STARK; avengers

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Amber golpeó la puerta dos veces antes de que fuera abierta. Sus labios rojos se elevaron en una sonrisa al ver la expresión de confusión del moreno frente a ella.

Ya no lucia sucia ni herida. Había curado su herida y había cambiado su ropa también. Un traje completamente negro, desde la punta de sus pies hasta su cuello. Su sonrisa incomodaba al hombre frente a ella, este carraspeó y entrecerró sus ojos.

–¿Steve?

El rubio se asomó por la puerta de la habitación. Suspiró al ver a la pequeña Stark en la puerta principal con una sonrisa burlesca.

–Te dije que te encontraría, Stevie.

Natasha se apresuró al escuchar la voz de su amiga. Camino hacia ella y la abrazo con todas sus fuerzas. Steve le dio una seña a Sam, de que estaba bien, Amber podía entrar.

–Eres una idiota. ¿Cómo se te ocurre desaparecer? Steve me dijo que tenias que hacer unas llamadas y que nos encontrarías, pero nunca debiste separarte de mi lado.

–Tranquila, Nat. Debía llamar a mi madre, debo ir a visitarla uno de estos días. —Amber alzó una ceja y Natasha comprendió el código.

–Bien. Amber, podrías explicarnos mejor sobre lo que está pasando. Y sobre lo que dijo el doctor, que pertenecías a Hryda. —El capitán Rogers se cruzó de brazos, había hablado sin deambulo.

–Sí, creo que te mereces una explicación.

Los cuatro se sentaron al rededor de la mesa. Fijaron su mirada sobre la rubia, y aunque Natasha conocía la historia, todos esperaron para que comenzara a hablar.

–Era nivel 7 en SHIELD...

–¿Qué? —Natasha frunció el ceño— Yo soy nivel 6.

–Bueno. —La rubia se removió incómoda en su asiento— He estado la mayor parte de mi vida involucrada en SHIELD. —Steve la miró incrédulo. No era posible que Stark dejara a su única hija en una institución así— Comencé cuando solo tenía doce años con los entrenamientos.

–Imposible. —Steve soltó una carcajada sarcástica.

–Steve. —La pelirroja lo regañó.

–Mi madre es una Agente con un nivel muy alto, Rogers. Tú no sabes nada. —Amber gruñó— Ni siquiera mi padre sabía que ella era una agente de shield cuando me tuvieron. Bien, continuando con lo importante. Estuve varios meses, o mejor dicho años, infiltrada en Hydra para obtener información. Jamás mi afiliación fue verdadera, si eso es lo que le preocupa, Capitán. —Steve apretó la mandíbula cuando la rubia posó sus ojos en él por primera vez desde que comenzó a contar su historia.

>>SHIELD tiene la tecnología suficiente para poder parecer diferentes personas, y eso fue lo que hice. Pude acercarme lo suficiente para ver lo que hacían en cada base. Pero jamás pude encontrar al Soldado del Invierno. No es un mito, tampoco un fantasma. Es real y probablemente, con la muerte de Fury, está detrás de nosotros.

Todos se quedaron en silencio. Natasha le sonrió para reconfortarla. Sam compartió una mirada con Steve antes de hablar.

–Sólo tengo una duda.

–¿Si?

–¿Quién es tu padre? —Amber frunció sus labios, no quería exponerse a ser conocida por su apellido.

–Tony Stark. —Steve respondió por ella mientras se cruzaba de brazos.— Dame una razón, Amber, para no ir y contarle a tu padre todo esto.

–No lo harías. Él cree que estoy cursando mi penúltimo año de universidad en Oxford. Si se llegara a enterar sobre todo, no me lo perdonaría nunca. —Por primera vez, Natasha vio lágrimas asomarse en los ojos azules de su amiga.