||CAPITULO VIII (Segunda Parte)||

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Tiempo Presente. Mansión SanRoman. 14.30 pm

Esteban y su hija estuvieron platicando por casi una hora. Ella le contó sobre los planes de irse unos días a Brasil con Maggie y algunos amigos.
-"¿Amigos? ¿Muchachos?"-preguntó en su pose de "padre protector"
-"Si, papá...amigos...tu sabes..."-contestó Estrella agitando la mano como restándole importancia. Sabía que su papá era muy "guardabosques" así que siguió con sus planes-"Los chicos tienen una casa allá...bien cerquita de la playa..."
-"Ustedes dos...SOLAS con...¿amigos? a ver, a ver...¿cómo es eso?"
-"Ay papá, tú los conoces..."-estiró la mano para alcanzar su carpeta, que descansaba junto a los demás libros de texto-"Gonzalo, Ramiro..."-enumeraba mientras hojeaba la carpeta-"...su hermano Sebastián...en fin..."-sacó un folleto de entre la maraña de hojas que conformaban su "carpeta de apuntes"-"Tu sabes..."
-"Tres muchachos y ustedes dos...¿y tu crees que yo voy a dejarte ir hasta la otra punta del continente con TRES MUCHACHOS...?"
-"Papá, allá nos encontraremos con el resto del grupo..."-le tendió el folleto a Esteban-"Aquí es, ¡Mira que bonito lugar!!!"
-"Si, muy bonito..."-contestó dejando el folleto sobre la mesa-"No me cambies el tema Estrella... ¿de verdad crees que..."-ella le puso el papel de nuevo en las manos.
"Ni lo viste papá....Mira"-señalando con un dedo las fotografías. Lo conocía demasiado bien...ya saldría con sus argumentos "irrefutables"...-"Además, sólo serán unos días...¡ni te darás cuenta que no estoy!"-dijo con una sonrisa.
-"¿Y cuándo será este "fabuloso viaje"?"-miró las fotos del folleto que la agencia de viajes les había entregado cuando fueron a averiguar...
-"Pues..."-Se calló por unos segundos, buscando la mejor manera de decirle que partían al otro día. Esteban levantó la vista. Conocía demasiado bien esos silencios...
-"¿Estrella?"-se arrellanó en el sillón, cruzando los brazos sobre el pecho.
-"Mañana...¡pero Papi, piensa que...!"-Esteban ya estaba de pie frente a ella, las manos en la cintura...¿Cómo no se lo vio venir? Siempre le jugaba la misma treta...y él caía todas las veces.
-"No...y es definitivo"-dijo serio.-"Asunto terminado, Estrella."-su tono de voz no dejaba lugar a dudas.
-"¡PAPA!, al menos escucha mis argumentos de defensa ¿si?"-lo tironeo de la mano hasta que él se sentó de nuevo.
-"De acuerdo, escucharé tus "argumentos", pero antes quiero hablar de algo contigo..."-apoyó los codos sobre las rodillas, acercándose más a Estrella.
-"¡Seguro papito!, ¿de qué?"-tenía una sonrisa de oreja a oreja..."<Mañana partimos a la playa!!!>", años de experiencia se lo confirmaban...
-"Estrella..."-el tema era delicado y él ya sabía cómo reaccionaría su hija, pero tenía que seguir intentando...-"He notado que..."
-"¿Que qué? ay papá, me asustas cuando hablas en ese tono..."-dijo impaciente la rubia.
-"He notado un cambio... con respecto a tu trato hacia María..."-dijo dubitativo y se  quedó esperando el berrinche acostumbrado de Estrella.
-"Ah..."-bajó la mirada y se concentró en sus manos-"Pues, hemos estado hablando...y no sé... ella no es tan mala..."-y viendo la sonrisa de su papá-"¡¡No es que la haya aceptado!!, ¡¡ella nunca ocupará el lugar de mi madre!!"-se levantó y se sentó en el otro sillón.
-"Si, lo sé...pero esa nunca ha sido su intención Estrella"
-"Eso dice ella... pero es tan extraño..."
-"¿Qué es extraño, hija?"
-"Por más que lo intento no puedo odiarla...hay algo en ella que me lo impide..."-contestó con lágrimas en los ojos.
-"¿Es por eso que has cambiado con ella?"-Esteban se sentó junto a ella y la abrazó.
-"Si...supongo...y porque los he visto juntos..."-levantó la mirada-"y ahora se ven  felices...y yo sólo quiero eso: que tu seas feliz papá..."-lo besó en la mejilla y el la  estrechó más fuerte.
-"¡¡Ay mi chiquita!!, yo también quiero que seas feliz...todo lo que hago lo hago por su bien, tuyo y de tus hermanos. Nunca lo olvides ¿si?"-una pequeña lágrima rodó por su mejilla. "<Todo lo hice por ustedes...>".
-"Si papi, nosotros lo sabemos..."-se separó de él y lo miró expectante-"¿Entonces?"
-"¿Entonces qué?"-trató de hacerse el desentendido.
-"Escucharás mis argumentos...ponte cómodo..."-
-"Jajaja...a ver, empieza."-dijo Esteban poniendo su mejor cara de padre autoritario, pero no pudo evitar reír mientras escuchaba las "razones" de Estrella...


Apartamento de María. 14.30 pm

María y Vivian estaban acomodando las cositas para el bebé que acababan de comprar. Estaba tan feliz porque iba a ¡¡ser abuela!!!!!, pero el problema entre Héctor y Vivian la preocupaba mucho. Él seguía con dudas sobre la paternidad del bebé y aunque había tratado de hablar con él, incluso Esteban había charlado con su hijo, pero nada había resultado. Al final, él tendría que decidir, tendría que escuchar a su corazón y tomar una decisión de una vez por todas...
Dobló con cuidado un pequeño trajecito verde con dibujos de ositos y lo apiló sobre el resto de la ropita.
-"Maria, muchas gracias por ayudarme con todo..."-Vivian dejó la charola con las tazas de té para las dos sobre la mesita ratona.
-"Vivian, no tienes que agradecerme, lo hago con mucho gusto..."-corrió a un lado las cosas para hacer espacio.
-"Me sorprendió mucho la actitud de Esteban..."-hacía unos pocos días él vino al apartamento y le preguntó si el hijo que esperaba era de Héctor y cuando ella se lo confirmó él le ofreció todo su apoyo.-"¿Maria?"-su amiga la miró.
-"Discúlpame Vivian, es que recordé algo..."-sorbió un poquito de su té.
-"¿Sobre qué?..."
-"Esteban..."-dejó la taza sobre el platito-"ha estado raro últimamente..."
-"¿Como esta mañana?"-María le había contado "con pelos y señales" lo ocurrido esa mañana.
-"Si...pero..."-acomodó distraídamente la cucharita sobre el platito. Quería contarle a Vivian todas sus preocupaciones...pero ¿y si eran imaginaciones suyas?...-"...hace ya un tiempo que está actuando extraño..."
-"¿Extraño?, ¿más de lo de costumbre?"-bromeó la muchacha, tratando de romper la tensión que reinaba en el ambiente.
-"Me preocupa, Vivian...él dice que se siente culpable por lo que sucedió..."-se pasó la mano por el cabello-"...pero hay algo más...algo que no me quiere decir..."-por su forma de decirlo se notaba lo angustiada que estaba.
-"Tal vez sea eso...culpa."-tomó las manos de su amiga-"Él te ama...lo he visto en sus ojos, en la forma en que te mira, con tanta ternura...¡ya quisiera yo que Héctor me mirara igual!!!"-dijo con un suspiro de tristeza.
-"No te aflijas Vivian, ya verás que Héctor recapacitará..."-dijo tratando de reconfortarla.-"Él es un buen muchacho..."
-"Eso espero, María..."
Terminaron el resto de la merienda y María se levantó para buscar el teléfono.
-"Le dije a Esteban que le avisaría así me venía a buscar"-explicó sonriente, recordando la expresión de "pocos amigos" que su esposo había puesto cuando la dejó en el apartamento.
-"Ahhh, el Sr. SanRoman no quiere dejarte sola ni un segundo..."
-"¡Vivian! es...¿Esteban?...Si...no todo está bien....de acuerdo, te espero...yo  también...adiós.."-cerró la llamada y guardó el celular en su bolso."-Llegará en unos minutos..."
-"Entonces, mientras esperamos me puedes ayudar a terminar con todo esto..."-dijo recogiendo unos juguetitos muy monos de la alfombra.


En algún lugar de la ciudad. 14.30 pm

-"No tendrás mejor oportunidad..."
-"Es muy pronto todavía..."-la voz masculina se elevó sobre el ruido de maquinaria que venía del exterior.
-"No puedes fallar...es tu última chance..."-la otra silueta se movió hacia la puerta-"Luego de este encuentro ya no nos veremos en persona nunca más ¿entendido?"
-"No será necesario..."-el hombre se agachó y levantó algo que las sombras del lugar ocultaron de la vista.-"Pronto todo acabará y me marcharé de este maldito país de una vez por todas..."
La silueta junto a la puerta no respondió. Echó una última mirada al cuartucho y salió sigilosamente.


Días después...Mansión Sanromán. 6 am.

Los tibios rayos del sol acariciaron su rostro. Ella se volteó, resistiéndose a despertar.  Apoyó su cabeza sobre el hombro de él, su brazo rodeando su cintura y se dispuso a seguir durmiendo.
Treinta minutos después, un ruidito molesto se infiltró en su sueño...estiró el brazo pasando sobre su marido y de un manotazo apagó el despertador. Él ni se movió.
María levantó la cabeza y lo miró. No lo había escuchado acostarse la noche anterior. Lo esperó despierta hasta pasadas las 3 am., hasta que finalmente la venció el sueño. Viéndolo tan tranquilo, tan apaciblemente dormido volvieron a su mente los recuerdos de aquel día...


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Marzo 7. Hospital Panamericano. 15.30 pm

El constante sonido del monitor era lo único que rompía el silencio en la habitación. Mientras lo escuchara estaría tranquila... Él seguía dormido. María acercó la silla a la cama donde yacía su esposo y lo tomó de la mano. Quería estar allí cuando despertara...
Durante el tiempo que estuvo sentada a su lado recapituló todo lo que había sucedido desde que se reencontró con todos los que fueron a aquel viaje hace veinte años...
Las palabras de Fabiola hicieron tambalear la confianza que sentía por Esteban. En el fondo de su ser sabía que no eran ciertas...No podían ser ciertas...pero esperaría a escuchar lo que Esteban tuviera que decir porque él se merecía esa oportunidad...
El suave ruido del roce de las sábanas la trajo de vuelta a la realidad.
-"¿Esteban?..."-preguntó con cautela, apretando su mano suavecito.
-"Mmmm..."-el movió la cabeza, todavía con sus ojos cerrados.-"¿María...?"-dijo con un hilo de voz.
-"Aquí estoy..."-le acarició la cara; él abrió los ojos y la miró.
-"¿Qué pasó?"-preguntó confundido, mirando alrededor de la habitación.
-"Tranquilo, llamaré al doctor..."-y soltó su mano, levantándose para salir...Él la sujetó de nuevo y la retuvo un momento...
-"No, espera...no te vayas..."-"<No me dejes solo...>"
-"Volveré..."-y se soltó despacio de su mano; salió de la habitación.
Esteban intentó incorporarse pero no pudo. Se sentía demasiado cansado...apoyó la cabeza en la almohada de nuevo...de pronto todo vino de nuevo a su mente: la pelea con Fabiola, la mirada de María...y todo se puso negro después...
"<¿qué voy a decirle?...>" Sabía que tal vez ella no tocara el tema ahora, o quizá si...pero de seguro después le pediría explicaciones y él tendría que decirle la verdad...toda la verdad..."<Me perdonará...ella me ama...yo no sabía que todo esto sucedería...no podía saberlo...>" ¿o sí?, ¿acaso no lo había planeado todo, estudiando cada detalle, cada posible falla...? "<Me equivoqué...fue mi culpa>"
María apareció en la puerta, seguida por el Dr. Martínez. Ella se quedó parada junto a su cama, escuchando atentamente.
-"¿Cómo se siente, Sr. Sanroman?"-preguntó el médico revisando la tablilla que colgaba de los pies su cama.
-"Cansado"
-"Bueno, eso es normal...Ud. sufrió lo que normalmente se denomina un "pico de presión"-hojeó el informe-" La hipertensión es muy peligrosa...¿Ha tenido dolor de cabeza, mareos...?"-dejó la tablilla en sobre la cama-"...sensación de falta de aire...?"
-"Jaqueca estos últimos días y he sentido un leve dolor en la nuca..."-respondió señalándose la zona posterior de la cabeza..."-en realidad es la primera vez que me pasa algo así..."-dejó la frase en suspenso...
-"Todos esos son síntomas que deben tomarse en cuenta, por insignificantes que parezcan...el desmayo que sufrió hoy es una advertencia, Sr. Sanroman..."-sacó su talonario de recetas y comenzó a garabatear en la hoja.-"Le prescribiré estas pastillas que deberá tomar por los próximos 15 días..."-le tendió la hojita a María-"luego volverá a hacerse los exámenes correspondientes y veremos que pasa...mientras tanto deberá seguir una estricta dieta que mi asistente le explicará...nada de sal, alcohol ni cafeína por un tiempo..."-dijo enfatizando cada palabra con la punta de su bolígrafo como si le hablara a un niño pequeño-"Recuerde, esto fue una advertencia, si se cuida no pasará a mayores..."-recogió la tablilla con el informe y la colocó de nuevo en su lugar.-"Los dejo..."
-"¿Cuando podré irme a casa?"-interrumpió Esteban.
-"Mañana por la mañana."-dijo sin dejar lugar a refutaciones.
-"Gracias doctor"-Esteban suspiró resignado.
-"Nos vemos mañana..."-se despidió de María con un movimiento de cabeza-"Señora..."
-"Muchas gracias doctor"-saludó ella. El médico se fue dejándolos solo otra vez.
-"Ya oíste, ¿verdad?"-se volteó a mirar a su marido, quien todavía mantenía su cara de resignación.
-"Si..."-se sentó en la cama-"María, yo..."-cuanto antes terminara con esta agonía que sentía cada vez que la miraba, tanto mejor para ambos...
-"Luego Esteban...necesitas descansar ahora..."-mantuvo su mirada fija en él-"Luego hablaremos tu y yo."-había un dejo de preocupación en su voz...y dicho esto salió de la habitación. Ahora no era el momento de discutir y por más que se moría por escuchar lo que él tuviera que decir, por su propio bien tenía que esperar. No soportaría si algo malo le sucedía a Esteban.
Cuando iba a mitad del pasillo recordó lo que había ido a buscar a las Empresas. Volvió sobre sus pasos y entró de nuevo a la habitación.
-"¿Tan pronto de vuelta?"-preguntó sonriente desde su cama Esteban.
-"Esteban, mi bolso...¿aún está en el coche?"-dijo un tanto avergonzada.
-"No."-su sonrisa se ensanchó al recordar el incidente...
-"¿No? ¿y dónde está entonces?"
-"Pues...cuando vi que lo habías dejado sobre la guantera lo recogí..."-se recostó sobre la almohada, poniéndose cómodo-"y lo llevé a mi oficina...esperaba que tu volvieras a buscarlo…”
-"Gracias, iré por él entonces..."-y enfiló hacia la puerta.
-"Pero no te he dicho donde..."-María giró y lo miró interrogante-"...está en el primer cajón de mi escritorio..."
-"Gracias, Esteban..."-y ya en la puerta agregó-"Hasta mañana"
-"¿Vendrás por mí?"
-"Soy tu esposa, por supuesto que vendré"-y salió dejándolo solo con sus pensamientos.
Ahora más que nunca necesitaba hablar con alguien y ese alguien tenía nombre y apellido. María abordó un taxi, pero esta vez le indicó otra dirección al chofer.
"<Nick...>", y se preguntó cuánto de su historia debería contarle...









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