||CAPITULO IX||

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Mansión de Fabiola y Bruno. 16 pm

-"¿Qué hiciste, Fabiola?"-Bruno empezaba a perder la paciencia. Todo lo que habían tramado con Demetrio se iría al garete por culpa de Fabiola.
-"¡Le dije la verdad!"-trató de alejarse de su marido pero él la sujetó con fuerza por los hombros-"¡ERA VERDAD!!!"-le gritó enloquecida.
-"¿Qué era verdad?"-preguntó Bruno, tratando de conservar la poca paciencia que le quedaba. Fabiola se soltó con un brusco movimiento y tomó un sorbo del trago que acaba de servirse.
-"Esteban mató a Patricia"-dijo con un brillo maniático en los ojos-"Debiste haber estado ahí..."-se paseaba por la sala moviendo las manos histérica."-Me sacó a empujones de las empresas..."-se detuvo y miró a su esposo fijamente-"ÉL...ESTEBAN es el verdadero asesino de Patricia..."-lanzó una carcajada ante la mirada impasible de Bruno.-"Después de VEINTE AÑOS...por fin sabemos toda la maldita verdad..."
-"Esteban...el verdadero asesino..."-su voz era apenas un susurro-"Pero, ¿por qué?..."-Bruno no terminaba de dar crédito a las palabras de Fabiola. Si era verdad, entonces él se encargaría de hacerlo pagar por la muerte de Patricia...
-"Y todavía no te he dicho lo mejor..."-se acercó a él, acariciando su mejilla-"María estaba allí..."
-"¿María lo sabe todo?"-una sonrisa asomó a sus labios...al parecer, no todo estaba perdido...
-"Ella escuchó todo y estoy SEGURA que no se lo perdonará..."-Bruno se sentó en el sillón, procesando todo lo que Fabiola acababa de decirle.
-"Pero...¿estás COMPLETAMENTE segura que...Esteban es el...verdadero asesino?"
-"Ya lo sabremos..."-Fabiola encendió otro cigarrillo y se sentó junto a su marido…


En algún lugar de la ciudad. 16.07 pm

El taxi se detuvo y la mujer descendió lentamente. Miró alrededor y caminó hasta la escalinata en la entrada del edificio. Le resultaba extremadamente desagradable ir a esos lugares tan...corrientes. Subió los escalones con cuidado y entró. Al final del pasillo se veía el ascensor, el único elemento que parecía no tener más de 50 años... Oprimió el botón para llamarlo y las puertas se abrieron con un ruidito de deslizamiento. Una luz amarillenta bañaba el interior de la pequeña cabina. Pulsó el número de piso al que iba y el aparato se puso en movimiento. Unos segundos después, las puertas se abrieron en el piso correcto y Alba salió al corredor. El apartamento estaba a unos metros de allí; apuró el paso, no sin antes  ver a los lados para asegurarse de que ningún vecino "metiche" la viera llegar. Ya enfrente de la puerta del apartamento 47 golpeó dos veces y esperó.
Se oyó un ruido de cadenas y cerrojos. La puerta se entreabrió un rostro asomó al pasillo.
-"Llegas temprano, querida..."-abrió la puerta completamente y con un gesto la invitó a entrar.-"Disculpa...todo esto."-dijo señalando la habitación con un ademán indiferente.
-"Dijiste que era importante."-dijo Alba tajante-"Habla"
-"Ah, sí..."-le indicó que tomara asiento, pero ella se quedó de pie.-"De acuerdo, como quieras..."-a veces lo hartaba tanto con sus "mañas de mujer de alta sociedad", le daban ganas de...  respiró hondo y se sentó a su vez.
-"¿Qué sucede Juan Carlos?, ¿ya sabes cómo solucionarás nuestro "problema"?"
-"Si, pero no es por eso que te pedí que vinieras..."-bajó la mirada. Él sabía a la perfección que Alba no era como las demás mujeres...ella podía ser tan fría y arrogante a veces, pero también tenía un lado apasionado que muy pocos conocían...y él era uno de los afortunados...


Hospital Panamericano. 16.10 pm.

El convertible del joven Héctor Sanromán se estacionó con una rápida maniobra en uno de los espacios señalizados del estacionamiento.
Leonel lo había llamado minutos antes para decirle que su papá estaba en el hospital. Héctor, que todavía estaba en el bar del club, recogió rápidamente sus cosas y se apresuró a llegar a su coche. En el camino avisó a Estrella y Ángel.
Descendió del coche y corrió a la puerta. Estaba cruzando la entrada cuando escuchó su nombre.
-"¡¡HECTOR!!!, ¡ESPERA!!!"-Estrella estaba bajando del taxi que la había recogido de casa de una amiga. Corrió los pocos metros que la separaban de la entrada principal. Su hermano la esperaba impaciente.
-"¿Qué pasó con mi papá?!!"-preguntó casi histérica.-"¡HECTOR!!, ¡dime!!"-su hermano la cogió del brazo para indicarle que se apresurara y caminaron a paso rápido por el corredor hasta la mesa de informes.
-"No sé, Estrella...Leonel me llamó y..."-llegaron a donde se encontraba una joven  recepcionista-"Srita,..."-Héctor empujó ligeramente al médico que estaba junto a él retirando unos papeles-"Disculpe...¿La habitación del Sr. Sanromán?..."-apoyó las manos nerviosamente sobre el escritorio, mirando con ansia a la recepcionista.
-"Es la 157..."-Héctor y Estrella salieron raudamente por el pasillo-"¡¡Espere!!..."-ellos doblaron la esquina desapareciendo de la vista de la joven...
-"157....157...."-repetía mientras revisaba cada rótulo en las puertas...
-"¡¡Allí está Leonel!!!"-volteó a ver hacia donde señalaba su hermana.
-"¡Leonel!"-se encaminaron hacia él.
-"¡Shhh!! Héctor, esto es un hospital..."-dijo en voz baja Leonel, tratando de calmar a los muchachos..."-Su papá está bien... acabo de hablar con él..."
-"Quiero verlo..."-Estrella no espero la respuesta y se lanzó hacia la puerta.
-"Ya, tranquilos..."-Leonel los retuvo un momento."-Escuchen bien los dos..."-esperó que los jóvenes Sanromán le prestaran la debida atención-"Esteban está bien...pero no debe molestarse ni ponerse nervioso..."-Estrella se movía inquieta, con una mano en el picaporte-"¿Me escucharon?, nada de discusiones ni reclamos..."-Dijo esto último mirando fijamente a Estrella. Los dos asintieron con la cabeza. Leonel se movió dejándoles lugar para pasar.

En su cama, Esteban meditaba sobre la reacción de María "<¿Estaba preocupada por mí?...">, se escuchaban ruidos de pasos afuera de su habitación. Hacía un momento Leonel había estado por ahí; él le explicó lo que pasó en su oficina con Fabiola y la actitud de María, pero no le dijo de sus preocupaciones ni mucho menos...No podía arriesgarse a perder la confianza y el apoyo de Leonel en estos momentos...El muchacho era como otro hijo para él y le dolía mucho verlo sufrir con todo esta situación del asesino de su madre...


_-_-_Flashback_-_-_

Apenas María se retiró una cabeza se asomó por la puerta entreabierta...
-"¿Se puede?"-preguntó Leonel. Esteban se hizo señas con la mano y el joven entró, cerrando la puerta tras él.
-"¿Cómo te sientes?"-se sentó junto a la cama, en la misma silla que minutos antes María había ocupado.
-"Bien..."
-"Me alegro...¡Vaya susto!...¿Qué fue lo te pasó?"-la expresión de preocupación que traía al entrar se disipaba lentamente...
-"Pues todo esto me tomó por sorpresa...creo..."
-"María no me dijo mucho..."-quería preguntarle directamente lo que había pasado pero temía que Esteban no le dije toda la verdad...
-"Fabiola se apareció en las empresas..."-desvió la mirada del muchacho unos segundo."-Me acusó de ser el asesino de Patricia..."-Leonel abrió los ojos sorprendido.-"María escuchó todo y..."
-"¿Y qué? ¿Discutieron?"-preguntó impaciente. Todo esto de la muerte de su madre se complicaba cada vez más...Personas inocentes estaban sufriendo por aquel crimen..."<primero María...y ahora Esteban...>", y eso le entristecía en sobremanera y más ahora que se había enterado que su madre no era la persona que él había creído todos estos años...
-"No...no hubo tiempo..."-Esteban notó el cambio en el semblante de Leonel..."<Si hubiera una manera de acabar con todo esto que nos destruye cada día más...>", el pobre muchacho no tenía la culpa de los errores de su madre...-"Y ya conoces el resto de la historia..."-finalizó con una sonrisa cansada.
-"Pues si...¿y que te dijo el doctor?"
-"Lo usual...descansar...me recetó unas pastillas..."
-"¿Me parece o estas omitiendo algunas "recomendaciones"?"-dijo en tono burlón. Ya se sentía mejor, más calmado y alegre.
-"Tu no estabas aqui así que no puedes saber..."-replicó el hombre en tono medio enojado.
-"No sé...María me comentó algo de un "estricto programa de dieta y ejercicio"-dijo remarcando las dos últimas palabras con picardía....¡Ay, cómo le encantaba tomarle el pelo a Esteban!.
-"¿Para qué preguntas si ya sabes, eh muchachito?"-se acomodó mejor contra las almohadas.
-"Jajaja...ya descubrí tu punto débil Esteban..."-respondió Leonel con una carcajada.
-"Ajá..."
-"Ya, ya...terminemos con esta visita social..."-Se levantó de la silla-"Avisé a tu hijos, así que en cualquier momento van a llegar..."-se despidió con un fuerte apretón de manos-"¿Cuándo te dan de alta?"
-"Mañana..."
-"Nos vemos mañana entonces...."-le dio una palmada en el hombro y se dirigió a la puerta.
-"Adios, Leonel..."

_-_-_Fin Flashback_-_-_


-"¡¡¡Hola Papaaaa!!!"-la voz de Estrella lo trajo de vuelta del recuerdo. Sus dos hijos lo saludaron con besos y abrazos.
-"¿Te sientes bien?"-Estrella todavía estaba muy nerviosa...las palabras de Leonel la habían  preocupado un poquito... Se sentó en la cama y abrazó a su papá con fuerza.
-"Si, hijos."-los besó a ambos.
Estrella se quedó abrazada a él y Héctor de pie junto a ellos.
-"Papá, Leonel nos avisó y vinimos en cuanto pudimos..."-se disculpó Héctor, tomando la mano de su padre.
-"Si, papi..."-la muchacha se separó de Esteban y lo miró con esos grandes ojos azules-"¿Qué pasó?"-la preocupación se reflejaba en su voz.
-"Nada grave, por suerte...estaba en la oficina y me descompuse..."-dijo tratando de restarle importancia.
-"¿Estabas discutiendo con “esa mujer”?"-soltó Estrella, para la sorpresa de Esteban...tarde o temprano la culpa siempre recaía en María...
-"¿Por qué dices eso?"-estaba cansado de discutir por lo mismo. Había intentado mil formas de hacerles ver que María no era una amenaza, pero ellos no cedían ni un milímetro en su afán de defender el "recuerdo de su madre fallecida"...Era ahora cuando por fin veía la magnitud de su engaño...
-"María ni siquiera estaba allí"-mintió.
-"¿Entonces?"-insistió Héctor.
-"Miren, ya dejen el asunto...todo está bien ahora..."
-"De acuerdo, papá...Leonel nos dijo que no debías exaltarte.."-Esteban lo miró como diciendo "¿Y esta es su idea de tranquilidad?"-"Ya sé, papa...perdónanos..."-dijo entendiendo el mensaje.-"¿Y cuando podrás ir a casa?"
-"Mañana..."-hizo una pausa, no muy seguro de lo que iba a decir-"María vendrá a  buscarme..."-esperó las réplicas de sus hijos pero sorprendentemente no hubo comentarios al respecto.
-"Nosotros también vendremos..."-dijo por fin Estrella. Aunque no le agradaba para nada la idea de cruzarse con esa mujer haría el esfuerzo por su papá. No quería que le pasara nada por culpa de María...
-"Gracias..."-fue todo lo que dijo Esteban y ellos entendieron a qué se refería.
Estuvieron un rato largo acompañando a Esteban. Héctor les contó del partido, cómo habían ganado por muy poquito y así sin darse cuenta se pasaron los minutos hasta que fue hora de despedirse.
-"Mañana a primera hora estamos aquí..."-Estrella besó a su papá en la mejilla y después de darle un fuerte abrazo le dio lugar a su hermano.
-"Ok, nos vemos mañana..."-los muchachos ya estaban en la puerta.-"Manejen con  cuidado...Héctor"-Dijo Esteban con tono serio, señalando al muchacho.
-"Si papá, no te preocupes...Héctor es una tortuga motorizada..."-contestó Estrella con una sonrisa.
-"¿Conque tortuga, eh?..."-tenía la respuesta justita para la "ingeniosa" de su hermana, pero la risa contagiosa de Estrella le ganó antes que pudiera contestar.
Todavía riendo, los dos partieron rumbo a la Mansión Sanromán, dejando a su papá para que descanse.
Solo de nuevo, Esteban apoyó la cabeza en la almohada y cerró los ojos...este día había sido muy pesado para todos...desterró los pensamientos negativos que empezaban a asomarse y se sumergió en un sueño profundo...muy profundo.


Mansión SanRomán. Recámara de María. 21 pm.

Salió del cuarto de baño envuelta en su bata de seda. Terminó de demaquillarse frente al espejo y se metió entre las sábanas.
Estiró la mano, buscando el libro que estaba leyendo desde hacía unas semanas, pasó las páginas pero sin leerlas siquiera, sólo tratando de despejar la mente.
"<Mañana...mañana sabré la verdad>". Dejó el libro sobre la almohada contigua y se recostó.
Había postergado la conversación con Esteban por su estado de salud, pero no podía esperar más...llevaba veinte años esperando...
Desde su llegada a México no había descubierto gran cosa; algunos secretos prohibidos sobre sus "amigos", relatados con lujo de detalles en el diario de Patricia, que aunque incompleto le había abierto los ojos sobre muchas cosas y más sobre las escabrosas circunstancias que rodearon el asesinato de la madre de Leonel...
Pero había algo en su interior le decía que Fabiola había mentido aquella mañana, que él no podría haber sido capaz de dejar que ella pagara por su crimen...quería creer en su inocencia de una vez por todas pero siempre surgía la duda y derrumbaba todas sus esperanzas...
"<Esteban me ama...puedo verlo en sus ojos...No, él no sería capaz de lastimarme así...me moriría si...>", lágrimas amargas de tristeza y desamor rodaban por sus mejillas..."<Me moriría...>"
Pero si era verdad, si él era responsable de su desgracia... de haber perdido la mitad de la vida en aquella celda...de no ver crecer a sus pequeños hijitos...No tendría piedad. Ni aunque le suplicara..."<y ni la muerte será suficiente para satisfacerme...>"
María sintió un escalofrío subir por su espalda cuando ese pensamiento, tan oscuro surgió del fondo de su mente con una fuerza arrolladora...


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Tiempo presente. Mansión SanRomán. Recámara de María y Esteban. 6.30 am.

Todo el tiempo que ella había estado apoyando la barbilla sobre su pecho, mirándolo dormir, Esteban ni se dio por aludido. María se irguió sobre un codo, se acercó más y despacito lo besó en los labios. Nada. "<¡Qué no se diga que no lo intenté!>",pensó divertida porque aparentemente, cualquier intento "romántico" de despertar a su marido no resultaría aquella mañana, así que se levantó, agarró la bata que descansaba sobre la silla cercana y se la puso.  Se volvió a mirarlo una vez más. Lo amaba tanto...no podía imaginar el no despertar a su lado otra vez...
Las lágrimas amenazaron con asomar otra vez pero ella las contuvo...¿Qué le pasaba? Los últimos días había estado muy sensible, lloraba por cualquier cosa, se enojaba por cualquier comentario..."<¿No será...? Ay, ¡NO!..ni pensarlo...>".
Se metió al baño para darse una ducha y quitarse esas ideas locas de la cabeza.
Quince minutos después salió, secándose el cabello con una pequeña toalla amarilla. Esteban seguía dormido, boca abajo ahora con su brazo estirado, abarcando todo su lado de la cama.
Terminó de vestirse y se sentó en el borde de la cama.
-"Esteban...amor..."-le dijo despacito al oído. Él se movió apenas, para abrazar mejor su almohada.
-"¡Esteban!"-el tono más alto hizo que él levantara la cabeza y mirara para todos lados.
-"¿QUE?"-preguntó medio dormido.
-"Son las 6.30 de la mañana..."-María sonaba un tantito molesta.
-"¿Ah?..."-buscó el reloj tanteando en la mesita de noche. Lo agarró de un manotazo y miró la hora.-"¡Dios!, tengo que estar a las 7.30 en la oficina..."-se levantó de un salto de la cama; descalzo y vestido sólo con boxers se metió apresurado al baño.-"¿por qué no me despertaste, María?"-gritó ya desde adentro.
Ella levantó la mirada al cielo pidiendo paciencia para no ahorcarlo ahí nomás.
-"Lo intenté..."-dijo al espejo mientras se arreglaba.
Su marido salió minutos después y pasó como un rayo para el clóset.
-"Esteban ¿qué haces?"-lo miró por el espejo mientras él pasaba una a una las perchas, aparentemente buscando una camisa...
-"¿Tu que crees?"-la voz de Esteban le llegó desde adentro del armario.
-"Esteban, ya seleccioné tu ropa..."-dijo con suavidad. Él se asomó y siguió su mirada hacia la cama...donde estaban ya la camisa, corbata y pantalón, esperándolo.
-"¿Qué haría yo sin ti?"-dijo él, acercándose a donde estaba María sentada y besándola en los labios-"Buenos días, amor..."
-"¡Vaya, hasta que él señor se acordó de sus modales!"-contestó ella medio en serio, medio en broma, y siguió arreglándose...
-"Perdón, perdón, mi vida...es que..."-se detuvo y la observó mejor-"¿Todo está bien?"
-"Si."-ella dejó el cepillo del pelo sobre la mesa y se levantó.-"Termina de arreglarte, que yo te espero abajo"-y dicho esto salió de la habitación, dejando a un confundido Esteban parado en el medio del cuarto, preguntándose qué diablos había hecho ahora...

Un rato después, ya cambiadito y peinado, Esteban Sanromán descendía por la escalera principal repasando mentalmente la lista de cosas que todavía le faltaban por hacer. Siguió su camino hasta el comedor, donde se encontró con dos de sus hijos ya casi terminando de desayunar y a su esposa, esperándolo tal como le había dicho.
-"Buenos días a todos"-recorrió la mesa con la mirada-"¿Y mis tías?"-preguntó extrañado por la ausencia de Alba y Carmela.
-"Buenos días, papá...las tías salieron temprano..."-respondió Héctor mientras terminaba su café-"Bueno, yo me voy...nos vemos en la oficina.."-dijo levantándose.
-"¿Adónde se fueron tan temprano?", recién son las siete..."-se levantó de la mesa sin siquiera haber probado bocado-"Me voy contigo hijo..."
-"Esteban, no desayunaste..."
-"Me tomaré un café en la oficina..."-fue hasta donde se encontraba María y le dió un beso rápido-"Nos vemos más tarde, amor..."-y abandonó la habitación antes de que ella pudiera responderle.
-"Adiós..."-dijo al aire y se dispuso a seguir con su desayuno...entonces se puso de pie de pronto y salió a apurada tras su marido.
-"¡Esteban!..."-llegó al gran salón pero no había nadie...al ratito él salió del despacho con un montón de papeles bajo el brazo y el maletín en la otra mano...
-"Recuerda que hoy regresa Estrella..."-dijo y por la expresión de él confirmó su idea de que se le había pasado por alto completamente.
-"¿Es hoy?, ¿A que hora?, ¿YA?"-preguntó chequeando el reloj...7.15 am. "<Tarde,  Sanromán...>"
-"No, en la tarde..."-respondió tratando de tranquilizarlo-"El vuelo llega a las 15.30 ¿Irás tú al aeropuerto o quieres que vaya yo por ella?"
-"Vamos los dos..."-y le regaló una de esas sonrisas que derretían a todas las mujeres...
-"Ok, paso por la oficina y nos vamos"-lo besó apasionadamente y él le correspondió, dejando caer el maletín para sujetarla por la cintura con una mano. María rompió el beso de a poquito, le limpió el lápiz labial de los labios con el pulgar y le acomodó las solapas del saco.
-"Vete ya o llegarás más tarde..."
-"¡Uy!, sí..."-recogió el maletín del suelo-"Te espero entonces..."-le dio un besito de  piquito-"TE AMO".
Y salió para el garage donde lo esperaba Héctor para irse de una vez.


Empresas Sanromán. 7.45 am.

Todavía no se había detenido por completo el auto que Esteban ya estaba fuera de él.
-"¡Papá, espera!"-gritó Héctor mientras cerraba el coche. Esteban se volvió y le hizo señas de que se apurara.
-"¡Vamos hijo!, ¿qué tanto haces allí?"-él ya estaba junto al elevador.
-"Pues lo que todos, cierro con llave..."
-"Qué chistoso estás hoy ¿eh?"-Esteban apretaba una y otra vez el botón para llamar el ascensor-"Vamos, vamos..."-murmuraba bajito.
-"¿Sabes que si haces eso tarda más en venir?"-Héctor estaba apoyado contra la pared viendo divertido la actitud de su papá.
-"No es cierto..."-respondió serio Esteban...pero dejó de oprimir el botón.
-"Papá, si ya estamos tarde...unos minutos más no serán gran cosa..."-Esteban le lanzó una mirada enojada y estaba por replicar cuando se abrieron las puertas del elevador.
-"Te salvaste esta vez..."-le dijo en tono de regaño al muchacho y lo apuró para que suba.
Salieron apresurados del elevador, saludaron rápidamente a las secretarias y pasaron directo a la sala de juntas.
-"No están allí, Sr. Sanromán..."-La voz de Lupita resonó en el pasillo. Esteban se frenó en secó y volteó a verla.
-"¿Y donde, entonces?"-inquirió molesto.
-"En su oficina, Sr."
-"Ah...bien, vamos para allá entonces..."-enfiló para su oficina. Héctor se quedó parado donde estaba. Esteban lo miró como diciendo "¿y?".
-"Dijeron que sólo hablarían contigo...¿para qué estar ahí de más..."-respondió el muchacho con una sonrisa.
-"Ok..."-dijo Esteban...suspiró, se acomodó el nudo de la corbata y abrió la puerta.
-"Buenos días, caballeros...Disculpen la espera..."-dijo con tono seguro apenas traspasó el umbral. Se acercó a los dos hombres que esperaban de pie junto al escritorio.-"Esteban Sanromán, mucho gusto"-dijo tendiéndole la mano al primer hombre.
-"Roberto Machado, es un placer. Mi colega, el Sr. Antonio Rivera."-dijo presentándose.
-"Sr. Rivera"-Esteban estrechó la mano del segundo hombre, que lo miraba con aire raro...
Los invitó a sentarse y pasó él mismo a sentarse tras el gran escritorio.
-"Leonel le comentó su propuesta..."-dijo mientras abría su maletín y sacaba los documentos pertinentes.
-"Si, nos interesa mucho la idea de relacionarnos con las Empresas SanRomán..."-al parecer era Machado quien "llevaba la batuta" en aquel par.
-"He podido estudiar su propuesta y hay algunos apartados que me gustaría puntualizar..."
-"Usted dirá..."
Mientras Esteban y Machado discutían, el otro hombre observaba el despacho con una expresión de melancolía en el rostro...como si ya hubiera estado allí antes...
-"...el costo de las inversiones secundarias?, ¿Sr. Rivera?"-el hombre se dio cuenta que la mirada de Esteban estaba fija en él.
-"Disculpe, Sr. ...Sanromán, me distraje un momento..."
-"No hay problema, le decía a su socio que..."-Esteban repitió la pregunta pero Rivera no estaba interesado en el negocio...
-"El Sr. Machado es quien se encarga de todos los aspectos del negocio, yo sólo soy  un...garante, por así decirlo..."-y con una mirada disimulada le indicó a su "socio" que lo sacara el apuro...
-"Ah,...es bueno saberlo entonces..."-respondió Esteban no muy convencido. Había algo en ese hombre que le recordaba...le recordaba a alguien...pero cada vez que intentaba ubicar su rostro en la memoria, no podía..."<Tal vez sea algún amigo de mi padre...por eso me parece tan familiar...>", pero dejó el asunto y se concentró en la "charla de negocios". Revisó entre los papeles buscando una hoja faltante del futuro contrato. "<¿A donde....??>". No estaba por ningún lado. Se fijó en su portafolio otra vez pero no estaba allí.
-"Esteee...disculpen un minuto..."-dijo levantándose y dejando a los "posibles socios" solos otra vez.
-"¡Lupita!"-la llamó ya afuera de la oficina.
-"Sr."
-"Comuníqueme con mi casa y..."-tomó el mismo el teléfono y marcó el número-"No, deja mejor lo hago yo...más rápido..."-dijo con una sonrisa. El teléfono sonó unas tres veces hasta que una voz respondió del otro lado.
-"¿Si?"
-"¿María?, escucha, necesito que me busques unos papeles en el despacho, es una hoja suelta de la propuesta de Leonel, esa de los..."-María lo interrumpió
-"Si,  ya sé cual es..."
-"Y me la traes ¿por favor?"
-"Ay, Esteban..."-respondió ella con un suspiro conocedor-"Me fijo y te la llevo...adiós."-y antes de que terminara de decirlo, él ya había colgado.
-"Me avisas cuando llegue María, por favor"-pidió a su secretaria y volvió a la oficina.
-"Si, Sr."


Mansión SanRomán. Despacho de Esteban. 8.15 am.

María revolvió el desorden de papeles que su esposo tenía en el escritorio tratando de dar con el bendito papel. "<¡Hombres!, nunca pueden dejar las cosas en su lugar...>". Tironeó una hoja que estaba sujeta bajo el portarretrato que Esteban tenía de sus tres hijos. Con el impulso el retrato se cayó, volteando un portalápices que desparramó todo su contenido en el suelo, bajo el escritorio.
-"¡Por Dios!!!"-exclamó exasperada, agachándose bajo la mesa para recoger las cosas. Tanteó en la oscuridad y de pronto sintió que algo le cortaba la palma de la mano.
-"¡Ay!"-retiró la mano y se examinó la herida. No era muy profunda, era un corte muy fino, como los que hacen las hojitas de afeitar...
Se levantó y agarró la pequeña lámpara del escritorio. Volvió a arrodillarse y apuntó el haz de luz hacia el lugar donde se había lastimado. No vio nada extraño: clips, unas cuantas gomas de borrar, lápices 2b y... algo que destelló cuando la luz lo alcanzó... había algo incrustado entre las baldosas del suelo...como una pequeña solapa "<¿en el suelo?">, se dijo desconcertada.
Maria estiró la mano con cuidado y jaló la pestañita que sobresalía...y se abrió un pequeño espacio en el lugar donde antes estaba la baldosa...Un compartimiento de aproximadamente 35 cm.  Apuntó la luz hacia el hueco... sin poder creer lo que veía…







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