Realidad 1976 (Parte 5/ capítulo 22)

81 15 24
                                    

--- Fueron 2 años en nuestra adolescencia juntos Oliver, sin embargo no todo fue felicidad para nosotros. --- Suspiré.

* ¿Qué había pasado señor Jack? No me diga que alguien quiso intervenir su amor, quien es para yo mismo ir a golpearlo, claro si hubiera vivido en esos años.

--- ¡¡ ja, ja, ja!!. ¡¿Muy valiente no?! Y no podías con 4 personas más pequeñas que tú. Sin embargo, no hubo nadie que no separara. Antonella me amaba como a nadie en el mundo y yo a ella, pero si algo nos separó, mejor dicho me separó de ella.

Fue un domingo de otoño, cumpliamos dos años de novios en secreto ella y yo, en ese tiempo sus padres se enteraron, hicieron lo imposible para alejarme de ella, incluyendo estar en el hospital mal herido por culpa de su padre al haber contratado gente para golpearme.

Al final terminaron de aceptarme, su hija me amaba y yo la amaba a ella con una intensidad ni que tu ondulada cabellera pueda pensar jovencito.

Pero fue la mala suerte y la maldad de la vida, Francia había sido declarado en guerra y en algunas ciudades cerca de París estaban reclutando gente jóvenes y adultos (excepto mujeres, niños y ancianos). Yo fui en esa lista, y no sabes cuanto lloré por que me daba miedo alejarme y que ella sufra, pero también sabía que ella se entraría.

El ejército Francés nos daba de plazo de 3 días para asistir, y al segundo (por qué el primero me la pase consolando a mamá) invite a cenar a la familia D'Voice.

Cuando ellos entraron a mi casa primero se sintieron extraños, pero se acomodaron al cabo de los minutos, en especial el padre de Antonella y el mío.

Reíamos, conversamos de muchos temas los invitados y mi familia, sin embargo ella sabía que detrás de esa sonrisa algo me mantenía triste y me mantenía fingiendo.

--- ¡Señor y Señora D'Voice les tengo un anuncio importante pero triste! - Exclame con un suspiro.

• Dilo ¿De qué se trata ese anuncio? No calles muchacho. -- Respondió con asombro el señor D'Voice.

--- Lamentablemente he sido uno de los escogidos para batallar en la guerra del país contra el enemigo.

El salón quedo en silencio, y unos se miraban a los otros. Mis progenitores en especial mi madre bajo la mirada.

•¡¡ Dime que no es una broma de mal gusto, por qué vas arriesgar tu vida un chico joven como tu!! Aún te falta por vivir. -- Respondió un poco enfadado.

--- Lo siento señor, quiera o no tengo que asistir, esto es injusto por que le quitaran la sonrisa a muchas familias.

• ¿Qué va a ser de tus padres, que va a ser de mi hija? Esto es injusto, mandar a jóvenes que tienen sueños. Y la culpa es de ese gobierno que no sabe afrontar sus problemas y mandar a gente inocente a un matadero.

Antonella dejo el vaso en la mesa y sin pedir permiso salió huyendo del salón donde estábamos cenando, sin importar que sus padres le pidieran que no salga.

Yo fui tras ella, llegando a ese parque donde nos reunimos, la encontré sentada dando la espalda y llorando con las rodillas que eran soporte a sus brazos y que sus brazos cubrían aquella tristeza con llanto que ella mostraba.

* ¡¡Por qué!! Dime ¿ Porqué esto tiene que pasar?!! Cuando todo estaba marchando bien, cuando pensé que por fin eramos felices.

《"Yo sólo la abracé sin decirle palabra alguna y ella continuó diciendo"》

* No quiero perderte, tengo miedo. Miedo de no volverte a ver, y que este sea nuestra despedida. ¡¿Sabes cuanto nos costó estar como estamos?! ¡¿Sabes cuantos sueños y planes tengo en mente para los dos?! Y ahora todo se va a la mierda por culpa de esos arrogantes y cobardes.

--- No llores por favor, sé que ... también es injusto, pero quiera o no tendré que estar allí. Mirame, Te Amo con el alma y te pido dos cosas.

* ¿Y cuales son? -- Respondió.

--- Dejar de llorar y confía en mi. Tu amor me mantendrá firme y fuerte, prometo volver. Y cuando lo haga quiero que nos casemos. Somos muy jóvenes para eso, pero haciendo eso ya nada nos separará, se que tú padre tampoco aceptará pero haremos lo posible para que termine de aceptarlo. Pero ya no llores, no soporto verte llorar.

Sus suaves manos acariciaron mi rostro, yo le seque las lágrimas con las mías y con un beso de sus suaves labios aceptó mi promesa.

* Te Amo Jack. Te Amo demasiado.

--- Y yo a ti Antonella, y yo a ti. Más de lo que te imaginas.

Cartas para Antonella D'Voice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora