Realidad 1976 (Parte 6/ capítulo 23)

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El día había llegado. El gallo cantaba y yo despertaba un poco nervioso y sin ganas de ir.

Mis padres me esperaban para tomar quizá el último desayuno para los tres.

¤ Dime hijo ¿Estás seguro que no necesitas nada para llevar? Quizá alguna almohada o algo para distraerte.

--- No es necesario padre, sólo llevaré un cuaderno, un bolígrafo, las cosas que me está dando mamá y algunas del señor D'Voice.

《"Minutos después alguien llamó a puerta"》

Mamá se levantó a ver quien era la persona que tocaba a esa hora y para sorpresa de muchos era Antonella.

Venia vestida de la misma manera que la conocí en aquella escuela siendo niños. Ese vestido blanco de cuadritos y con hojas de otoño estampados en ellos.

*  Bonjour à tous (Buenos días a todos) vengo acompañar a Jack a la estación.

☆Adelante hija, toma asiento. ¿Gustas café?

* No gracias señora.

El silencio se apoderó del lugar, no sabíamos que decir cada uno. Sin embargo mi padre rompió ese lazo.

¤ Cuéntanos ¿Cómo sigue tu padre y por qué no te acompaño hasta aquí?

* Él no pudo venir, hoy le tocaba una reunión.

Faltaban 10 minutos para irme y quizá no volver, agradecimos cada uno y me levanté con dirección a mi madre.

--- Cuidate mamá, cuando vuelva recuerda que deberás prepararme mi platillo favorito.

☆ Si, mi amor. -- Respondió bendiciéndome.

--- Adiós Antonella, amor mío. Siempre fuiste y serás lo que me impulsa a estar de pie. Sin importar cuán herido esté volveré para casarnos. -- Inmediatamente ella me abrazo muy fuerte.

¤ Bueno hijo es hora de irnos.-- Dijo papá con vos quebrándose.

---  Sí padre, ya es hora.

Cuando estábamos por irnos Antonella nos detuvo y le pidió a mi padre que dejará que ella también fuera con mi madre para despedirse otra vez. Él aceptó, y el chofer de ella nos llevo a la estación.

Estando allí, pudimos observar a muchas familias despidiéndose de sus hijos, algunos jóvenes, otros adultos y otros siendo sólo unos niños, diría menores que yo.  Esas madres que llenaban de besos y abrazos, lloraban y ese sentimiento de tristeza lleno la estación y los corazones de aquellos chóferes que nos llevarían a nuestro destino.

《¡¡ Todos arriba, ya pronto nos vamos...
       Todos arriba, hombres valientes..!!》

Mamá lleno mi frente de muchos besos dejando huellas con cada cada uno de ellos, humedeció mis mejillas con sus lágrimas.

Papá quebró en llanto y me abrazo diciéndome que me amaba y que estarían aquí esperando y rezando a mi regreso, yo contenía las lágrimas.

Cuando le tocó el turno a Antonella, hiso lo mismo que mamá pero su abrazo era muy fuerte y triste. Sus ojitos derramaban lágrimas y tocaban mi corazón con cada gota que derramaba.

*¡¡Promete que volveras, prometelo por favor necesito que lo digas, no quiero que me dejes, ni que te rindas!!.

--- No lo haré, lo prometo. Volveré para ti, para ser felices juntos.

Y Antonella me besó... Era nuestra despedida, yo iría a la guerra a combatir con el cuerpo andando pero con el alma muerta y su beso me daba fuerzas para seguir adelante.

El tren comenzaba a moverse,  y yo subí pero ella lo hiso y siguió basándome, lo la quería soltar pero tuve que hacerlo por qué el tren avanzaba cada vez más rápido y ella corría para alcanzarme y gritarme esto.

*¡¡ Te Amo Jack Darrison, tienes que volver, lo prometiste. Te Amo!!

--- ¡¡Volveré lo prometo. Te Amo!!

Ella era la única esperanza y la fuerza que me empujaba a seguir, y la esperanza de que quizá, algún día llegase a volver, ella estaría esperando sonriendo a través de la ventana.

Prometo volver Antonella, mi amor. Lo prometo

Cartas para Antonella D'Voice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora