes traseras de la casas más bonitas de Beacon Hills.

En lugar de contestar a su pregunta, le dedicaste una sonrisa traviesa antes de abrirte paso entre el follaje y llegar al patio trasero de una de las casas, dejando a Allison aún más confundida. No podía evitar mirar hacia atrás de vez en cuando, como si esperase que alguien os fuera a atrapar.

–¿Esto no es ilegal? –preguntó dándose cuenta de lo que pretendías hacer al verte intentando abrir la cerradura de la puerta.

–Oh sí, al cien por cien –respondiste directamente, otra de las cosas que Allison amaba de ti, que fueras honesta y abierta–. Pero da igual, nos habremos ido antes de que alguien pueda darse cuenta de que estamos aquí.

–¿Y qué estamos haciendo aquí?

–Tachando otra cosa de mi lista de deseos –le dijiste con un destello de picardía en tus ojos.

Cuando por fin abriste la puerta, fuiste directa a la cocina, abriendo la nevera como si estuvieses en tu propia casa. Te Inclinaste mirando toda la comida que había ahí dentro, viendo si había algo apetitoso. Mientras hacías todo eso, Allison se quedó parada torpemente en medio de la cocina.

–Relájate –dijiste al ver lo tensa que estaba.

–T/N, estamos rompiendo la ley, ¿cómo quieres que me relaje?

–Como te he dicho, nadie va a enterarse. La familia que vive aquí se ha ido por una semana –le aseguraste, lo que parece que funcionó un poco.

Allison confiaba en ti, no había duda de ello.

–Si quieres, podemos irnos... Pero entonces no tendrás ninguna historia que contarle a tus hijos algún día.

–No, confío en ti, nos quedamos. Entonces, ¿qué ponía en tu lista de deseos? ¿Comer comida de la nevera de otra persona? –cuestionó Allison sarcásticamente.

–Ya lo verás –dijiste encendiendo el interruptor de una habitación que, tal y como Allison se dio cuenta rápidamente, era una piscina interior, seguidamente te quitaste la camiseta y la parte de abajo.

Los ojos de Allison se agrandar on ante tu acción. No le tomó mucho tiempo juntar dos más dos.

–Escúchame, no lo hagas –dijo Allison con dificultad mientras intentaba contener su risa–. ¡T/N! –gritó mientras la tirabas a la piscina contigo–. Si nos pillan, estamos muertas.

–Menos mal que eso no va a pasar –le guiñaste un ojo.

La sonrisa que habías llevado durante toda la noche se convirtió en una triste, pero solo durante un instante, lo suficiente para que Allison no se diese cuenta. Ella no sabía la verdadera razón por la que la habías sacado de la cama a la una de la mañana. Te ibas hoy, dejando Beacon Hills atrás. No querías. Todos tus amigos estaban allí, Allison estaba allí. Pero tus padre te lo habían dicho de la nada, y ahora en la entrada de tu casa, había un camión de la muzanda con cajas llenas de todas tus cosas.

No le habías dicho a nadie que te ibas, no habías podido. Odiabas las despedidas, y las lágrimas que venían unidas a ellas, así que decidiste escribirle una carta a cada uno de tus amigos. Sin embargo, con Allison era diferente, tenías que verla por última vez.

–Prométeme que, pase lo que pase, vas a seguir saliendo con tus amigos y divirtiéndote. Intentando cosas nuevas que estén fuera de tu zona de comfort.

–¿Qué? –preguntó Allison sin saber de dónde venía aquello.

–Promételo.

–Lo prometo.

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A/N: sé que ha tardado, pero aquí estoy por fin. A partir de ahora intentaré actualizar por lo menos una vez a la semana (aunque espero que puedan ser más).

A parte, no me ha dado tiempo a revisar, así que si hay algún error decídmelo en los comentarios, por favor.

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Dark Blue💙