Theo Raeken

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Título: Pack loyalty

Miraste a tu alrededor en la cafetería y enseguida encontraste a Theo, quien te sonrió. Le devolviste la sonrisa. Lo de Theo y tú era complicado. No estabais juntos, no realmente, pero te gustaba, te gustaba mucho.

-A veces no os entiendo, chicos -dijo Malia, mientras tomaba otro bocado de su hamburguesa.

Frunciste el ceño. -¿A qué te refieres? -preguntaste.

-Veo como os miráis enamorados, ¿por qué no estáis saliendo? -preguntó ella.

Miraste a tu comida, pensando en la pregunta de Malia.

-Estamos... Técnicamente... ¿Saliendo? -dijiste, pero sonó más como una pregunta que como una afirmación.

Malia elevó una de sus cejas.

-¿Técnicamente? -preguntó ella.

Te reíste.

-No lo sé, ¿de acuerdo? Hace solo un mes que comenzamos a hablar -dijiste, mirando a Theo de nuevo.

-Sigo sin pillarlo, pero está bien -dijo Malia, haciéndote sonreír.

Observaste a Theo mientras leía, sonriendo para tus adentros.

-

Después de la escuela, Theo te esperaba en tu taquilla, como siempre. Caminas te hacía él, todavía pensando en lo que te dijo Malia.

-Hey, ¿cómo ha ido tu día? -preguntó Theo mientras salíais de la escuela para llegar a su coche.

-Podría haber sido mejor, ¿y el tuyo?

-Bastante bien en realidad, te vi mucho hoy -respondió Theo.

-¿Y eso te puso de mejor humor? -preguntaste esperanzada.

Theo comenzó a sonreírte mientras abría la puerta del coche.

-Por supuesto, lo hace todos los días.

Empezaste a sonreír también, sus palabras te hicieron increíblemente feliz. Te subiste al auto y Theo te llevó a casa.

En el camino a tu casa, comenzó a hablar de nuevo.

-Necesito preguntarte algo -te dijo, mirándote por un breve momento antes de concentrarse otra vez en la carretera.

Tus esperanzas se alzaron. ¿Te iba a pedir una cita?

-Sí, adelante -dijiste.

Detuvo su coche en el camino de tu entrada, inmediatamente girándose hacia ti. Tu le sonreíste, pero él estaba bastante serio.

-¿Quieres ser parte de mi manada? -preguntó él, haciendo que tu sonrisa cayera.

-¿Qué? -no pudiste evitar estar decepcionada.

¿No podía pedirte una cita pero si quería que fueras parte de su manada y dejaras la tuya? No podías creer lo que acababa de preguntar.

Él te miró, tan inocente como siempre.

-Te daré tiempo para pensarlo, solo dime, ¿de acuerdo? - dijo, soñando como si no le importara en absoluto.

Se giro hacia el volante de nuevo como si nada hubiera pasado. Sacudiste la cabeza y saliste de su coche.

Cuando entraste en tu habitación, estabas más confundida que nunca. Estabas herida y confusa en cuanto a por qué él quería que dejaras a tus amigos. Aunque sentías que no era buena idea contárselo a nadie, necesitabas a alguien con quien hablar.

Así que llamaste a Lydia, Malia hubiera desgarrado a Theo antes de que pudieras acabar la oración. Le pediste a Lydia que viniera y diez minutos después ella estaba sentada en tu cama, esperando que le contaras cuál era tu problema.

-Theo me pidió que fuese parte de su manada -espetaste después de un rato, dejando a Lydia sin palabras.

-¿Qué? -preguntó ella al igual que tú lo habías hecho.

-Sí. Pero no quiero ser parte de su manada, quiero ser parte de la manada de Scott, para quedarme con vosotros. Pensé que él quería pedirme una cita. No sé qué sentir, Lydia -le dijiste, llorando.

-Hey, está bien, T/N -dijo Lydia. Se puso de pie y te abrazó.

-No, nada está bien. Probablemente no siquiera le gusto, ¡solo me quiere para su manada! -lloraste.

-No, no, T/N. No lo sabes. Necesitas hablar con él mañana, para decirle que quieres quedarte en tu manada y hablar con él sobre si estáis saliendo y si siquiera está interesado en estar contigo -dijo Lydia con calma, apartando un mechón de pelo de tu cara.

Asentiste en silencio, Lydia siempre podía calmarte.

-

-¿Cuándo piensas hablar con él? -preguntó Lydia mientras os sentabais para la hora del almuerzo.

Miraste a Theo por un momento, antes de girar te hacia Lydia.

-Hoy no -dijiste, pero Lydia te lanzó una mirada que decía "ve y habla con él antes de que yo lo haga".

Suspiraste y rodaste los ojos cuando decidiste levantarte y acercarte a él. Caminaste hacia él, todavía insegura.

-¿Puedo hablar un segundo contigo? -le preguntaste cuando llegaste a la mesa en la que estaba sentado.

Él te miró y asintió poco después.

-Sí, claro. ¿Qué pasa? -preguntó Theo mientras le guiabas fuera de la cafetería.

-Sobre lo que me preguntaste ayer... -emoezaste. Miraste tus pies para no ver su reacción-. No, no quiero estar en tu manada porque quiero a mis amigos y la lealtad es realmente importante en nuestra manada. Y ni siquiera sé si me ves como algo más que otra amiga, u otro miembro de la manada o lo que sea, pero realmente me gustas. Y no sé si quieres que seamos algo serio, pero si solo quieres estar conmigo cuando esté en tu manada, tengo que rechazar tu oferta -divagaste, dejando a Theo sin palabras.

Inhalaste y exhalaste profundamente después de tomar todo tu coraje para decir eso. Sus ojos finalmente encontraron los tuyos.

–T/N –comenzó, tomando sus manos entre las tuyas–. ¿Por qué crees que no siento lo mismo por ti? Se que lo arruiné por completo ayer y realmente no sé que pensaba mientras te lo preguntaba, pero entiendo que quieras quedarte con tus amigos. De hecho, quería pedirte una cita, pero solo quiero estar contigo todo el tiempo y, no sé, tal vez pensé que podrías estar más tiempo conmigo si estábamos en la misma manada –admitió.

Ahora eras tú quien estaba sin palabras.

–¿Qué acabas de decir? –preguntaste. Theo te miró confundido.

–¿Qué?

–¿Querías pedirme una cita? -le preguntaste sonriendo.

Él miró hacia vuestras manos entrelazadas.

–Sí, lo hacía –dijo. Él te miró–. ¿Quieres tener una cita conmigo, T/N? –sonrió.

–Encantada –dijiste, también sonriendo.

–¿Puedo hacer esto antes de que tengamos nuestra primera cita real? –preguntó Theo, pero no sabías que quería decir.

–¿A qué te refieres exactamente? –preguntaste. Él sonrió.

–Esto –Theo se inclinó lentamente, hasta que vuestros labios se tocaron.

Inmediatamente le devolviste el beso, su mano estaba en tu mejilla. Nunca habías sentido unos labios tan suaves y la forma en la que se movían sobre los tuyos parecía ser perfecta. Os separasteis lentamente juntando vuestras frentes.

–Entonces, ¿esta noche a las siete? –preguntó, aún sonriendo.

Tú sonreíste y asentiste, queriendo sentir sus labios sobre los tuyos otra vez tan pronto como fuera posible.

Autor: mcsstydia

Dark Blue💙

One shots (Teen Wolf) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora