One shots (Teen Wolf)

Stiles Stilinski

Título: Marry Me
Aclaración: T/A = Tu apellido

Stiles ha estado nervioso durante días, pero cada vez que le preguntabas si algo iba mal, él negaba haber estado nervioso en primer lugar. Mantuviste la sospecha, pero si algo realmente lo molestaba, no querías obligarlo a decírtelo.

Stiles había sido tu novio durante casi 3 años, pero tu amor por él no se había apagado ni por un segundo. Pero como parecía tan distraído y distanciado de ti, tenías miedo de que no te amara como tú a él.

Pero Stiles estaba tan enamorado de ti, que planeaba casarse contigo. Y no cuando terminarais la escuela y decidierais formar una familia, no, él quería casarse contigo lo antes posible, pero estaba muy nervioso. Apenas había pasado tiempo contigo en las últimas semanas porque seguía lloriqueándole a Scott sobre si pensaba que era demasiado pronto.

Scott le había dicho al menos mil veces que si había una pareja que pudiera casarse en su adolescencia, seríais vosotros dos. También le había dicho a Stiles que si no estaba seguro, podía esperar, pero eso no era lo que Stiles quería escuchar.

Stiles quería escuchar que dirías que sí, sin importar cuando te preguntara, quería escuchar que sus posibilidades de ser feliz eran, por una vez, lo suficientemente altas. Y, por supuesto, Scott también le había dicho eso.

–Pero Scott, ahora en serio, ¿y si dice que no? –le preguntó Stiles a su mejor amigo mientras paseaba nerviosamente por la habitación de Scott.

Scott rodó los ojos ligeramente mientras se sentaba en su cama.

–Ella te ama, ¿verdad? –preguntó Scott.

–Eso creo –murmuró Stiles en respuesta. Scott le lanzó una mirada fulminante–. Sí. Sí, ella me ama –se corrigió Stiles.

–Entonces ella no diría que no, ¿verdad? –lo interrogó más Scott.

–Solo si pensara que es demasiado pronto –respondió Stiles.

–Sí, podría decir eso. Pero todavía llevaría ese anillo y aún os casaríais. Solo que no tan pronto como te gustaría –explicó Scott.

Stiles dejó escapar un fuerte suspiro y se dejó caer en la cama de Scott.

–Tienes razón –murmuró.

–Lo sé –respondió Scott.

Unos pocos segundos de silencio llenaron la habitación antes de que el teléfono de Scott sonara, indicando que había recibido un mensaje de texto.

Mientras Scott leía el mensaje, Stiles se incorporó con curiosidad.

–Es Liam. Dice que los doctores del miedo están en la escuela –le dijo a Stiles.

Los ojos de Stiles se ensancharon de inmediato.

–¡Pero ahí es donde está T/N!

–¿Por qué estaría T/N en la escuela un sábado? –preguntó Scott cuando ambos ya estaban de camino al Jeep de Stiles.

–Dios, ¡no lo sé! ¿Supongo que hacer algo inteligente? –gritó cuando el motor cobró vida.

Al llegar a la escuela, Scott y Stiles se encontraron con Liam y Hayden, quienes habían estado tratando de seguir a los doctores y los habían visto por última vez entrando a la escuela.

–¿Qué vamos a hacer? –le preguntó Liam a Scott.

–Nosotros vamos a buscar a los doctores del miedo mientras que Stiles busca a T/N, ¿de acuerdo? –sugirió Scott y todos a sintieron en acuerdo.

Mientras los cuatro comenzaban a buscar, tú estabas estudiando casualmente matemáticas en la biblioteca. Como si fuera normal estar estudiando matemáticas un sábado en la escuela. Estabas en medio de un ejercicio cuando escuchaste un fuerte gruñido. Te congelaste. Sabías lo que estaba pasando con los doctores del miedo y la bestia, y prácticamente te estabas abofeteando por venir sola.

Te levantaste lenta y silenciosamente de tu silla y te acercaste a otra salida de la biblioteca que conducía a una sala de química en la escuela. En silencio, abriste la puerta y la cerraste detrás de ti después de entrar en la sala.

Tus ojos se detuvieron en la puerta unos segundos, verificando si alguien había entrado en la biblioteca y te había seguido. También intentaste calmar tu corazón acelerado, pero no era tan fácil como sonaba. Cuando escuchaste un chirrido detrás de ti, te giraste rápidamente.

Estabas aterrorizada hasta que reconociste a tu novio a pesar de la poca luz que dejaban entrar las ventanas. Te sentiste tan aliviada de ver a Stiles en lugar de una bestia asesina, que caminas te hacia él con paso rápido.

–¿Cómo supiste que estaba aquí? –preguntaste mientras te acercaba a él.

–¿Dónde más estarías? –respondió mientras tomabas su rostro entre tus manos y estampabas tus labios contra los suyos.

Sus brazos estaban envueltos alrededor de tu cuerpo mientras os besabais repetidamente.

Una vez que os separasteis lentamente, lo escuchaste decir las palabras que nunca pensaste que alguien te diría.

–Cásate conmigo –susurró.

Tus ojos se ensancharon, tu frente aún se apoyaba contra la suya.

–¿Qué? –susurraste de vuelta.

–Lo sé. Sé lo que vas a decir –comenzó, sus dedos acariciando tus caderas–. Sé que somo demasiado jóvenes para casarnos, sé que solo hemos estado juntos durante tres años. Pero T/N –dijo separándose un poco para mirarte a los ojos–, no puedo imaginar mi vida sin ti y sé que no siempre habrá buenos momentos en nuestra relación, pero quiero superar todo contigo. Quiero que seas mi mujer y quiero ser tu marido y quiero que tengamos hijos y quiero explorar todo lo que hay para nosotros, contigo –dijo, sentiste sus manos temblando cuando sacó algo de su bolsillo–. Así que te pregunto, T/N T/A, ¿me harías el honor de convertirte en mi mujer? –preguntó mientras abría una cajita y un brillante anillo se cruzaba con tu mirada.

Miraste el anillo y luego te encontraste con la mirada de tu novio. Lágrimas de alegría brillaban en tus ojos.

–¡Por supuesto que sí! Por supuesto, te amo mucho, Stiles –gritaste y lo abrazaste con fuerza.

El abrazo no duró mucho, pero enseguida lo atrajiste para otro apasionado beso.

Vuestros labios se fundieron entre sí y no podías esperar a pasar el resto de tu vida con él. Después de varios besos, os separasteis lentamente. Stiles puso el anillo en tu dedo y acto seguido lo besó.

Una lágrima de alegría escapó de tu ojo. Stiles te atrajo para otro abrazo y os dio vueltas a ambos.

Cuando salisteis de la escuela, toda la manada había llegado.

–¡DIJO QUE SÍ! –gritó Stiles y apretó tu mano con fuerza.

Vuestros amigos aplaudieron y Scott abrazó felizmente a Stiles.

–¿Y adivina que serás? –le preguntó Stiles a Scott–. ¡Mi padrino! –él aplaudió y tú sonreíste.

Tal vez érais demasiado jóvenes. Pero los dos sabíais que nunca había habido un amor tan fuerte como el vuestro. Stiles tenía razón, también iba a haber malos momentos, pero al menos los afrontaríais juntos.

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Autor: mcsstydia

Dark Blue💙